Las conversiones de contratos temporales a indefinidos se desinflan

La reforma laboral ha cumplido nueve meses sin lograr aprobar una de sus principales asignaturas pendientes: que las empresas opten por convertir los contratos temporales en indefinidos antes que prorrogarlos. Las peores perspectivas de los empleadores han hecho que se trunque la tendencia que parecía apuntar los primeros meses del año, cuando la norma no había entrado plenamente en vigor. Desde entonces, han retrocedido un 45%. En lo que va de años su peso sobre el total de los contratos indefinidos se ha reducido casi a la mitad respecto a los niveles de 2021.    

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