Enviado por Jose el
La generación Peter Pan va armada con Whatsapp
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Si ya la lo decía mi abuela, nuestra generación nunca pasó hambre. Nuestros padres se dejaron los ojos, los riñones y otras partes del cuerpo para que tuviéramos un futuro mejor. Quizás se equivocaron al sublimar sus propias fustraciones y traspasar a sus hijos su deseos, pero en este proceso se ha creado una generación que no cesa de fascinarme. Acostumbrados a tenerlo todo con esfuerzo cero, y sin ser consciente del coste de la vida.

La última tontería que afecta a estos temas es lo de Whatsapp, que va a ser de pago y todos tirándose de los pelos gritando en hebreo y demás lenguas muertas (y pensar que nunca pasaron de el suficiente en latín) quejándose de que esto era un robo. Una vez ya se calmaban porque era obvio que Brian Acton (uno de los fundadores de Whatsapp) no vendría a decirles curita sana, curita sana, sino cura hoy curará mañana, sacan su móvil de más de quinientos euros y empiezan a avisar a todos sus contactos, más o menos con su misma lógica de negocio: no pagar por nada porque yo valgo más que eso.

Y con esta tontería que dan ganas de legalizar el aborto retroactivo o crear un curso especial de la ESO para ESOS, todos los medios como locos hablando del tema. Pero vamos a ver caballeros, ¿Whatsapp es una empresa?, ¿Paga impuestos?, ¿Paga a sus trabajadores?, ¿Paga los servidores?, pues ha de generar ingresos, y la forma normal de toda la vida es cobrándolos. Si, que hay servicios que son gratis, por supuesto, pero esto es debido a la moda de incrementemos la base de usuarios y luego ya veremos como monetizamos. Con esta filosofía Tuenti acabó en manos de telefónica, Youtube a los pies de Google, y si, los fundadores y VC se hicieron de oro a cosa de nuestra información. Porque esta gente vivía de nuestra información y los usuarios no vieron ni un duro. Vamos, que todavía me carcajeo con el caso del Huffintong Bluff, digo Post. La buena señora se dedica a fusilar noticias de terceros, a usar a bloggers que escriban por la patilla (izquierda preferentemente) y luego lo vende por una millonada, ¿y sabéis la respuesta a toda esa gente que había colaborado gratis?, ni un mechero ni nada, les sonrió educadamente y les enseño un dedo, no tengo claro cual, pero apostaría por el anular.

Seamos serios, si algo es gratis alguien paga por algún lado, y la publicidad no da para cubrir los costes. O bien vendes tus datos a Google, Facebook o alguno de esto y a cambio de que tu hagas todo el trabajo ellos te dan un servicio gratis. Pero lo que más me subleva es la absoluta falta de coherencia de personas que se gastan lo que no ganan en un año en un smartphone para quejarse que un programa cuesta la escandalosa cifra de cero coma noventa y nueve euros. Dios mío, que robo más grande, ni el asalto al tren de Glasgow.

Claro, luego vamos todos pensando en modelos de negocio que funcionen, y no hay manera señores. O acaso la gente se cree que un fontanero, que va a su casa, se tira al suelo, le arregla el water, ¿le bastará con que le enseñes las fotos tan chulas que hiciste con tu flamante teléfono para darse por pagado?, ¿o que le digas Ola K ase? Creo que preferirá unas monedillas de curso legal, más que nada para luego ir al bar y mientras se toma una cerveza reírse con sus compañeros del cliente ese que le quería pagar enseñándole fotos y dándole conversación.

Espero que esta fase de todo gratis, mira, me acabo de acordar de un comentario que leí en el Google Play sobre una aplicación: El programa es muy bueno y me es muy útil, pero la versión demo solo funciona cinco días y paso de pagar el 1,50 que cuesta, ¿alguien sabe dónde bajarlo gratis?. Con esto, los programadores, diseñadores, UX, y toda la panda, creo que va a programar para Rita la cantaora y no tenéis ni idea de lo que me voy a reír cuando ya no exista ni el Word, ni el FreeOffice y tengáis que usar todo una clásica Olivetti Lettera.

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