Enviado por Jose el
X Men Civil Action

Como es adentro es afuera

por Jose Salgado
Marketing | Información | 

Reconozco que tengo un grave problema de autoestima, y lo peor de todo es que este problema se agudiza en los momentos más importantes, específicamente cuando tengo que venderme. Si algún día te encuentras conmigo por casualidad, lo cual no te recomiendo porque aunque me pase la mitad del día riendo todos me dicen que tengo cara de ser demasiado serio, que soy capaz de hablar de todo, que tengo conocimiento de muchas áreas y en algunas en concreto tengo una experiencia realmente tremenda, soy inteligente, aprendo rápido, pienso y razono con habilidad para adelantarme a las necesidades del futuro, pero si te fijas, no consigo transmitir esta sensación. Es como si lo que yo supiera hacer fuera tan sencillo que no parece importante, como si cualquier pudiera hacerlo.

Me río solo, y muchas veces en compañía, cuando voy a conferencias y me río porque me dan ataques de envidia malsanos cuando el que está explicando o sabe menos que yo o el nivel de la ponencia es extraordinariamente bajo, pero lo que realmente me corroe por dentro es que si sumamos mi miedo a las multitudes y que me vendo bastante mal, es poco probable que yo esté dando una conferencia explicando lo que sé. Sólo por un milagro extraño y que alguna persona que haya trabajado conmigo y no le haya tenido que explicar lo que soy capaz de hacer, sino que lo haya visto, me llame y me haga dar una charla, de lo contrario voy a seguir sentado en la fila de los mancos viendo como otros explican un mundo que yo ya he visto, que me lo se de memoria y que normalmente, no acaban de explicarlo como debería de ser.

La diferencia entre yo, y muchos como yo, y los que están encima del estrado es que son capaces de hacerte creer que realmente son expertos en su área, o en muchas, o en todas las áreas del saber. La diferencia entre ser y aparentar, y que a día de hoy gana por goleada el aparentar y que crean que sabes independientemente que tengas los conocimientos, o como mínimo, una base sólida.

Pero entonces me acuerdo que ellos tienen una virtud, una característica que yo no tengo, que es saber colocar una idea sobre quienes son -más allá de si es cierto o no- y que el resto de las personas se la crea. Tienen la habilidad de poner en valor lo que dicen que saben hacer, ponerle un precio y crear esa aura que consigue que se le considere experto. Por el contrario, a otros tantos, esto les parece imposible de hacer, o quizás usan la excusa de que ellos no tienen tiempo para estas cosas, pero sea cual sea el camino, unos se llevan la fama y otros tejen la lana.

Quizás por esta razón también están creciendo como la espuma los cursos de asertividad y de marca personal, para los que conceptualmente deberían estar en la élite, dejen atrás sus miedos, fobias y excusas y reclamen ese lugar. Cursos de expresión, de comunicación, de ventas, cursos de todo tipo impartidos por las mismas personas que queremos imitar.

Mi única duda con esto es si realmente se pueden enseñar estas habilidades, yo creo que algunas se pueden entrenar y con más o menos tesón se pueden cubrir ciertas carencias básicas, pero no tengo claro que al final, si ponemos cara a cara a una persona con habilidades naturales contra una que se ha estado entrenado para superar sus miedos o carencias, la victoria, el cliente y el bonus va a acabar siempre en la canasta del natural born seller.

Quizás me equivoque, quizás algún día pierda mi vergüenza, me llamen para dar una conferencia o me apunte a algún curso y en menos de lo que canta un gallo me veréis con un power point en la mano haciéndome el simpático delante de un auditorio lleno de gente. La verdad es que la imagen me motiva, pero luego suena el despertador y lo de lo siguiente que soy consciente es que estoy sentado en el metro rodeado de gente mirando fijamente sus móviles y yo evitando mirarlos por si por un casual nuestras miradas se cruzaran y no saber que decir.

71

Al día en cinco minutos

Resumen diario de los periódicos más influyentes del mundo