You're simply the best
por Jose SalgadoEn cualquier empresa de cualquier ámbito, siempre llega uno de esos días en los que todos callamos y nos miramos unos a otros. Suele ser el momento en el que se afrontan retos que superan la experiencia y el conocimiento de todos los presentes en la reunión, y es cuando se formula la siguiente pregunta: ¿Quién conoce a alguien que sepa guiarnos en esta situación?
Lo más natural en estas situaciones es que cada uno de los presentes haga un repaso mental de todos sus contactos, a ver si hay suerte y hay alguno que tenga los conocimientos y la experiencia necesaria. No siempre funciona, porque hay situaciones que por su peculiaridad, su contexto y su entorno empresarial, hacen que los expertos se puedan contar con los dedos de las manos, y para los realmente buenos, incluso a Cervantes le sobren dedos.
Cuando buscamos entre nuestros contactos, aceptamos un hecho de forma implícita, si nuestra necesidad es más o menos genérica es posible que en nuestro universo relacional puedan existir profesionales que nos resuelvan el tema, pero si nos enfrentamos a una situación compleja, esta probabilidad baja de forma logarítmica. Además, partimos de la base de que nuestros contactos lo son por cercanía y sector profesional, con lo que si se da el caso de que el mejor profesional vive en el otro lado del mundo, tus esperanzas de descubrirlo se reducen a cero.
Otra opción es lanzarse en los brazos de Google y rezar que cuando pulses enter aparezca lo que necesitas. Pero sabemos que no es cierto, busques lo que busques, tendrás un listado con más de un millón de entradas, con lo que estás exactamente en la misma posición en la que empezaste: Tienes una necesidad y no sabes quién la puede cubrir de forma eficiente.
Podemos acudir a lo que se ha puesto de moda en estos tiempos, los agregadores. Tenemos agregadores de todo tipo y sector, pero también tienen un fallo conceptual importante. Simplemente agregan y bajo el epígrafe que nos puede llegar a ser de utilidad podemos encontrar a más de mil personas. De nuevo, nos enfrentamos al proceso de criba por nosotros mismos. Es cierto que algunos de ellos suelen ordenar a estos profesionales en base a puntuaciones de usuarios, pero este criterio es demasiado subjetivo como para ser valorado de forma científica.
Este tipo de empresas no añaden valor, no incorporan filtros, ni certifican, y lo más importante, no asumen ningún tipo de responsabilidad en el proceso de selección. Ellos simplemente cobran la comisión, a veces al profesional, a veces al cliente, y los más espabilados de lugar, a los dos. No asumen ningún riesgo, ni te guían en el proceso, ni te dan soporte durante la resolución del problema. Simplemente se dedican a ejercer de comisionistas.
Así estamos de nuevo todos sentados en la sala de reuniones pensado que podemos hacer. Pensando que sería estupendo que existiera una empresa que pudiera certificar de forma fehaciente la calidad de un profesional mediante alguna norma estándar como puede ser SGE 900, valide el currículum y su experiencia profesional.
Si además de todo esto te entregara la foto completa del problema con todos sus ángulos e implicaciones, que encima te seleccionara el mejor grupo de expertos, sean estos de donde sean y trabajen para quién trabajen, para solucionar el problema sin estar sesgado por intereses personales o profesionales, y sobretodo, esté a tu lado durante todo el proceso, compartiendo la carga en la toma de decisiones.
¿A que sería fantástico poder tener a este tipo de empresa a tu lado cuando necesitas solucionar un problema?, Una empresa que sea independiente, que sea libre de seleccionar al mejor profesional sin ataduras contractuales, y que encima de todo, te guíe durante todo el proceso.
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