Enviado por Jose el
Pepinillos
RRHH | Finanzas y Seguros | 

Una de las peculiaridades de nuestro lenguaje, sobretodo si lo observamos en los perfiles de cierta edad a los cuales me gusta denominar panteras grises, es lo maravilloso de algunas las sentencias que brotan por sus bocas: hoy no valgo ni para tacos de escopeta, no está muy católico, se ha ido de picos pardos, y la que me ha inspirado el post de hoy, hay que buscarse las alcachofas. Como en mi generación somos medio idiotas y pensamos que nuestro idioma es menos importante que el de la pérfida albión, nos dedicamos usar conceptos que ya tienen su propia palabra, y como homenaje a este hecho diferencial de nuestra estulticia, he optado por traducirlo al inglés y dejarlo como seeking artichokes.

Esta es uno de los conceptos que más me inculcaron mis padres, dos entrepreneurs forzados, que a base de trabajar duro, dedicar muchas horas, sacrificar fines de semana, al final consiguieron sacar su negocio adelante. No esperaban que el estado, ayuntamiento o la incipiente autonomía de turno les ayudaran en la expansión de la empresa, ni tampoco que les guiarán a la hora de como exportar sus productos al extranjero, lo único que les pedían a todos los burócratas y funcionarios es que no les molestaran demasiado. Si ya es duro pelear día a día para llegar a fin de mes, sólo les faltaba un tecnócrata les añadiera otro impuesto, otra norma o cualquier idea genial que se les pasara por la cabeza con el único fin de justificar su posición, no la de ayudar al emprendedor.

A día de hoy mis padres ya están jubilados, y casi me encuentro yo en su misma posición, buscando salidas para poder seguir manteniendo a mi familia. Una de ellas es encontrar un trabajo por cuenta ajena, lo cual es complicado, y la otra es usar todo lo que he aprendido durante estos más de treinta años en internet y lanzarme a esto que se ha puesto de moda que es el ser emprendedor.

Tengo la suerte de haber vivido el proceso en mi casa, por lo que mucha de la casuística que me podría encontrar ya la conocía: muchas horas, mucho trabajo, invirtiendo mucho tiempo en establecer relaciones antes de establecer contratos, pero lo que jamás me hubiera esperado es que la administración, en vez de comportarse como pedían mis padres, que no ayuden pero que no molesten, veo que cada vez ponen más y más trabas.

Es fantástico cuando vas con tu buena fe a informarte de los procesos necesarios, no hay ayudas reales pero en los folletos afirman que si. El truco está en las condiciones que reclaman para poder entrar en sus procesos. He visto cosas tan surrealistas como ayudas  a Start-ups con más de cinco años de funcionamiento y facturación, otras que piden el mismo tiempo pero además que ninguno de los socios o fundadores sea mayor de treinta años, o tener el cincuenta por ciento del personal de sexo femenino (lo cual es un fastidio cuando sólo son dos socios y los dos hombres, y toca sortearse quién se cambia de sexo). En resumen, si, ayudas hailas pero no hay casi nadie que tenga derecho a ellas.

Lo molesto no es este marketing sobre las ayudas al emprendedor, lo que realmente me irrita profundamente son las trabas que ponen. Hagas lo que hagas, ganes o pierdas te toca pagar de antemano, no existe una situación donde si tu ganas la administración gana. Ellos cobran por adelantado, y pagan cuando.. bueno, ir a preguntar a los farmacéuticos cuando piensan pagar las deudas que tienen.

Si no fuera poco el que te coman vivo a tasas, impuestos, normas, trámites, visados, certificados, viajes de una institución a otra para pedir papeles que ellos mismos ya tienen, la gota que colma el vaso es cuando a papa estado le da el ataque paternalista y se pone a usurpar el espacio de las empresas privadas.

Tu preparas un proyecto, lo estudias, te reúnes con todos, miras las opciones, y te dejas las cejas, las pestañas, las lumbares escribiendo y analizando todas las matrices posibles (DAFO y afines). Cuando ya lo tienes todo, te enteras que las empresas no quieren tu servicio porque el estado no es que se lo de gratis, es que les obliga a usarlo para obtener alguna certificación, o directamente es una orden directa de que se use y punto. Ninguna empresa que tenga dos dedos de frente va a discutir con la administración y jugarse inspecciones de trabajo, sanidad, medioambiente o lo que sea, porque con la cantidad de normas que hay, seguro que alguna estará infringiendo. El resultado, acaba usando el sistema público gratuito que está mal diseñado porque no hay la motivación ni el incentivo para que funcione, y el cliente potencial, acaba odiando la plataforma y todo lo que representa porque se lo obliga a usarla, y si tiene alguna queja al respecto para mejorarla, nadie le hace caso.

Y aquí estamos, sin ayudas y siendo perjudicados, sigue siendo el momento de seeking artichokes porque nadie más lo va a hacer por ti y a pesar de todo, sigue existiendo un espacio para crear y crecer, pero como decían mis padres, no me ayudéis pero no me molestéis.

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