Enviado por Jose el
Los de RRHH están jugando con fuego
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Lo de hacer networking, conocer gente e intercambiar información y puntos de vista con diferentes personas de diferentes perfiles tiene muchas ventajas, amplias tu ángulo de visión, ves problemas que sería complicado que conocieras desde tu particular punto de vista, y conoces muchas inquietudes que afectan a un amplio espectro de población. Ultimamente, la mayor parte de capítulo quejas viene por la gestión de estos señores de RRHH y su forma de actuar. 

Históricamente, o al menos la sensación real que tengo yo del departamento de RRHH es como ese aparato de videoconferencia. A nadie le gusta usarlo y nadie entiende como funciona, pero todos quieren tener uno.

Este departamento tiene básicamente dos tipos de clientes, los que ya trabajan en la empresa y los que quieren trabajar en la empresa. Y de un modo desolador, en los dos vectores están fracasando estrepitosamente a pesar de que a muchos se les llena la boca con frases estilo, nuestros trabajadores son nuestro mejor recurso. Acepto que no toda la culpa es suya, pero si se le puede señalar con el dedo cuando no consiguen mantener a la plantilla motivada, integrada, concienciada y preparada.

Resulta bastante indignare para todos los candidatos a un puesto de trabajo, la manera que los tratan. Filtros y más filtros, y test y más test y nunca llegan a hablar con una persona real y si el proceso de selección se corta, no avisan ni envían un email diciendo que les han descartado. Y lo mejor es que si preguntan porqué, para ver si pueden mejorar en algún aspecto, no contestan o lo peor de todo, sueltan la frase estándar de humillación que todos hemos oído alguna vez: me gustas como amigo, que no da ninguna información y a la vez, consigue hundirnos en la miseria. Si esto no fuera suficiente, cada vez piden más esfuerzos, que si escribe una carta de motivación, que si hazla a mano, que si envíame el certificado de penales, el libro de familia y que desayunaste los tres últimos meses. Resultado, se tiran dos horas preparándolo todo y ellos mareándoles para no decir nada en absoluto.

Y a nivel interno, la historia no mejora. No hay formación, no hay promoción, no hay conciliación, no hay comunicación, y visto que no valoran tu trabajo, quieren irse pero se encuentran con el anterior párrafo y optan por aguantar, decir que si a todo y no discutir esperando tiempos mejores. Y los de RRHH sacan pecho porque no hay quejas, como las va a haber si nadie se atreve.

Al final ocurre lo que lleva ocurriendo, ya son bastantes los que han hecho las maletas y se han ido al extranjero y aquí seguimos todos con cara de tontos. Y llegará el día que quizás salgamos de la crisis y entonces, puede que algunas empresas empiecen a perder personal clave y RRHH no sabrán por donde le vienen los tiros y usarán la estrategia estúpida por definición, subir sueldos, con lo que se quedarán con los mercenarios y no con los comprometidos con un proyecto. Triste.

Viendo lo que vemos tiene gracia que ahora, a la directora de RRHH le llamen Chief Person Officer, o comúnmente llamados CPO. Yo, como soy un cínico, la P pienso que no es por person, es por otra cosa pero para que vamos a discutir ahora por las siglas.

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