Quién es el mejor
por Jose SalgadoHay un refrán que refleja con bastante claridad algo que ocurre cada vez con mayor frecuencia cuando nos enfrentemos al trabajo de encontrar a un profesional externo para que nos solvente un tema puntual, y lo haga con la calidad que la empresa necesita: Es más difícil que encontrar una aguja en un pajar.
Imaginemos por un momento que nos hemos creído a pies juntillas el tema de las redes sociales y hacemos una búsqueda por mejor profesional redes sociales. A mi me aparecen ocho millones de entradas. Está claro que no pueden existir existir tantos mejores profesionales, acepto que existan una lista de cien o doscientos, pero ni por asomo esa cantidad.
Como realmente necesitamos a este profesional porque tenemos liquidez y nos quema el dinero en la cartera, queremos gastarlo. Seguimos investigando un poco y nos encontramos con varios directorios de profesionales dedicados a esto de las redes sociales. Nos damos de alta y nuestra felicidad se trunca a los tres segundos, no existe una clasificación objetiva que nos diga quién es el mejor profesional. Todo se basa en opiniones de usuarios, lo cual no está mal, pero todos conocemos a los usuarios y basar todo el criterio de clasificación en ellos me parece bastante aventurado.
Seguimos navegando por más agregadores y vemos que el proceso es más o menos el mismo, las valoraciones recaen en los usuarios, y a la que un profesional ha sido valorado siempre saldrá por encima del resto aunque no sea el mejor, sino porque ha tenido la suerte -o el mérito- de que le puntúen alto.
Intentado conseguir más información miras las condiciones de todos estos directorios y te das cuenta que ellos no proporcionan ninguna seguridad, simplemente añaden a más y más profesionales, y cuanto más mejor. Pero bajo ningún concepto toman ninguna responsabilidad cuando contratas a un profesional que se anuncia en su red. Estás totalmente vendido y sin ningún tipo de garantía, y me refiero a una garantía que puedas exponer en un consejo de dirección, y creerme que a un director financiero no le va a parecer un argumento de peso que tenía seis votos positivos el profesional que acaba de destrozar tu imagen en las redes sociales.
En este punto te toca preguntar a amigos y conocidos, con lo capacidad de encontrar al mejor en un medio global como internet es muy complicado. Todos tendemos a contratar profesionales cercanos, ya sea por trato o por distancia, con lo que se puede dar el caso que contrates al mejor según tus contactos, pero sólo lo es porque su ámbito de conocimiento no se extiende más allá de su provincia.
El siguiente paso, y si el presupuesto lo permite, es irte directamente a una gran agencia. Son caras de narices, te cobran por mantener una estructura operativa que podríamos llamar deficiente, te cobran porque se gastan pequeñas fortunas en marketing para promocionarse, pero de cualquier modo, su sólo nombre si que sirve de excusa ante dirección si las cosas se tuercen.
En resumen, si queremos contratar a un buen profesional, o tiramos de contactos y dejamos fuera de la lista a buenos profesionales por una simple cuestión de geolocalización, o pagamos el gusto y la gana y contratamos a una agencia, o directamente jugamos a la ruleta rusa si nos fiamos de los directorios, tal y como están actualmente configurados.
Creo que una empresa que certifique profesionales, avale su calidad, profesionalidad y experiencia, que además tome responsabilidad entre el cliente y el proveedor y que sea garante de la calidad del trabajo, es un tipo de empresa que va a empezar a surgir en los ámbitos donde la herramienta fundamental sea el conocimiento, como pueden ser los financieros, marketing, abogados e IT.
Sólo falta definir procesos que garanticen la calidad de la selección y el trabajo, quizás implementando algún tipo de ISO, y establecer una imagen de marca que pueda crear lazos de confianza con los posibles clientes. Si esto se consigue, los profesionales que realmente son buenos en su trabajo, verán que su productividad aumentará al tener que invertir menos tiempo en promocionarse -alrededor de un 40% de su tiempo- sino que además, los clientes encontraran la solución que se ajusta a sus necesidades y no tendremos historias de terror sobre presuntos profesionales que han arruinado proyectos que parecían interesantes.
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