Enviado por Jose el
Talento hay, pero no siempre en el mismo lado
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Parece ser que somos todos tontos, lo cual es parcialmente cierto. Soy de los que cree que este exceso de información ha conseguido que un gran porcentaje de la población sea un maestro de todo y experto de nada. 

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, muchas empresas, y sobretodo asociaciones de empresarios y sus respectivos gurus nos insisten una y otra vez que falta talento en este país, que las empresas lo buscan y no lo encuentran. Podría reírme de ellos, pero sería un gesto muy poco diplomático a la par de ser un suicidio profesional porque yo mismo estoy en paro y como efecto colateral estoy intentando crear una empresa, así que crearme enemigos en esta situación no es lo más inteligente. No obstante, lo que si puedo recordar esa frase sacada de las sagradas escrituras, Mateo 7:1-5, que reza así: ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.

Si asumimos que lo que dicen estas buenas personas es cierto, habría que investigar que es lo que ha llevado a una de las generaciones con más formación y más titulo por CV que cualquier individuo de pasadas décadas.

La primera opción y las más obvia es que la formación actual no solo no nos prepara para el mundo laboral, sino que además provoca que muchos estudiantes abandonen su estudios. 

Otra opción interesante es que el coste de formación sea demasiado elevado y que su retorno de inversión a la hora de buscar trabajo no sea rentable. Esta es un punto de vista muy economicista de la realidad, baso en el clásico retorno de inversión. Si sumamos el tiempo más el dinero, que en función de que universidades y carreras es una suma importante, y lo comparamos con los sueldos que se pagan, está claro que el ROI no es nada positivo. Así que de forma inconsciente la gente no se forma porque sabe que invertir casi cinco años de su carrera y mínimo unos diez mil euros a cambio de un trabajo de ochocientos euros, los números no cuadran.

El problema que ve, más allá del lamentable estado de nuestro sistema educativo, creo que recae en el cortoplacismo de nuestras empresas. Puede que el sistema no funcione, pero eso no quita que existan personas con talento y capacidad. Las empresas, en vez de pagar a los profesionales que existen ya en el mercado, o bien contratar a los que pueden llegar a ser excelentes mediante formación, su estrategia es quejarse y pagar todavía menos a los potenciales candidatos y no invertir ni un euro en formación.

Con este panorama, es lógico que los que si se han formado y son excelentes opten por emigrar. No tiene ninguna lógica financiera quedarse en el país para que no te valoren, no te paguen y no apuesten por formarte. Es casi de crimen las ofertas laborales que se ven actualmente por las webs de empleo, cómo se está exprimiendo el mercado aprovechando la crisis que no sigue azotando y pedir profesionales con experiencia de cinco años, dos idiomas, conocimiento de tres o cuatro áreas a cambio de un sueldo que no llega al de mileurista. 

Seamos serios señores empresarios, si pagamos cacahuetes contrataremos monos. Si realmente creemos que la calidad es importante, que nuestro equipo humano es nuestro principal recurso, creo que ya va siendo hora que lo demostremos de alguna forma más palpable que escribir una frase en una presentación para otros empresarios tan cortos de vista vosotros.

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