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Blog, blog y más blog

por Jose Salgado
Marketing | Tecnología | 

No voy a negarlo, suena bien cuando sueltas que eres director de marketing. La gente tiene la tendencia a pensar que te pasas la vida de feria en feria, viviendo la vida loca y gastando pequeñas fortunas en las cientos de redes que existen, que si Facebook, que si adwords que si redes de contenido, que te codeas con periodistas, que desayunas caviar y que cada noche te vas de cena con actores y famosos porque participan el los vídeos que publicas en tu canal. Una vida de lujo llena de personas famosas, dinero y mucha fiesta, cava -o champagne- y un sueldo que no solo te permite vivir sin mirar la cuenta corriente, sino que además, tienes tantos ceros que has de usar las dos manos para poder contarlos.

La verdad es que esta descripción muestra solo un lado de la realidad, porque también en estas posiciones tienes problemas que pueden estrenar y desquiciar a más de uno, pero siendo honestos, no hay muchas empresas con estos presupuestos de marketing y la mayoría de mortales desempeñan su labor en entornos con presupuestos más limitados.

En este caso, me gustaría hablar de los que ostentan el cargo en empresas que están empezando y el presupuesto que tienen de marketing es el mismo que se otorga a la guardería de la empresa, ni hay ni se espera que exista en los tres años siguientes. En estas situaciones, cuando por mucho que te rasques el bolsillo y lo único que sacas es pelusilla, es cuando hay que volver a las bases.

Con las bases no me refiero a lo clásico de usar las redes sociales para darte a conocer, sino a tener un blog, un lugar donde crear contenido -que ha de ser de calidad, original, orientado a sentimientos y que sea atractivo- para que puedas empezar a captar clientes. Acepto que hay personas que prefieren vivir sin el blog y volcar sus esfuerzos en Twitter y demás, pero creo firmemente que es más fácil captar si tienes un contenido propio, hospedado en tu servidor, con tu dominio.

Para que la estrategia del blog funcione, está claro que has de tener control del mismo, no vale que esté hospedado en un subdominio, que el control lo tenga blogger, wordpress o el hijo del quinto. Has de tener el control y poder modificarlo cuando quieras y de forma inmediata, ya seas tu o el informático de turno porque si dependes de una empresa externa que cada vez que cambias algo te cobra, es obvio que con un presupuesto de cero la inversión que puedes realizar tiende a cero y necesitas poder hacer pruebas, cambios y todas las ideas locas que se te ocurran.

La obsesión del control al tener presupuesto cero es que quizás tengas una idea genial y necesitas probarla y no puedes ni esperar ni pagar un desarrollo, por muy barato que sea o que sea instalar un plugin. Has de ser literalmente dueño y saber que puedes hacer, que podes controlar. Una vez tienes el blog ya puedes irte a pasear por las redes, buscar personas interesantes, proponerles ser guest blogger o publicar tus contenidos en otras plataformas, eso sí, con un enlace a tu web para que los buscadores te indexen mejor y subas posiciones.

Claro que esto de tener blog tiene una pequeña pega, necesitas escribir y que escriba bien, ya no tanto sin faltas de ortografía -se agradece bastante leer artículos sin que te sangren los ojos[1]- sino que sepan transmitir los valores, los conceptos, que emocionen y sobretodo -que estamos en una empresa y no en una reunión escritores frustrados- que conviertan las visitas en clientes. Esto no es sencillo y dado que no hay presupuesto toca rebuscar en la empresa al que mejor lo haga y aunque lo lógico es que sea el de marketing, muchas veces te puedes llevar la sorpresa que la mejor comunicadora es exactamente la persona opuesta a la que tenías en mente.

Resumiendo, usa el blog, es la piedra base -al menos para mí- de cualquier estrategia de marketing que se precie, tengas mucho presupuesto o poco, escribas tu, el vecino o Pérez-Reverte.

[1] Si lo se, los míos tienen faltas de ortografía, que le vamos a hacer :)

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