Enviado por Jose el
Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit
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No vamos a recuperar la fantástica lección de latín de la Vida de Brian, así que vamos a colocar la traducción al castellano de la famosa frase y procederemos con la idea fundamental del post de hoy:

Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro.

No voy  a negar que suena un poco enrevesado, pero a pesar de ello, es un concepto que se ha referenciado en la historia de la humanidad para explicar sus miserias y sus paseos por el lado oscuro. Quizás muchos la recordéis por la versión breve: Homo homini lupus, que vendría a decirnos que el hombre es un lobo para el hombre.

En el contexto empresarial, esta frase es una verdad todavía más hiriente. Cuando los mercados se cuentan por millones de usuarios, la competencia y los proveedores no son tratados como accesorios, está claro que dependemos mucho de nuestra propia escala de valores para no deslizarnos por una pendiente muy peligrosa. Es más fácil calcular en una hoja excel el número de despidos, el aumento de ventas o el recorte en proveedores, que bajar y comunicarlo cara a cara.

Tenemos que tener muy claros cuáles son nuestros valores, cuáles son nuestros principios y saber defenderlos. Siempre existirá un grupo de empresas, personas o cantamañanas que intentarán desacreditar lo que eres y lo que has construido, usaran tácticas de dudosa ética o estrategias que harían sonrojar cualquier gabinete de comunicación de un partido político. A veces lo harán por pura envidia, otras tantas por una simple eliminación de competencia - hay más mercado disponible - y la mayoría de las veces, es un triste reflejo de su propia ineptitud.

Creo que por eso es muy importante dar un paso adelante y exponer tus logros, tus metas, tus proyecto. Cuanto antes te enfrentes con la realidad, con el mercado, con las críticas, antes aprenderás a defenderte, a corregir los fallos -que los tendrás - y lo más importante, te empezarás conocer.

Una vez estés preparado, tendrás un arsenal para rebatir las críticas y los ataques. Será el momento de  minar a la competencia, ya sea real o potencial. Es aquí donde saber cuales son los límites, las fronteras que no has de cruzar, te convierte en una buena persona o te has convertido en una pieza más de un engranaje que no distingue nada más que una cuenta de resultados. 

Comprendo que es complicado resistirte a la tentación de eliminar a la competencia, yo soy el primero que desea borrarla del mapa. La pregunta es, ¿como piensas hacerlo?. Lo puedes hacer en buena lid, compitiendo en el mercado, o te puedes dedicar a socavar su credibilidad, cortarle acceso a productos, robarle empleados, o simplemente, sacar el talonario y una vez la tienes fichada, desmantelarla - esto es lo que paso con Tweetdeck  y algunos más que ahora no viene a cuento mentar- Es posible que el mercado y los clientes olviden este tipo de estrategias, y seguro que lo harán, pero mi miedo es saber si la persona que empezó con un sueño, ha acabado siendo un creador de pesadillas.

Se fuerte y se fiel a ti mismo. No dejes que las normas que te imponen unos accionistas que no saben como se llama la secretaria, que no le importa si a María de RRHH odie los guisantes, o que a Paco, el proveedor de material, haya pasado unos meses duros porque su madre estaba enferma. No, a ellos no les importa porque no los conocen, pero tú si. Y tú eres el que ha de marcar la diferencia.

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