Leyes del Management

En el mundo de los negocios existen leyes que no se suelen enseñar en los MBA por muchas razones, principalmente para evitar dar la imagen de que incluso los directivos más crueles tienen sentido del humor, retorcido, pero sentido del humor al fin y al cabo.

Al margen de aulas corren entre corrillos de alumnos alrededor de profesores que explican anécdotas reales que han vivido dándoles el título de leyes inmutables que siempre se cumplen sea cual sea el modelo de gestión que se intente implementar.

• El principio de Peter: Afirma que a las personas que realizan bien su trabajo se les promueve a puestos de mayor responsabilidad, a tal punto que llegan a un puesto en el que no pueden formular ni siquiera los objetivos de un trabajo, y alcanzan su máximo nivel de incompetencia.
• Ley de Pareto: el 20% del esfuerzo destinado a una tarea genera un 80% de los resultados.
• El primero, golpea dos veces: Da igual ser el mejor, ser el primero que viene a la mente de un cliente siempre es una ventaja.
• Lo perfecto es enemigo de lo bueno: Esta se autoexplica sola.
• La ley de la costumbre: Cualquier acción que no tenga una explicación lógica, será considerada política de la empresa.
• etc…

Pero de todas estas, me quedaré con la más importante de todas y que son las Leyes de Murphy y de las cuales no soy un absoluto fan, sino uno de sus más fieles sufridores.

Para los que no lo sepáis hace dos días me robaron el portátil, pero gracias a que soy una persona que habla de usted al señor Murphy, vete aquí mis conclusiones.

Como soy como soy, tengo activado el sistema de localizar el portátil, porque la vida es muy suya. Ahora tengo la suerte de saber donde está, pero no puedo ir a por él por recomendación de las fuerzas del orden, lo cual no ayuda a mi nivel de crispación.

La segunda opción que soy muy fan es la de tener el disco duro encriptado, así que por si les da por desmontar el cachivache no pondrán hacer nada que formatear el disco.

Y la tercera, que esta es la parte importante, tengo todo copia en la nube y en un disco externo que siempre se queda en casa, con lo que al final, el disgusto no pasa por perder toda la información sino por el impacto de comprarme un ordenador en las cuentas.

Con lo que mi conclusión es sencilla y genuflexa ante las vicisitudes de la vida. Da igual lo que hagas porque al final siempre ocurrirá algo que no estaba previsto, con lo que sigue el ejemplo que me ha ocurrido a mi y a tantos otros y estáte preparado para las desgracias.

A mi, que ya peino canas, me ha pasado de todo, desde que una persona me tirará el zumo de naranja encima del portátil en el AVE, con las consiguientes risas de la placa base, hasta quedarme tirado en un aeropuerto sin hotel disponible… la vida, te da sorpresas y más allá del cabreo, enfado e insultos en arameo, toca estar preparado de antemano para lidiar con estas circunstancias.

Dicho esto, es importante la actitud, mantener la calma y la templanza en las primeras horas es importante para reducir el impacto de cualquier desdicha y no dejarse llevar por sor plañidera y don victimillas.

Y dicho estoy, vamos a ver como podemos campear este contratiempo con la mayor dignidad posible.