Enviado por Jose el
Deporte en tiempos revueltos
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Es mejor caer en gracia que hacerse el gracioso pero no me he podido resistir a retocar el nombre de la serie[1] para titular este nuevo post en este año que acabamos de estrenar. Creo que a nadie le puede sorprender que el tema del 2020 y que va a seguir en primera plana de todos los medios y tertulias ha sido el coronavirus, y para los que nos encanta el baloncesto de formación, como está afectando a los clubs de barrio.

Mantener un equipo no es precisamente barato. Jugar en ligas como LEB, EBA o similares, tiene unos costes de estructura que hay que cumplir por normativa o se ha de renunciar a la categoría, y en muchas ciudades no hay grandes instalaciones para el deporte. Para colmo de males, no hay muchos lugares donde practicarlo. El resultado de escasa oferta y una gran demanda suele ser un binomio muy bien estudiado por la ciencia económica: suben los precios[2].

Aquí quiero hace un inciso y tirarle de las orejas a nuestro ayuntamiento, el de mi cada vez menos querida Barcelona. Después de que varios padres enviáramos cartas preguntando por la escasez de pistas exteriores de baloncesto[3], a diferencia de lo que ocurre en Badalona, Cornella, etc.. y siendo de un barrio que hay más árboles que plazas, más jabalíes que perros y hay más campo que aceras, la respuesta que nos dio la munícipe fue desoladora: no hay espacio suficiente para colocar una simple canasta de baloncesto. Creo que el deporte les importa poco tirando a menos, y sus prioridades están enfocadas en otro tipo de colectivos más a fines a sus ideología, dejando de lado a los niños que quieren jugar, un crimen tremendo a sus ojos.

Volviendo al tema, a nivel financiero los clubs cuentan con las cuotas de sus socios, lo que cobran a los niños por jugar, los patrocinadores que tienen a bien apoyar el club de su barrio para que mantenga la categoría o mejore las instalaciones o lo que crean oportuno la junta directiva y poca alternativas más existen. En estos tiempos donde todas las categorías que no sean nacionales están paradas, las líneas de ingresos se ven reducidas ya que muchos clubs, aplicando una política de honestidad, no cobran a los padres[4] porque no juegan aunque a veces entrenen. No obstante, algunos de sus equipos siguen compitiendo porque están en competiciones de ámbito estatal.

En este contexto es donde los puristas dirían que empiezan las tensiones de tesorería[5] ya que siguen obligados a jugar en las categorías más costosas y no tienen los ingresos de las categorías inferiores, dejándole sólo a base de patrocinadores. En este contexto, atraer a más empresas y fidelizarlas es uno de los objetivos claves de todos los clubs. Se pueden ofrecer alguno de estos puntos, o varios a la vez, para atraer patrocinadores.

  • Nombre en la camiseta
  • Logo en la pista: zona de tiros libres o medio campo.
  • Pancarta en el pavellón
  • Pancarta en los laterales de la pista
  • Añadir el nombre al del club o cambiar directamente el nombre
  • etc..

Pero a día de hoy, quitando el último, ¿qué sentido tiene pagar por estar en una pista que está cerrada al público?. La idea que está detrás de cada empresa es que su marca sea visible y ganar clientes, lo cual es complicado si no tienes espectadores. Sería como poner publicidad en una televisión sin audiencia, un sinsentido.

Para intentar solventar esta situación y crear un entorno que pueda ser usado como palanca en el futuro, es usar este confinamiento para implementar soluciones de streaming, que viene a ser emitir en directo un evento. Esto serviría a dos propósitos, uno éticamente admirable y el otro en el ámbito más pecuniario.

El primero sería mantener la presencia del club y del deporte en el barrio, permitiendo que sus fans -normalmente padres y ex-jugadores- puedan seguir a su equipo preferido. Esto ayuda a mantener las relaciones interpersonales y crear estructuras más sólidas entre el tejido de la sociedad.

El segundo, para que los patrocinadores encuentren un sentido al dinero invertido. Aparecer como patrocinador en un partido, no solo en las vallas o en las pistas, sino con vídeos insertados en los tiempos muertos o en los intermedios, ser la marca que destaca el momento de la jornada, o el jugador más valioso. Estas tácticas de comunicación crean una presencia más fuerte en la mente del consumidor que un simple logo colgado en una lona de dos por dos en el fondo de pabellón.

Por otra parte, y casi se me pasaba por alto, ayuda a la captación de talento y tener más equipos con más calidad, sabiendo que más equipos son más ingresos y más calidad ayuda a convertirse en referente del deporte, lo cual es muy importante para repetir el círculo de captar talento.

De momento ya son unos cuantos equipos de varios deportes que han apostado por dar este salto y nosotros, desde nuestra humilde posición de aficionados y padres, estamos colaborando en ello.


[1] Amar en tiempos revueltos. TVE

[2] Exceso de demanda. Economipedia

[3] Pistas de baloncesto en Barcelona.

[4] Lima no cobrará cuotas. Lima Horta

[5] Tensión de tesorería. Ambit Assessor

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