¿Debería de existir un salario mínimo?
por Jose SalgadoTener un amigo consultor hace que las tertulias de cafe tiendan a ser interesantes, y como a ni no me faltan ganas para llevar la contraria a la gente, especialmente si se dedica al noble arte de vender humo como es la consultoría, podríamos decir que siempre vuelvo a casa barruntando alguna que otra idea interesante.
La polémica ha venido cuando hemos empezado a hablar de un salario mínimo digno. Un salario que por trabajar las cuarenta horas semanales, uno pueda tener un nivel de vida decente. Aquí empiezo con varios problemas teóricos, a pesar de que estoy a favor de la medida. Lo primero es saber que es digno, tengo la sensación que esto incrementaría la inflación y tercero y más interesante, ¿cuanto vale nuestro trabajo realmente?
Que es un nivel de vida digno
Esta es una muy buena pregunta, asumo que sería tener una vivienda y poder pagar los gastos básicos como comida, agua, luz, gas e internet. Sumado a esto, tener un margen del diez o veinte por ciento para comprar ropa y algún que otro momento de ocio. Por lo que he mirado, existen pisos que cuestan unos quinientos euros al mes con todo incluido, pero tendríamos que añadir los costes de comer y algún que otro capricho, con lo que nos podríamos ir a un salario digno de unos ochocientos euros al mes.
El problema es que estos pisos, por llamarlo de alguna manera, son de unos diez metros cuadrados, con lo que es impensable para parejas, y menos para personas con hijos. Con lo que nos planteamos con otro problema, aceptamos un solo sueldo base o lo modificamos en función de la situación socio-laboral de cada uno, y si es así, ¿porqué?
Subir sueldos para que todo suba igual
Otra de las preocupaciones que tengo, es que puede que al subir los sueldos, suban los precios. Dicen que hay una relación directa entre uno y otro. Pero lo que parece cierto es que habrá más liquidez y debería fluir el dinero, y soy de los que piensa que el dinero está mejor en mi bolsillo que en el bolsillo del estado. Este flujo de dinero debería hacer funcionar la economía un poco mejor aunque implique un incremento de precios… pero si hay un incremento de precios, también se incrementarían los costes y debería de subir el salario mínimo. En fin, que en este punto nos quedamos encallados porque nadie era economista y se nos escapaba bastante el tema.
Cuanto vale nuestro trabajo
Y esto es la madre del cordero, el punto fundamental de toda el café que hicimos. Como medir lo que aportamos a la empresa, cual es el valor que añade una persona en la cadena de valor. Pagamos por ese valor o pagamos por el tiempo que tenemos a esa persona bajo contrato. Parece que un freelance se le paga por el valor, entrega un proyecto con unas condiciones en una fecha determinada, pero el encargado de vigilar un parking funciona por un uso del tiempo, no hay proyecto ni fecha límite.
El valorar este punto es complejo, pero podemos usar un sistema comparativo dentro de la misma empresa y ver los diferenciales de sueldo dentro de la empresa. Si entre escalas en la empresa las diferencias sobrepasan el veinte por ciento, se podría afirmar que uno de los dos trabajos están mal valorados. Pero otra vez, depende mucho del sector y la responsabilidad final que ha de asumir el mando superior.
Es una pregunta compleja y sin respuestas fáciles
Y esto es lo importante, no por ser una pregunta difícil es una pregunta que tengamos que evitar. Hay que trabajar y volver a trabajar para entender el problema. Hay que generar un modelo donde todos podemos tener un entorno digno, y los que que aporten un valor diferencial, vean compensada esa diferencia. ¿Como hacerlo?, ni idea, ¿vale la pena?, si, porque el mercado no sabe regularse solo. Es muy útil para ciertos temas, pero para otros tiene serias carencias que a día de hoy han de ser solventadas con otro tipo de aproximaciones.
También te podría interesar
El economista manco
Cuenta la leyenda que el presidente de los Estados Unidos de America, Harry S. Truman comento a su gabinete que le enviaran un economista manco
Twitter, el pollo está en el horno
Hace muchos años, cuando no existía ni Google, ni la nube ni nada por el estilo, los ISP tenía que montar sus sistemas para funcionar de un modo continuo sin pasarse en los costes de mantenimiento, y creerme que era algo complicado allá por el año 95.
Ser diferente tiene un precio
Uno de los mensajes que mas me solivianta cuando aparece por internet es de Oscar Wilde, Se tu mismo porque todos los demas estan ocupados.