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Los tres pilares básicos de la motivación
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Siguiendo con la lectura del libro de Mónica Mendoza1, hoy me ha dado por hablar de la motivación. No voy a entrar en los temas de si ha de ser intrínseca2, extrínseca3, de las zonas Flow4 y todas estos conceptos, sino de algo mucho más básico: la ecuación que determina la cantidad de motivación necesaria para alcanzar un objetivo.

Se habla mucho de motivarse y alcanzar tus sueños, y estoy básicamente de acuerdo5, pero hemos de ser realistas y ser conscientes de que a pesar de estar bajo la presión cultural de los USA y que una persona puede conseguir lo que quiera, la visión más europea de que el individuo está sometido a variables sociales es una visión con la que particularmente estoy más de acuerdo.

Quienes somos

Antes que nada hemos de tener muy claro quienes somos y no suele ser una pregunta fácil de contestar. Aquí entrarían las capacidades que tenemos, las aptitudes que sabemos manejar, los contactos a los que tenemos acceso, el nivel de influencia, la solvencia financiera y por supuesto, nuestra inteligencia para aprender y adaptarnos.

La mezcla de todas estas variables nos puede indicar exactamente en que posición estamos, no es lo mismo partir con una buena red de contactos y soporte financiero que empezar desde abajo. Hay un abismo entre ser una medianía intelectual que tener un cerebro privilegiado y aprender diez idiomas en tres minutos sin despeinarse.

En resumen, no hay dos personas igual, ni ninguna empieza exactamente en el mismo escalafón social. Todos tenemos un lugar y ese lugar puede variar mucho en función de que estemos midiendo, pero lo miremos como lo miremos, siempre será diferente para cada uno de los siete billones de habitantes del planeta tierra.

A dónde queremos llegar

Si nuestro objetivo es ir de derrota en derrota hasta el fracaso final, obviamente no necesitaremos ningún plan. Pero si nuestro objetivo es cambiar nuestra posición en la escala, asumiendo que hemos medido correctamente nuestras capacidades para ubicarnos- tenemos que tener muy claro a dónde queremos llegar, cual es la meta a alcanzar.

Para unos puede ser convertirse en funcionario, otros ser tertulianos de algún programa de televisión y otros tantos simplemente querrán ser famosos, obviamente los cuatro gatos que quedan optan por ser emprendedores. Lo importante de fijarse esta metas es analizar los requisitos necesarios para alcanzarla. Si quiero ser famosa tengo que acostarme con un torero y para esto necesito estar dónde están los toreros, estar disponible -no se me ocurre una palabra menos hiriente-, quedarse embarazada, y así cada meta tiene sus propias necesidades, que sin ser suficientes por si mismas, son necesarias para alcanzar nuestro reto.

Con los datos de quienes somos y que queremos ser tendremos claro lo que hemos de incorporar en nuestro acervo personal, idiomas, finanzas, empatía, cirugía estética, una moral relajada, en resumen, esa serie de variables que no tenemos o tenemos poco desarrolladas y que hemos de cultivar si o si para convertirnos en esa imagen mental que hemos construido de nosotros.

Cantidad de esfuerzo.

Ya estamos más cerca, sabemos quienes somos, sabemos dónde queremos llegar y tenemos claro las habilidades que necesitamos, sean intelectuales, físicas o metafísicas. Queda el último paso, el esfuerzo.

La cantidad de esfuerzo vendrá dado por el diferencial entre el yo actual y el yo final, y nuestra propia capacidad de adaptación. Si somos hábiles con los idiomas, si nos toca aprender uno nuevo no será una gran dificultad y el esfuerzo no será alto, pero si nos gusta mojar pan incluso en los postres, el conseguir un cuerpo de esos que dilatan las pupilas de ambos sexos, incrementar la glándula salivar y dejar sin fuerza el músculo de las quijadas, tendremos que trabajar bastante para convertir el homenaje a Saturno que tenemos en la cintura en una tableta de chocolate.

Así que por cada habilidad nueva, por cada aptitud a incrementar y por cada característica a redefinir existe una cantidad de esfuerzo asociado. Si lo sumamos todo veremos la cantidad de esfuerzo que hemos de realizar para conseguirlo. Como le dije hace ya mucho tiempo a una amiga, todos podemos llegar a ser lo que queramos, pero no todos quieren pagar el precio por conseguirlo.

La motivación.

Finalmente, la motivación para alcanzar nuestro sueño ideal viene dado directamente por la cantidad de esfuerzo que necesitamos. No voy a negar que si lo que queremos conseguir nos gusta, la motivación puede ser menor, pero del mismo modo si el esfuerzo ha de ser prolongado en el tiempo la motivación puede diluirse más rápido que el hielo de un whisky on the rocks al sol de una terraza de Barcelona.

Todos hacemos promesas cuando estamos motivados, voy a dejar de fumar, voy a aprender idiomas, voy a dejar de escribir en el blog -esto es casi broma-, pero nos falta la constancia para mantener el nivel de esfuerzo necesario para conseguirlo. Quizás porque ha sido un pronto, quizás porque es objetivo no esencial o porque somos más hedonistas que Epicuro6.

Pero no todo es negativo, hay trucos para mantener la motivación y para esto la psicología se ha dejado los cuernos para darnos pistas, y por si fuera poco, los de marketing con su manía de inventarse cosas para seguir cobrando, han creado el neuromarketing7 para medir nuestra actividad en cualquier momento y situación, y de forma deprimente tienen más fondos para investigar que los propios psicólogos.

Para mantener la motivación podemos medir nuestros resultados y comprobar que poco a poco avanzamos, al menos esa es la idea porque cuando no avanzas la motivación tarda muy poco en hacer la maleta y marcharse. Otra línea a investigar es disfrutar de lo que estamos haciendo. Un ejemplo soy yo mismo, no soporto ir al gimnasio pero me encanta darme paseos largos porque me ayuda a despejar la mente. No es lo mismo, pero una hora caminando es un ejercicio recomendado y aunque no sudo como los que llevan ropa de color fosforito chillón, consigo controlar mi peso y además vuelvo con la cabeza mucho más clara y preparada para lidiar con el día a día.

Hay más técnicas, pero como dijo el Último de la fila, cada uno tiene sus pequeñas tretas para seguir en la brecha8. Es cuestión de que cada cual encuentre las suyas, y se lance a por lo que quiere porque al final, lo que te queda es lo que has intentado y no lo que has renunciado a hacer.


  1. Mendoza, Mónica. “Píldoras De Motivación Para Comerciales Y Emprendedores” 2016 http://www.amazon.es/P%C3%ADldoras-Motivaci%C3%B3n-Para-Comerciales-Emprendedores/dp/8416253528/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1452806348&sr=8-1  ↩

  2. Méndez Mollá, Andrea. @sentirbien “http://motivacion.euroresidentes.com/2013/11/motivacion–intrinseca.html” Euroresidentes, pasión por la vida. 2013–11–01 http://motivacion.euroresidentes.com/2013/11/motivacion-intrinseca.html  ↩

  3. Alemán, Javier. @dottorealeman. “¿Qué es la motivación extrínseca?” Psico Salud. 2013–06–01 http://www.psicosaludtenerife.com/que-es-la-motivacion-extrinseca/  ↩

  4. H. Pink, Daniel. “La sorprendente verdad sobre qué nos motiva”. 2010–09–03 La sorprendente verdad sobre qué nos motiva  ↩

  5. No renuncies a tus sueños, sigue durmiendo.  ↩

  6. “La filosofía de Epicuro afirma el hedonismo en la teoría ética y como modo de vida y rechaza el interés por la política y, frente a la reestructuración de la sociedad que, afirmaba Platón, era el objetivo del filósofo, prefiere un estilo de vida sencillo y autosuficiente encaminado a la felicidad en el que la amistad juega un papel fundamental.” Sánchez–Cerezo de la Fuente, José “La Filosofía de Epicuro” http://www.webdianoia.com/helenismo/epicuro_fil.htm  ↩

  7. Flores, Ana Paula. “¿Qué es el neuromarketing?” AltoNivel 2010–11–22 http://www.altonivel.com.mx/7086-que-es-el-neuromarketing.html  ↩

  8. Canción de el Último de la fila https://itunes.apple.com/es/album/insurreccion-en-directo/id1048590196?i=1048592422  ↩

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