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Leerlo o vivirlo

Hay una escena en El indomable Will Hunting donde Sean, el psicólogo, confronta a Will con la sutil diferencia entre datos y experiencia: “Si te pregunto algo sobre arte, me responderás con datos de todos los libros que se han escrito. Miguel Ángel, lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual… lo que haga falta, ¿no? Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto.”

Como es arriba es abajo

El otro día estaba mirando notas sobre como habían ido los entrenos. No se si es una rutina que todos los entrenadores hacen, pero se que más de uno y más de dos toman notas y repasan que ha ido bien, que ha fallado, detalles de cada ejercicio y de cada sistema. Anotamos la actitud, el esfuerzo y como evoluciona cada uno de los jugadores y por supuesto, también nos sometemos nosotros mismo a examen, que podemos mejorar, como hemos comunicado, detalles que no hemos corregido, implicación, control, etc...

Mañana empieza todo

Hay situaciones que por mucho que las veas venir y por mucho que hayas pasado por ellas siguen dejándote huella de una forma u otra. En unas ocasiones por inconsciente, en otras por sentirte con fuerzas y en otras sorprendido por comprobar que la realidad es un lugar más sencillo de lo que parece pero que nos enfurruñamos para complicarlo, no se si para hacernos sentir mejor o para hacer sentir a los demás peor.

No discutas

Cada vez tengo más claro que discutir tiene una utilidad extremadamente limitada. Si estás confrontando dos soluciones, con sus pros y sus contras, lo que acaba ocurriendo es que cada parte suelta su avalancha de datos y se prepara para anular los datos de la versión contraria, no hay un proceso de intento de comprensión de toda la casuística y que es realmente la opción correcta, sino simplemente defender tu posición.

Linkedin Thinking con café con leche y un croissant

Me acaba de llegar el Workplace Learning Report del 2025 y como me ha entrado momento de recuerdo cuando sacaron un informe del uso de las redes sociales profesionales en España y yo que trabajaba en Viadeo sabía que no nos habían preguntado. Como tenía muy buena relación con la gente de Xing les pregunté por si acaso se habían basado en sus datos y me confirmaron que nadie les había contactado, con lo que el texto lo había sacado del Chat GPT de la época, que era la Ouija.

Necesitamos Bisturís

Como algunos ya sabéis, a finales de mes acaba mi relación con Pragma International, una colaboración de casi más de 10 años estudiando la economía colaborativa en los servicios profesionales de alto valor añadido. Este no es el post en el que desvelo la aventura de convivir con abogados líderes en más de 30 países, sino que, sabiendo que mi fuente de ingresos se acaba en breve, estoy en una búsqueda activa, proactiva e intensa por todos los canales que conozco, entre ellos, LinkedIn.

El correo ha muerto

En un café con viejunos del lugar que usábamos módems para conectarnos a internet, hablábamos de los cambios que habíamos visto durante tan solo 30 años. Muchas risas, muchas anécdotas y frases de abuelo como poner tus datos en el ordenador de otro y confiar en que todo vaya bien. Todos tenemos ya una edad y ese punto cascarrabias va creciendo.

Cuidado con quién te comparas

En el mundo empresarial, el éxito no viene de la autocomplacencia, sino de la habilidad para medir la competencia, reconocer tus fortalezas y aprovechar tu capacidad de trabajo. Compararte con los demás puede ser un arma de doble filo; la clave está en evaluar con sabiduría para mejorar continuamente. No se trata solo de competir, sino de entender dónde destacas y cómo puedes maximizar tu potencial.

Jugar de o jugar para

Estaba escuchando la entrevista en el podcast de Javier Hernández a Diego Ocampo, entrenador del Baxi Manresa de baloncesto, y se plantea la disyuntiva que da título a este artículo. Si conoces algo sobre los deportes de equipo, eres consciente de que formalmente hay una distribución de roles clásica: en baloncesto es el base, alero y pívot, y en el fútbol quizás sean defensas, delanteros o mediocampistas. Lo relevante es que hay una cosmología sobre qué ha de hacer cada uno de ellos.

No vas a aprender lo que no vas a usar

Una de las herramientas de persuasión más grandes que hay es la presión social. En cuanto un grupo opta por una visión de la realidad, o en el tema que nos afecta, que una solución tecnológica es fundamental, el resto cae por precipitación.

Es una de las razones por las que los de marketing buscamos influencers, para forzar, o casi mejor, dar pequeños empujones hacia una dirección en concreto, que es la dirección que le interesa a nuestro cliente. Usamos frases de lo más llamativas, apelando directamente a la parte más sensible de una empresa: las ventas y el margen de beneficio.

Poder y responsabilidad

Como algunos sabéis, una de las aficiones que tengo es el deporte, concretamente el baloncesto, y soy entrenador en un club de barrio. El deporte y entrenar me ayuda a poner en perspectiva los problemas, a trabajar la paciencia y, sobre todo, a valorar a los niños que, a pesar de tener problemas reales —no los del primer mundo, como quedarse sin Wi-Fi—, siguen adelante cada día. Puede que no sean los mejores jugadores del mundo ni lleguen a jugar como profesionales, pero se esfuerzan como el que más y, cuando llega el momento, dan ese esfuerzo extra por el equipo.

Always be closing

Esta es una de las ideas clásicas, por no decir la única idea importante si te dedicas a las ventas. Su ABC se reduce al Always Be Closing, que para los que hablamos el idioma de Cervantes significa que siempre hay que cerrar las ventas.

Ética y táctica para clientes

Como cada mañana estaba repasando las redes sociales y me encontré con este post en Linkedin de Mónica Mendoza, y con seguridad que no siempre está respaldada por los hechos, mi opinión era totalmente opuesta a la del resto de personas que comentaban.