Huevos fritos con bacon
por Jose SalgadoDe un tiempo a esta parte veo cada vez más frecuente roles CPO (Chief People Office) y todo un torrente de presentaciones, libros, post y artículos sobre lo importante que es la implicación, el sentir y ser partícipe de un proyecto y sobre como, cuando se articula correctamente, los beneficios son claros y contundentes para la empresa.
Nos comentan que no es posible recibir sin primero aportar, que la suma empieza con uno mismo y que todos hemos de arrimar el hombro -reducción de sueldo o ampliación de jornada o las dos a la vez- para conseguir sobrevivir en estos tiempos confusos.
En resumen, que veo a mucha gente hablando de las maravillas de los seres humanos, y como decían hace tiempo, me congratula pero como suele pasar, me hace sospechar de que algo se está escondiendo.
De entrada, piden un sacrificio a partes iguales, que todos hemos de consensuar -que significa conseguir que uno esté menos contento que otro a la hora de llegar a un paco- como vamos a participar, y que si el trabajador pone de su parte, la empresa hará un esfuerzo -ojo, que no inversión- para conseguir que funcione.
A mi, esta estrategia y más allá de que algunas empresas y más que empresas, personas puntual es, realmente se lo crean y pongan lo necesario para que el acuerdo social tácito que ambas partes han firmado sea honesto y se cumpla, me retrotrae a una época donde no se había desarrollado al completo mi sistema arácnido que detecta la venta de humo.
En esos años locos, me reía bastante de la pregunta que nos hicieron en el MBA que estaba cursando: “En el plato de huevos fritos con bacon, ¿quién está más comprometido?, ¿el cerdo o la gallina?”.
Si no no se lo piensa demasiado, puede llegar a decir que ambos, que los dos ponen de su parte para conseguir ese plato que hace las delicias de muchos comensales. La gallina, con su esfuerzo dona sus huevos y el cerdo, el bacon. El problema es que si no pensamos y nos quedamos con la presentación, tan bien diseñada, con unos buenos colores, mejores imágenes y todavía más seductora presentación, cometeremos un pequeño error.
Supongo que como esto es un texto plano y sin ninguna floritura añadida, ya sabréis donde está el truco, que la gallina pone los huevos y sigue cacareando por ahí sin problemas, el cerdo ha de dar la vida para sacar el bacon de su cuerpo. Con lo que la premisa de que los colaboran no es exactamente cierta, uno da su vida para conseguir el objetivo y el otro se queda con los beneficios del mismo.
Así que tenemos que ser muy conscientes de que estamos dando al proyecto y que están ofreciendo la contraparte. Si al final del día la relación no es más que un intercambio comercial que cuando se acabe cada uno por su lado, que es la tendencia a día de hoy porque los RRHH son un coste y no una inversión para muchas empresas, no des todo lo que tienes porque te quedarás sin ganas.
Soy consciente que detectar cuando los objetivos de una empresa no están alineados no es fácil, de hecho suelen pagar bastante bien a la persona que vende humo, primero porque sabe vender humo y ganarse un salario más que justificado y segundo, porque su humo depende de que otros no solo le paguen por ello, sino que trabajen por ello a cambio de sacrificios que el mismo no va a hacer.
Con lo que llegando al final del post, la gran renuncia que se ha extendido por el sector empresarial, viene dada por las facilidades que nos ha dado el estado para vivir sin trabajar, pero sobretodo porque las empresas han abusado de un poder para maximizar los beneficios usando cualquier recurso a su alcance, incluso jugar con la buena fe y la ilusión de personas.
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