Enviado por Jose el
El gobierno, la administración pública y el resto de gente
Dirección | Administración Pública | 

No tengo ni idea de si es cierto, pero juraría que leí en uno de esos libros absurdos que a veces me meto entre pecho y espalda, que *la ley es eso que se crea para proteger al ciudadano del gobierno*. Esta cita va ligada a otras tantas como la de *el poder corrompe*, *la política es el arte de crear problemas que no existían para hacer creer que eres capaz de solucionarlo y, finalmente, convertirlo en algo crónico para que tus amigos vivan de ello*. En resumen, que hay que tener siempre un resquemor y fiarse entre poco y nada de las personas que viven de tu voto.

Porque no nos engañemos, los políticos no están para servir a la sociedad, sino para servir al que le coloca en la lista y le garantiza un sueldo. Así que todo su incentivo, y al final ha que ir a lo que motiva a la gente a hacer su trabajo de forma honesta, es hacer creer que son más importantes de lo que realmente son, pero siempre a base de quitarnos derechos, libertades, imponernos tasas, impuestos, restricciones, agencias, organismos y un largo etcétera de consignas que nos cuestan dinero.

En este orden de cosas, su trabajo más importante es tener una constante fricción entre dos cosmovisiones que son en el fondo falsas. Gritan, se golpean el pecho, dramatizan, se arrancan la camisa, pero a la hora de tomar el poder, poco o nada cambiar y todo el trabajo no se basa en poner en orden unos valores y unas ideas, sino montar estructuras innecesarias para dar cobijo y sueldo a cientos de amigos y agravadores que rodean a todas estas estructuras. Y ejemplos tenemos de todos los colores, desde fundaciones, desde empresas que curiosamente dan los cursos que se han convertido en obligatorios hasta ONGs que su única misión es transmitir consignas ya escritas en otros despachos, que me río yo de lo no gubernamental cuando viven de la teta del estado como único recurso financiero.

Como vemos, estas soportando una estructura que en vez de centrarse en lo realmente importante, y asumo que lo importante sería un debate que hemos de tener, porque unos tienen más temas importantes que otros. Hay que dejar de pagar por esta clase política, esta clase de servicios y por supuestos, mis enemigos más queridos, esta prensa que sólo tiene sentido para crear el estado de opinión que favorezca al que lanza las campañas de publicidad del organismo público de turno.

Porque si ordenamos las prioridades de la gente, ¿cual sería el orden? Supongo que tendríamos un listado tan diverso como personas hay, pero me apuesto lo que sea que en las diez primera  encontraríamos cinco en las que nos podríamos de acuerdo en cuales son las realmente importantes, quizás educación, justicia y sanidad.... Porque sin estar debidamente formados no podemos tomar decisiones independientes y formadas, sin un sistema judicial eficiente, eficaz y rápido no hay justicia y sanidad porque tenemos la creencia como sociedad -o eso creo yo- que estar sano, y sobretodo, tener políticas de prevención es más económico que al opción contraria.

A partir de aquí, habría que tomar uno de estos dos caminos, o dejamos que la gente que realmente trata con la realidad y dejamos fuera a los expertos. Mi ejemplo favorito es la educación, donde hay que dejar que maestros y padres definan lo que ah de ser la escuela y prohibir la presencia de un pedagogo a menos de dos kilómetros de cualquier centro educativo. Y tener claro que la escuela ha de transmitir conocimientos y no valores, que para eso los padres son los padres... pero creo que aquí ya tendría yo problemas con algunas personas que han optado por delegar su esquema de valores a otras personas... supongo que una opción sería la libertad de centro pero sin duda, lo que tengo claro que no prohibiría los centros privados, pero si me esforzaría que los centros públicos fueran de tal calidad que dejaron de tener sentido los privados.

En todo caso, y para no extenderme, la idea es quitar poder a la administración para dictar que valores se enseñan, quitar poder para legislar sin consultar con nadie más que con su propios acólitos que deben su sueldo al jefe, quitar poder para subir y bajar impuestos, crear tasas, y añadir capas de responsabilidad cuando hay una mala administración, obligar a una transparencia absoluta y nada de secretos de estado....

Imaginaros una prensa libre, en el sentido de que no depende de ningún poder externo para sobrevivir. Obviamente hay periodistas que no necesitan el carnet de partido, está claro que tienen una ideología y van a dedicar cada letra a inyectárnosla en la vena, pero que al menos su sueldo se lo paguen sus lectores y no todos en consenso y en harmonía cuando realmente nos repele todo lo que dice porque más que informar, embarra y ensucia para perjudicar a lo que el cree que es el mal representado en opción política distinta a sus ideas.

Pero que os voy a decir, estoy escribiendo esto un lunes y me parece que me he despertado optimista. 

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