
En este inicio de año tan alcista para la renta variable, los activos refugio como el oro, en teoría, deberían haberse contraído dado que la aversión al riesgo en este 2025 parece seguir estando en niveles bajos. No obstante, ya el año pasado sucedió que pese a que este miedo al riesgo apenas apareció viendo el fuerte rebote de las bolsas globales, el oro protagonizó un muy buen año con un ascenso del 36% gracias, sobre todo, a la fuerte demanda que los bancos centrales están teniendo sobre el metal para sus reservas.
El Economista | Finanzas | Extracción de recursos naturales y minería |
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