Enviado por Jose el
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Imaginaos que vais a una fiesta, es una de esas fiestas donde dicen que todos pueden ligar y hacer amigos Os ponéis guapos, usáis colores de moda para que la gente intuya que eres un tipo moderno y actual. Preparas un discurso rápido para cuando conoces gente y poder seducirla. Te aprendes el discurso, te miras al espejo, y te das cuenta que ya estás listo: eres moderno, eres actual, y tienes un mensaje claro y contundente. El problema es que cuando llegas a la fiesta hay ciento cincuenta y dos millones de personas que han seguido tus mismos consejos y que dicen tus mismas palabras. ¿Como diantres vas a destacar entre toda esta gente?

Pero tu no te desesperas, intentas ser educado, socializar con todo aquel que pasa cerca, pero te das cuenta que solo te prestan atención dos segundos como máximo, y la mayoría son como robots que van dando vueltas como una roomba, chocando con las paredes y los muebles. Se paran delante tuyo, con los ojos en blanco y con una cara de vicio perverso y malsano te miran como si fueran a desnudarte, te preguntan que hacen, sacan un bloc de notas y apuntan cuatro cosas, y luego se van tal y como han venido.

Te das cuenta que estás pasando inadvertido, que nadie te hace caso, pero parece que hay grupitos de gente que si que está captando la atención. Sospechas que quizás sea inteligente hacer una pequeña banda para incrementar las probabilidades de ligar -si, vale, o hacer amigas-. 

Intentas captar a gente para que se sume a tu causa y formar un equipo, pero como tu eres tan invisible como ellos, no consigues que te hagan caso. Pero no importa, estás determinado a formar un grupo o a ser parte de uno, así que te vas a un lugar donde hay gente apiñada recibiendo visitas de otras chicas. Eres educado e intentas hablar con el que parece que lleva la voz cantante, pero parece que no tiene tiempo para ti y te ignora, así que acabas charlando con el que parece uno de sus acólitos. Le explicas lo que haces y que quieres, el te mira con cara rara y te acaba rechazando diciendo que su grupo no se dedica a eso, que lo suyo es el Human Panty y que tu eres más Marketing Juan tu Juan. La verdad es que el tipo no tiene ni idea, porque lo tuyo es las hacer calceta con los cables de los ratones que ya no se usan porque ahora son todos inalámbricos. 

Pero no te rindes, te has gastado unos buenos dineros en ropa y sales de aquí con alguien o no te llamas Chindasvinto. Vas a otro grupito, y luego a otro, y más tarde a otro. Al final encuentras uno que si tiene algo en común contigo. Estás contento, estás extasiado. Como te aceptan como a uno más crees que puedes empezar a ligar, así que cuando llega una chica al grupo para hablar, te adelantas a todos y con la mejor de tus sonrisas notas como los miembros del grupo te arrastran fuera de la escena y ponen en tu lugar al macho alfa, al líder, al gurú del grupo para que hable con la interfecta. Te acabas de dar cuenta que no es un grupo de iguales, es una manada y solo se acepta un líder. No se le discute, no se le quitan ligues sin que el los evalúe primero. Y lo peor de todo es que todos aplauden lo que dice el Macho Men  diga lo que diga, aunque sean burradas del tamaño de un portaaviones.

Triste, cabizbajo y con el rabo entre las piernas, vuelves a tu casa, llamas a tus amigos y acabas tomando unas cervezas y unas patatas bravas. Y te das cuenta que al final, las fiestas están muy bien, pero lo mejor es la gente que conoces con tiempo, sin prisas, sin tener que seguir un guión y unas normas, donde puedes ser tu mismo y no tienes que hacer seguidismo de nadie y ni encontrar un grupo que te proteja. Un lugar donde la amistad tiene más valor que una moda o una palabra técnica.

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