Los incómodos secretos que se ocultan tras la cara amable de la transición energética
La consecución de un nuevo modelo económico y energético se ha convertido en prioridad para gran parte de los países desarrollados. La agenda climática está ganando impulso gracias a las bondades y beneficios que generará un nuevo sistema energético basado en fuentes de generación renovable: un clima menos extremo, menor contaminación, independencia energética... Sin embargo la transición energética también será muy costosa y quizá desigual. Así de claro lo tiene, por ejemplo, Patrick Artus, uno de los economistas más veteranos del banco de inversión francés Natixis, que encuentra varias razones para creer que esta transición tendrá implicaciones muy dolorosas para ciertos segmentos de las población, del tejido empresarial y de la economía en su conjunto.
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