Tu patria mis zapatos
por Jose SalgadoNo se quién dijo eso de que no hay preguntas tontas sino respuestas estúpidas. En cualquier momento se te puede acercar un desconocido y en vez de regalarte flores como dice el anuncio te haga una pregunta de las que consideraríamos tontas, pero es en estas cuestiones done quizás nos definamos más a nosotros mismos más que al interlocutor.
Como sabéis en la empresa fomentamos mucho el teletrabajo, tanto que nos vemos las caras dos veces al día y normalmente trabajamos en cualquier lugar, pero hoy estábamos todos en casa y era cuestión de tiempo que alguien hiciera una broma al respecto, lo que me ha dado la motivación de este post. ¿Cual es tu hogar?, ¿dónde te sientes como en casa?
Entiendo que la pregunta tiende a buscar una respuesta única, y si me fuerza en este sentido diría que mi casa están donde están mis zapatos. Soy de los que me puedo acomodar y sentirme cómodo en cualquier sitio siempre que me dejen una libreta, un papel, mi portátil y mi conexión a internet. Hay también una condición, que no me interrumpa gente poco interesante porque entonces deja de ser mi casa y se convierte en un paso de peatones y me es imposible tener esos monólogos interiores que me entretienen la hora y media de ida y otra hora y media de vuelta los días que me toca ir a la oficina.
Claro que con esto no digo que esta sea mi única casa, es la de referencia, pero supongo que como todos, necesitamos tener más hogares, o si preferís llamarlo zonas de confianza. En esto lugares tienen varias funciones que son necesarias, socializar, poner en práctica y retar tus convenciones y sobretodo, aprender cosas nuevas.
Por mucho que no soporte a los grupos de gente y sea un introvertido de libro, hay que salir más allá de tus cuatro paredes mentales para hablar con otras personas. Es necesario y útil ver otros puntos de vista, conocer otras culturas, otros planteamientos y en resumen, que aprender que no todos tenemos la misma escala de valores, y lo mas importante: que no todo se puede comprender pero que hay perspectivas que tenemos que aceptar.
Además, sino salimos la parte crematísica que nos permite pagar internet, la hipoteca, la comida, no sería posible. Hay que relacionarse para poder vender tus servicios, y haciendo esto no solo validas tu producto, tu calidad, sino que conoces como está funcionando el mercado en el que te mueves y sabes si estás caro, si eres barato o si te has perdido la última moda que ha arrasado con tu sector el último año.
Y lo más importante de todo, aprender. Creo que la vida es un viaje con sus altos, bajos, con sus miserias -muchas imposibles de explicar sin tener que decepcionarse con el ser humano- y en este viaje nos vamos a llevar dos cosas, sensaciones, experiencias y conocimientos. Cierto que no tengo ni idea de a dónde nos la llevamos, pero pasar la vida sin haber conocido algo, sin haberse interesado como un niño por la vida, sin haberse emocionado por algo, no se yo si podríamos llamarle vida. Al final y al cabo, por mucha rabia que nos de, tenemos una sola y hemos de exprimirla por nosotros mismos y por intentar entender este mundo que nos rodea.
Es esta la razón que no siempre la respuesta a la pregunta es fácil, ¿dónde está tu hogar?, pues soy consciente que hay un campamento base pero que no es estático, que hay lugares que me gustan más en unos momentos, y en otros prefiero estar en otros, todo depende. Lo importante debería ser la capacidad de adaptación sin perder la esencia que te define como persona, tener el espacio para poder integrar todo lo que recibes, y ser generoso para compartir lo que te define como personal.
Quizás, en el fondo, mi patria sean tus zapatos, y donde van ellos voy yo, y tu patria quizás sean los zapatos de otro, y de esta forma muy prosaica, estamos todos conectados de forma irremediable. Da igual si eres de Teruel, porqué aunque parezca que no existe, que seas de Barcelona o que hayas nacido en Constantinopla, ahora conocida como Estambul, al final existe una línea fina, casi invisible que nos convierte todos en el zapato de otra persona y a través de esto haremos que alguien sea más feliz, más inteligente, que se desarrolle o que se convierta en el siguiente criminal más buscado por el FBI.
Me acabo de dar cuenta que esta afirmación es abrumadora, porque somos responsables de alguien y encima no sabemos de quién, pero que le vamos a hacer, son estas frases que te salen cuando tomas un café y miras tu vida por el retrovisor y te das cuenta que no ha hecho más que empezar.
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