Tiempos Duros

Esta semana ha sido interesante porque hay que cerrar los objetivos del año que viene y preparar las bases para pode conseguir los objetivos. Los tiempos no son de lo más amigable a nivel de negocios, pero eso no es más que otra variable que se ha de contemplar a la hora de prepararse, nunca una excusa. Y mientras pensaba sobre la situación que nos va a tocar pasar, me he acordado de un meme que vi en la red profesional por excelencia pero que a veces parece más un power point de algún autor pasado de hierbas medicinales. El dicho era el siguiente:

Los tiempos difíciles crean hombres fuertes,

los hombres fuertes crean tiempos fáciles,

los tiempos fáciles crean hombres débiles,

los hombres débiles crean tiempos difíciles.

No pasaría de ser una anécdota más de la vida a no ser que te encuentras con personas que vienen de estar entre algodones y vida regalada, ya sea porque han estado en posiciones que todo les venía de cada o porqué su área de confort nunca ha pasado por amenazas. Ahora, están desfasados, sin capacidad de análisis ni de tomar decisiones y culpando a agentes externos de su propia incapacidad.

Uno de ellos, arrastró un problema de fondo durante casi seis años y no hizo el más mínimo amago de intentar solucionarlo porque la estructura de la empresa soportaba este peso muerto sin tener que ensuciarse las manos. Ahora, cuando hay que mirar en cada rincón, en cada balance dónde recortar y dónde incrementar ventas, surgen las excusas de que se había heredado, que siempre se había hecho así y que si patatas.

La realidad, nos guste o no, nos acabará pasando por encima a todos y separará los preparados -que no necesariamente los buenos- de los que veían las olas pasar pensando en sus vacaciones.

Es lo que tienen los datos, señalan problemas que a veces, son menos problemas si los dejamos pasar que si actuamos sobre ellos. Usualmente, la primera reacción suele ser “pero para que te metes si no molesta a nadie” o “si lleva toda la vida aquí” o “es que tenemos una relación de años” a pesar de no cumplir, entregar el producto tarde, pagar peor y generar mala reputación para toda la empresa con su actitud con los clientes, pero claro, lleva toda la vida con nosotros, al igual que ese sándwich que hay en la nevera, que lleva más tiempo en la empresa que el fundador.

Pero como decía, al final quedarán los que con sus propia estructura moral, de valores y fortaleza, pasarán la crisis que nos viene y criarán la siguiente generación de personas que serán capaces de levantar no solo su empresa y su área de responsabilidad, sino que se extenderá a su familia, amigos y allegados, convirtiéndose en el faro que alumbra a los que a veces están perdidos y buscan un referente.

Y esta es la clase de personas que estamos a punto de lanzar al mundo, así que no todo es negativo y de todo se puede aprender algo, y sino puedes, pregúntate porque culpas a otro en vez de a tu propia carencia de conocimientos para reconocer un nuevo paradigma y forma de entender la vida y los negocios.