Como motivar a tu equipo: diez trucos básicos
por Jose SalgadoAhora que estamos solos, ¿tú también estás hasta las narices de tus trabajadores?, siempre están igual, que cobran poco, que no están motivados. Realmente son unos pesados todo el día con quejas y lamentos y al final te toca a ti solventar la papeleta. Si, es verdad, realmente cobran demasiado para lo que hacen, y encima se lo toman todo a la tremenda cuando recalcas que en el fondo, ellos no tienen ni idea y deberían dar las gracias por no despedirlos a todos. Es que es verdad, no hay manera de trabajar si cada cinco minutos has de ir a corregir lo que hacen y responder dudas que hasta un niño de tres años y con dos neuronas sería capaces de responder. Sino fuera porque en el fondo le tienes un poco de cariño, los cambiarías a todos por unos becarios recién salidos de la facultad, que así los puedes explotar un poco, aguantan más horas y se quejan menos.
Si quieres acabar con esta situación, aquí te propongo unos cuantos trucos básicos, unas pequeñas píldoras de sabiduría que te harán la vida más fácil y tener a tu equipo realmente motivado y con ganas de trabajar hasta las doce de la noche, fines de semana incluidos.
1. Desprecia cualquier tipo de iniciativa. Si alguien encuentra una vía para expander el negocio o simplemente reducir costes y aumentar la productividad no seas tímido y dile que no tiene ni el poder, ni la autoridad ni el conocimiento para ser proactivo. Él no es más que un simple peón que ha de seguir las ordenes exactas y precisas que le han sido encargadas
2. No dudes en imponer tu criterio bajo la premisa científica que tu eres el jefe y no sólo eres el que manda, sino que además el que más sabe. Esto de que los demás piensen es un error que debería de ser corregido inmediatamente.
3. Por esta misma razón, revisa cada cinco minutos lo que tu equipo está haciendo y no dudes en dar ordenes contradictorias, no sea que se acomoden y dejen de sentir ese estress tan positivo para el desarrollo.
4. Conviértete en el núcleo central de todas las decisiones y ponsponlas todo lo posible pidiendo más información, que aunque estúpida, redundante e inútil, hará que tu equipo se sienta partícipe de algo más grande y maravilloso que ellos mismos.
5. Por pura estadística, algún día puede que tengan una buena idea. No te lo tomes mal es simple cuestión de matemáticas, así que para que no se emocionen en exceso róbale la idea y si no se te escapa la risa, dile delante tuyo que esto que había pensado era algo que ya le habías dicho tu hace tiempo pero que no como es un trabajador, y por lo tanto simple por definición, no se acuerda.
6. El reverso de la norma anterior son los errores. Dios mío, la de veces que se han equivocado y que gracias a tu intervención no ha acabado todo en un desastre. Encárgate de recordárselo de forma constante y a ser posible delante de todo el mundo y con un tono de superioridad.
7. Como jefe que eres, has estudiado en IESE, IE o ESADE. Es lo que tiene venir de buena familia, que la inteligencia se hereda. A todos esos que han estudiado en la pública o que se han autoformado recuérdales que hay una escala social por alguna razón, y que la India, una cultura milenaria, el sistema de castas funciona y ha funcionado durante siglos y mira que bien les va.
8. Si tu equipo te pide formación respóndeles que no está hecha la miel para la boca del asno. Cuando se pongan muy pesados esquiva el tema regalándoles algún libro de autoayuda de esos que tu dices que te has leído pero que no has pasado de la portada, como La buena suerte1 o Quién se ha llevado mi queso2.
9. Tu cobras poco para lo que haces, ellos demasiado. No olvides este axioma. Nunca, insisto, nunca serán conscientes de la suerte que tienen de trabajar para ti así que recuérdales cada dos días como mínimo que hay una lista enorme de gente deseando trabajar para ti por menos dinero.
10. Haz lo contrario de lo que dices con tu propia persona. Faltaría más, si tu pides compromiso y quedarse hasta las doce de la noche tu no estás sometido a estas reglas. Desde cuando los jefes se han de someter al resto de reglas de la humanidad, solo hace falta que lean los periódicos para que sean conscientes de la realidad y que tu estás exento de las exigencias que ellos han de seguir.
Seguro que con esta estrategia tu equipo alcanzará todas las metas y aunque te moleste, también esos bonus que deberías de recibir tu y no ellos porque al final, el verdadero artífice del éxito eres tú.
Este post está escrito en base a una premisa, dada la cantidad de libros sobre management y gestión de equipos que se venden y que cada vez hay más managers que se comportan de forma opuesta he llegado a la conclusión que la mejor solución para invertir el proceso es crear un post para que cuando lo lean, al ejecutar el pensamiento automático de llevar la contraria, al menos alguien consiga tener un entorno que le motive.
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Trias de Bes, Alex. Rovira Celma, Fernando. La buena suerte 2001–04–01 ↩
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Johnson, Spencer ¿Quién se ha llevado mi queso? 1999–11–25 ↩
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