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El fin del dinero en efectivo
Hoy me querido tomar un café al salir de una reunión con un proveedor, que le vamos a hacer, me apetecía tomarme algo después de intentar convencerles de que mejoraran su oferta y creo que después de conseguir la mayoría de mis objetivos me merecía un premio: una mezcla de las culturas aborígenes[1] del norte de estados unidos y el trabajo de Juan Valdes sentado en una terraza resguardado de la lluvia viendo la gente pasar.
Ni te cases, ni te embarques, ni hagas SEO, tu estáte quieto parao
Podría jurar sobre lo más sagrado, que en mi caso es la Coca-Cola y los espárragos cojonudos, que hoy estaba metalizado para escribir otro artículo pero cuando he empezado a preparar el Scrivener me he dado cuenta que mañana es martes y trece y he pensado que era un buen día, tanto como cualquier otro, para dejar de lado la formalidad, los temas serios de marketing y dejarme llevar por la prosa y descubrir si el refrán La productividad sin control no tiene futuro, es cierto o es otro de esos mantras que nos repetimos, más con la esperanza de que sean cierto que con la certeza de
Abandonad toda esperanza
La esperanza es un estado de ánimo que tendríamos que cuidar y conservar. Como bien dice la RAE, creer que los deseos son alcanzables nos da una fuerza de voluntad, una resilencia (aprovechando que la palabra está de moda) que nos ayuda a superar todo tipo de infortunios y desgracias, y que en más de una ocasión ha servido a la humanidad para dar un paso adelante en y solventar problemas que parecían irresolubles.
El artículo perfecto
Hoy me han preguntado que es lo que hace falta para escribir un blog. Obviamente me he quedado sin saber que contestar, la pregunta me parecía que contenía en su enunciado la propia respuesta y simplemente había que ejecutar la acción: escribir un blog.
Méritos, responsabilidades y poder de decisión
A raíz de un tweet[1] de Juan Ramón Rallo[2] volvía a aparecer un tema a las tertulias de café y no me refiero al tema de si en las grandes empresas se paga más o menos que en las pequeñas, que por lo visto parece que es cierto. A falta de estudiar que tácticas usan las PYMES para mantener a sus mejores trabajadores, la pregunta fundamental para mi es si las diferencias salariales dentro de una empresa son lógicas y justificadas.
Los consumidores tienen el poder
No hace mucho Víctor Campuzano[1] me reconoció que le había dado una idea para un post y como yo soy muy de creer en el balance del universo, hoy el me ha dado una idea para escribir uno y como es de bien nacido se agradecido, aquí dejo constancia de dónde sale todo este tema, pero también aclaro que parte de la inspiración también me la ha dado Èlia Guardiola[2] en uno de sus post en Facebook.
No puedes venderme nada sino me conoces
Entiendo que todas las empresas, por muy tecnológicas, modernas o trending que sean necesitan vender. Esto ha sido asi desde el principio de los tiempos y ni siquiera en la era de la información ha cambiado, por mucho que pensemos que Google, Facebook, etc, no venden nos equivocamos. Tenemos esa sensación porque nosotros somos el producto que ellos venden a terceros y por eso no nos cobran aunque me apuesto lo que queráis que tienen un equipo estudiando como convencernos para que ademas de ser el producto, encima paguemos, pero esta es otra historia.