Enviado por Jose el
Por qué mi empresa me envía spam
Marketing | Gestión de Empresas | 

La comunicación interna es uno de esos misterios que hay en todas las empresas, sobretodo en multinacionales con varias sedes en distintos países. Suele ser como el departamento de RRRH, que todas tienen uno, pero pocas lo usan adecuadamente. En RRRH, como les gusta llamarlo ahora, Gestores de Personas, es que se les relegue a la gestión de nóminas, o con suerte, gestionar un buzón de sugerencias que está enlazado directamente con el departamento de gestión de residuos. En comunicación pasa más o menos lo mismo, su función suele ser el enviar muchos correos, a cada cual más absurdo, y si es posible, sin que tenga ninguna relevancia para el remitente.

Suele ocurrir que a pesar de la poca habilidad de gestionar bien la comunicación, las empresas… bueno, mejor dicho, los trabajadores de las empresas tienen y han de comunicarse entre ellos, por lo que acaban montando sus sistemas. Esta gestión se basa en un principio básico, yo mando y tu no, con lo que se empiezan a montar listas de distribución y te van añadiendo en una u otra, no en función de tu rol o trabajo, sino por criterios tan absurdos como si eres agorafóbico o si te gusta Justin Bieber. Una vez que alguien, que ni te conoce y que tampoco ha hablado contigo, te coloca en una lista, viene la parte más divertida, el uso de la misma por parte de los empleados.

A priori, estas listas están creadas para uso profesional y la optimización de recursos, así que tu empiezas a recibir correos de estas listas, pero como te han colocado sin más en ellas, te llegan mensajes sobre procesos en los cuales no estás involucrado, no te afectan, no te afectarán y es más, te importan un pimiento. Pero claro, aunque sea por pura casualidad, en estas listas hay gente que si está involucrada, así que se crean conversaciones que tu tienes que borrar. Pero ojo, no puedes poner filtros, porque del mismo modo que a ti te trae al pairo lo que dicen, también ocurre que hay temas que si te interesan y en los cuales tu generas conversación, con lo cual también estás causando hastío en otros empleados. Conclusión, te toca leer los mensajes e ir borrándolos uno a uno con el lógico incremento de la productividad.

Pero como el roce hace el cariño, al final estas listas se acaban usando también para temas personales, con lo te acabas enterando de que Paco cumple años, o que hoy le toca a John invitar a cervezas, todos estos mensajes cargados de slang propio del país o directamente escrito en la lengua propia de cada sede, con lo que no te enteras de nada.

Al final, por presión, estas listas caen bajo el peso de la demografía. Donde haya más gente, más mensajes se enviarán y se acabará imponiendo la lengua de esa sede, con lo cual te puede llegar a ocurrir que te llegarán mensajes que no solo no te interesan, sino que además no entiendes.

Por otra parte, tenemos los mensajes automáticos. Altas diarias, activaciones, etc… un largo listado de información que en vez de llegarte toda junta, te llega individualmente, para que puedas tenerlos todos ordenados por carpetas.

Siguiendo con el correo, hay que sumarle las comunicaciones oficiales, si, esos mensajes que llegan las semanas con dos Jueves, donde nos informan de actividades tan excitantes como lo divertido que es hacer paracaidismo, o lo fantástico que es el empleado del mes. Todas son noticias vibrantes y que te llenan el cuerpo de emoción y satisfacción a partes iguales.

Cuando hemos llegado a este punto, es la fase divertida de que por un agente misterioso, tus mensajes no se reciben. Si, tu envías preguntas pero nadie te responde, así que acabas concluyendo que tienes un problema con el correo, no que tus compañeros te ignoren.

Todo acaba con la conclusión de que te pasas más tiempo borrando mensajes que trabajando, y lo curioso del caso es que al final, para comunicarte, acabas usando el teléfono para no atiborrar a la gente con Spam.

Conclusión. Yo no soy un profesional de la comunicación interna, pero soy un gran fan de la información procesada y relevante. A su vez, creo que cualquier proceso empieza a nivel interno, y si quieres comunicar, empieza con tus empleados.

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