Un 2022 a la deriva: las señales 'duras' del BCE no le sirven al euro para capear el temporal

Los hechos respondían a cierta lógica: el BCE anunciaba este jueves en su comunicado tras su última reunión que sigue dando pasos en la normalización de sus políticas monetarias y el euro empezaba a subir. El endurecimiento se telegrafiaba con el fin de las compras de activos en julio, la subida de tipos en 25 puntos básicos también en julio y una posible subida aún mayor en septiembre. El euro subía hasta un 0,45% en su cruce con el dólar hasta los 1,076 'billetes verdes'. Sin embargo, según transcurría la rueda de prensa de Christine Lagarde, la divisa europea comenzó a retroceder hasta darse la vuelta, continuando su desplome después. La moneda común se ha dejado hasta un 0,6%, en los 1,065 dólares. En lo transcurrido de 2022, la moneda ya pierde más de un 6% ante la divisa estadounidense.

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