Lo mejor para la empresa o los usuarios
por Jose SalgadoA veces una empresa se enfrenta a decisiones moralmente complejas y que enfrentan a la moral pública con la moral corporativa. ¿Qué es mejor, buscar un beneficio social o buscar un mayor beneficio empresarial? Todos tenemos más o menos claros que una empresa necesita mantener un flujo de caja positivo durante el mayor tiempo posible si quiere sobrevivir, pero cada vez más, aunque sea solo por cuestiones de márketing, se intenta aparentar una cierta conciencia social. Dejando de lado que las empresas no son personas y no tienen conciencia, cuantas empresas sacrificarían beneficios, es más, ¿que CEO sacrificaría los beneficios de sus accionistas por tener mayor conciencia social? Me imagino que muchos dirían: depende.
Cerrando el mercado a la competencia
Esto lo hemos visto y lo estamos sufriendo en nuestro país en estos momentos. Cuando se dictaminó que el monopolio que varias empresas estatales debía pasar a manos de varios operadores privados, se mostró de forma fehaciente que no permitirían que nadie pudiera entrar en el mercado para hacer competencia. Se uso de forma constante la presión a políticos, contratación de los mismos (las famosas puertas giratorias), y un sistemático contubernio entre los que heredaron ese monopolio para reventar cualquier iniciativa que intentara cambiar el status quo. Es lo que ha pasado con las eléctricas, las gasolinas, etc…
Es obvio que cerrando el mercado y manipulándolo para mantener precios no acordes con el coste, estas empresas han aumentado su beneficio a base de que los usuarios paguemos más y nos veamos privados de una alternativa. ¿Esto es lícito?, o mejor dicho, ¿es moralmente lícito?.
Creando barreras artificiales
Eso ocurre de forma muy clara entre países o regiones que pueden legislar. Cada uno adapta su sistema para proteger, de forma más o menos encubierta, a sus campeones nacionales que decía aquel. También habría que decir que estos campeones son los primeros en dar asientos en el consejo de dirección de forma discrecional a los partidos que le dan cobertura, pero esto sería tema de investigación periodística y excede la reflexión de este blog.
Aquí podríamos incluir a las empresas como Monsanto, que fuerza a la compra de sus semillas. Sino fuera suficiente este ataque de ego que nos ha dado al suplantar el cliclo natural de sembrar, recoger y usar la misma cosecha para volver a sembrar, esta empresa nos fuerza a comprar sus propios pesticidas porque sus semillas están diseñadas para eso. La conclusión es que los agricultores se ven atados de pies y manos a estas multinacionales, independientemente de como funcione la cosecha.
Ocultando información
Suele ocurrir, sobretodo en monopolios tecnológicos, que aprovechando una posición de dominio se oculte información de como funciona un producto, dejando a la competencia sin posibilidad de reaccionar. Le ocurrió a Wordperfect cuando Microsoft lanzó Windows, que le escondía información, y ahora ocurre lo mismo cuando los formatos de Office se cambian cada poco para evitar una compatibilidad con aplicaciones de terceros, creando un mercado cautivo.
Sobrexplotando los recursos
Se da sobretodo en países del tercer mundo, y que quede claro que ahora mismo todos somos prácticamente tercer mundo. Una empresa aterriza, consigue el favor de poder de turno a base de lo que cualquiera podemos imaginarnos, y extrae todos los recursos dejando solo los residuos. La consecuencias son bastante claras, una región que después de dejarla diezmada, no ha experimentado un crecimiento equiparable a los beneficios que ha obtenido la empresa, para más datos podéis buscar en google Bhopal.
Entiendo la necesidad de la empresa de protegerse y de asegurarse su futuro, lo que no acabo de tener tan claro es que porcentaje de esta necesidad ha de pasar por encima del bienestar de la mayoría. O al menos, tengo muy claro que para conseguir este futuro se pueda usar todo tipo de trucos legales e ilegales para evitar sus obligaciones: sobornos, chantajes, asesinatos y hordas de abogados pagados a precio de oro.
Tengo la suerte de no haber estado en esta disyuntiva, quiero pensar que tomaría la decisión correcta, pero como suele pasar con la mayoría de personas, creo que tengo mejor opinión de mi mismo de la que realmente me merezco, por eso me gustaría conocer si es posible, el punto de vista de alguien que si haya tenido que lidiar con estas tesituras morales.
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