Enviado por Jose el
The Thing

Gente tóxica

por Jose Salgado
RRHH | Gestión de Empresas | 

Creo que esta semana llevo leídos unos diez artículos hablando sobre personas tóxicas, no se si es una serpiente de verano y como no hay noticias uno se pone a publicar lo primero que le viene a la cabeza o realmente hay estudios serios sobre este tipo de individuos.

Pero sea una moda, una necesidad de llenar espacio o una realidad, lo que todos y cada uno de los autores te recomiendan encarecidamente alejarte de ellos, ignorarlos, no dedicarles tiempo y a ser posible, y aunque esté en contra de la convención de Ginebra, borrarlos de Facebook.

Puede que suene un poco cruel, pero visto las explicaciones que dan sobre como son las personas tóxicas te dan ganas de hacerles caso, sobretodo porque todos tenemos a uno de esos perlas en nuestro trabajo e incluso en nuestro grupo de amigos.

El problema que tengo es que al leer todos estos artículos, la descripción de gente tóxica se acaba resumiendo, después de teorías, resúmenes, estudios que nadie conoce y el siempre sabio consejo del cuñado de turno, en todo aquel que nos dice lo que no queremos oír. Con esta base, todo el mundo menos nuestra madre -y en mi caso ni eso- todo el mundo sería gente tóxica y tendríamos que ignorarlos.

Nadie es perfecto, ni tu, ni tu jefe, ni tus conocidos, y como la confianza da asco, es más que probable que digan cosas que no quieres escuchar, no por no ser ciertas, sino porque simplemente no quieres enfrentarte a ellas. Que si entrega el informe, que no dejes la tapa del lavabo levantada, que si la paella te ha quedado un sosa, que si el proyecto habría salido mejor si en vez de usar el proveedor Povedilla Interprises hubieras optado por Chonchi&Chonchi Incorporated, y así con todo lo que se te pueda pasar por la cabeza.

¿Que hemos de hacer entonces?, ignorarles y sólo prestar nuestros oídos a los que nos doran la píldora. Creo que sería un error vivir en un mundo dónde todos nos aplaudan las gracias, no sabríamos discernir cuando realmente acertamos, y cuando nos equivocamos porque hagamos lo que hagamos todo estará bien.

Esto ya ocurren en muchas áreas y optamos estar con gente que no nos contradiga, es más, optamos por informarnos a través de medios que básicamente publican noticias que sesgan la realidad a favor de nuestros puntos de vista, vamos a lugares que nos hacen sentir seguros y evitamos todo cambio o riesgo a tener que defender lo que creemos.

Supongo que más interesante que obviar a la gente tóxica cultivaramos un poco más la asertividad, la argumentación y sobretodo la dialéctica para defender lo que hacemos, aceptando que pueden existir críticas y que ninguna acción es perfecta y que en todas ellas existe el germen del error.

Sino somos capaces de cotejar nuestras ideas con otras personas, sobretodo las que piensan distinto, ¿cómo vamos a evolucionar?, ¿cómo sabremos que está bien o mal?. Caeríamos en un egocentrismo muy peligroso, y asumiríamos que todos los que no tienen nuestra escala de valores e ideas morales está por definición está equivocado, y al optar por ignorarlos, les condenamos a ellos de aprender de nuestra visión y a nosotros estar ciegos a otro punto de vista.

Os pondré un ejemplo gráfico, el fantástico arroz con leche que se prepara en Asturias. ¿Desde cuando se ha cultivado arroz en esas tierras?, ¿y canela?, vamos, ni en broma se habría desarrollado ese plato sin las influencias árabes mezcladas con las cristianas, las paganas y las de todo aquel que pasaba por ahí. Podría seguir con más ejemplos gastronómicos y enseñaros que casi cualquier plato que puedas ver tiene una base, pero lo más importante, una evolución basada en la mezcla, el añadir lo que le sirve a cada uno y el construir algo nuevo mezclado ideas diferentes, como puede ser la tempura que es una evolución del pescaito frito de Andalucía.

Con esto no quiero decir que tengamos que aguantar a todo el mundo sus tonterías, porque gente tóxica hay, pero no generalicemos y metamos en la misma categoría todo aquel que nos lleva la contraria o simplemente pide un consejo pero nos da demasiada perece como para perder veinte minutos escuchando a alguien.

Gente tóxica no gracias, pero también gente asertiva y dispuesta a escuchar y aceptar puntos de vistas diferentes.

78

Al día en cinco minutos

Resumen diario de los periódicos más influyentes del mundo