El BCE esboza una subida de tipos este mismo año para quien no sea capaz de verla

En los últimos años los bancos centrales se han visto obligados a asimilar que tienen que medir sus palabras con cuentagotas. Se han convertido en un actor tan importante para los mercados, que una palabra de más, o susceptible de malinterpretarse, se convierte en una fuente de volatilidad, en renta fija y en la bolsa.

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