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La Comunidad

La comunidad y sus nodos

por Jose Salgado
Marketing | Tecnología | 

La teoría es un campo extraordinario, lo único que se necesita es un papel, un lápiz y empezar a desarrollar hipótesis, normas, principios y todo ello con más o menos lógica y con una buena estructura. Durante un tiempo yo he estado caminando por esos caminos del intelecto, pero por más por suerte que por voluntad, me ha tocado intentar verificar las hipótesis con la realidad y es cuando las ideas tienen que asumir que no tienen mucha aplicación cuando las sueltas al mundo para que convivan con los datos y los comportamientos.

He estado mucho tiempo dedicado a temas de gestión de grupos, comunidades de práctica, redes sociales, y cuando digo dedicado me refiero a que no he hecho presentaciones ni cursos, sino que he trabajado en ellas. Muchos de los análisis y conclusiones que hacíamos eran puramente estadísticos y basados en los datos, en consultas y en las cientos de opciones que nos da la estadística y las ciencias sociales para encontrar algún significado a un galimatías que no somos capaces de comprender.

En estos momentos, estoy alejado de todos estos temas a nivel profesional, pero tengo la ocasión de vivir lo que es una comunidad de una forma más directa y con menos datos numéricos y más sensaciones. Como padre que soy pertenezco al AMPA y hablo con padres y madres y ves en directo como todas tus teorías o se validan, o se completan o simplemente hay que lanzarlas a la basura. Con esta vivencia experiencias que estoy sufriendo puedo obtener varios principios.

En toda comunidad existen tres grupos básicos, los que no participan, los que colaboran y los que molestan. Quizás suene un poco duro etiquetar a alguien como molesto, pero si queréis usamos el concepto de trolls que es el que se usa en internet.

Partiendo de esta base, el objetivo de todo grupo es expandir los que colaboran para que se amplíe la base y los lazos de union entre todos los miembros. Con esto no digo que todos tengan que ser amigos, pero si que existan nodos de conexión que ejerzan de centro de gravedad para los diferentes tipos e intereses que existen: los que hacen deporte, los que prefieren actividades intelectuales, etc… estos nodos son los que han de ejercer como evangelizadores entre sus propios dominios y ayudar a convertir al máximo numero de personas para tener la cadena de influencia e información lo más extendida y sólida posible.

Luego están los que ayudan, que suelen ser más de los que aparecen nominalmente pero por razones de falta de conexión con supranodos, quedan descolgados de las actividades de colaborar con los objetivos de la comunidad.

Por último, los trolls. Personas que están efectivamente conectadas, pero no tanto para aportar sino para obtener información y usarla para atacar y desacreditar a los que están colaborando así como a los que lideran el grupo. No digo que sean malas personas, pero está claro que no pueden gestionar que una opinión diferente a la suya sea la mayoritaria, como mínimo mayoritaria cuando se realizaron las elecciones. En vez de crear un sistema de crítica constructiva se orientan más a desactivar y, como es habitual, a ganar más por errores del contrario que por aciertos suyos.

Sobre estas capas tenemos personas que bailan entre varios grupos y que su principal filtro es su disponibilidad, ser padres requiere de un nivel de ingresos y eso significa tener menos horas libres para dedicarlas a colaborar.

Con este nivel, y después de haber visto pasar a varias AMPAs, tengo claro que lo que hace que una asociación funciona es la fuerza de su interconexión entre miembros, porque no puedes cambiar los grupos y los porcentajes van a ser más o menos siempre los mimos: un 10% colabora, un 5% se queja de todo y un 2% soporta la carga de todo el sistema.

Personalmente yo he colaborado siempre que he podido, y cuando he podido y no lo he hecho es por la sencilla razón que no tenía ningún nodo al que estar conectado. Han necesitado personal pero ni yo lo sabía ni ellos sabía que podía colaborar, una oportunidad perdida para ambos y para que los objetivos se alcancen sin tener que acabar quemando a los que han dedicado su tiempo libre a mejorar la vida de nuestros hijos.

No se si tiene solución, porque año tras año se enfrentan a los mismos problemas, pero creo que con una buena comunicación, unos buenos evangelizadores, y una buena red de contactos interna entre los padres del colegio se pueden conseguir objetivos que pueden parecer imposibles.

Aunque antes de emocionarnos, esto implica esfuerzo, implica picar piedra y caminar los primeros metros solo, aguantando estoicamente como la gente te señala con el dedo y como muchos miran a otro lado y otros pasan sin dase cuenta. Son los principios los que son duros, pero si el cuerpo central está coordinado, el mensaje es claro, el objetivo aceptado, con paciencia, sacrificio y comunicación se puede crear una dinámica que puede hacer que el colegio de tus hijos sea también tu colegio.

Así que no preguntemos tanto que puede hacer el AMPA por mi, sino que puedo hacer yo por el AMPA. Pregunta al coordinador de la actividad de tu hijo, intégrate en las conversaciones, opina cuando tengas algo a mejorar, mantén silencio sino tienes soluciones y se generoso en la medida de tus posibilidades con tu tiempo para colaborar, porque en el fondo, es lo que más escasea.

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