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España

Ineco prohibió el teletrabajo a sus 4.000 empleados excepto a Jésica

La auditoría de Óscar Puente pasó por alto esta irregularidad cuando analizó el paso de Jésica por Ineco

Ineco prohibió el teletrabajo a sus 4.000 empleados excepto a Jésica

Jésica Rodríguez. | THE OBJECTIVE

Jésica Rodríguez, la mujer que el exministro José Luis Ábalos colocó en la empresa pública Ineco, según reconoció ella misma esta semana ante el Tribunal Supremo, nunca acudió a su puesto de trabajo. No lo hizo a pesar de que la empresa exigía con firmeza el cumplimiento presencial de la jornada laboral a sus cerca de 4.000 empleados. De hecho, el teletrabajo no se ofreció como alternativa en Ineco hasta enero de 2022, cuando Jésica ya había dejado la empresa. Un hecho que pasó por alto la auditoría que el ministro de Transportes, Óscar Puente, encargó en la compañía pública.

Jésica, la mujer que mantuvo una peculiar relación con Ábalos, prestó desde marzo de 2019 a febrero de 2021 un «servicio de asistencia técnica para apoyo técnico a la gestión administrativa de Adif Alta Velocidad» para Ineco, una empresa pública dedicada a proyectos de ingeniería asociados al Ministerio de Transportes. Pero la realidad es que nunca supo siquiera dónde estaban las oficinas de Ineco. Nunca hizo nada más allá que recibir un ordenador portátil y un curso de riesgos laborales. No fue físicamente a trabajar ni un sólo día, tal y como reconoció esta semana ante el Tribunal Supremo al declarar como testigo en el caso Koldo. Cobró por ello 1.060 euros al mes durante 24 meses.

El de su ausencia física del puesto de trabajo no es un detalle menor, ya que la empresa pública, tal y como ha podido comprobar THE OBJECTIVE, no contempló la modalidad de teletrabajo -excluyendo las semanas de confinamiento por la pandemia de 2020- hasta enero de 2022. Fue en esa fecha cuando la compañía, dentro de un plan de recursos humanos para la captación y retención de talento, incluyó la posibilidad de trabajar de forma remota dos días a la semana.

Hasta ese cambio de 2022, la jornada laboral debía prestarse de forma presencial. Una norma que obligaba a los aproximadamente 4.000 empleados de la entidad pública. Y que se aplicaba de forma tajante y sin excepciones, tal y como admiten fuentes de la plantilla de Ineco a THE OBJECTIVE. Basta ahora con echar un vistazo a las ofertas de trabajo que la firma publica en internet para ver que se ofrece de forma mayoritaria la modalidad «híbrida» (teletrabajo y presencial).

A la plantilla, explican fuentes internas de Ineco, se le vigilaba de forma intensa el cumplimiento de las normas laborales de asistencia y registro de jornada laboral. Sin embargo, Jésica ha admitido ante el Tribunal Supremo que ella no fichaba su jornada, sino que lo hacía «semanalmente» Joseba por ella. No especificó si lo hacía de forma telemática o presencial en la oficina de Ineco.

La auditoría de Puente

El testimonio de Jésica sobre sus condiciones de trabajo ha llamado especialmente la atención entre trabajadores y extrabajadores de la empresa pública. «Es imposible que nadie de recursos humanos no detectara que había una trabajadora con teletrabajo, incluso antes de la pandemia», apunta a THE OBJECTIVE un empleado que terminó yendo a otra empresa pública poco después de Jésica. Lo hizo, explica, como muchos otros: atraído por las condiciones más flexibles que ofrecían otras compañías de ingeniería que sí contemplaban el teletrabajo en su normativa interna.

La auditoría que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, encargó sobre su departamento y todas las empresas implicadas en el caso Koldo no detectó ninguna de estas irregularidades. Hace unos meses, Puente defendió la contratación de Jésica y señaló que se habían seguido los procedimientos habituales, que su currículo era compatible con los requisitos, que se le hizo una entrevista personal con resultado favorable y que fue contratada por «necesidades de producción».


Tal y como ha desvelado THE OBJECTIVE, los contactos de Jésica le permitieron incluso obtener respaldo documental para ausentarse de España. La mujer que acompañaba a Ábalos llegó a beneficiarse de una dispensa por escrito firmada por Joseba García, hermano de Koldo, para poder ausentarse de la Comunidad de Madrid durante tres días en marzo de 2019. En esas mismas fechas, Jésica fue incluida como asesora de Ábalos en uno de la veintena de viajes oficiales a los que le acompañó, según su testimonio.

«¿Sabes leer? Contratada»

La entrevista de Jésica en Ineco tuvo lugar un mes antes de la fecha de inicio de su contrato, el 1 de marzo de 2019, en la empresa pública de ingeniería dependiente del Ministerio de Transportes en la que permaneció por un periodo de dos años, hasta el 28 de febrero de 2021. En esa entrevista estuvieron presentes tres miembros del departamento de Recursos Humanos que hicieron varias preguntas a la joven estudiante de Odontología.

Tal y como ha desvelado THE OBJECTIVE, llegado un momento de la entrevista y tras varias preguntas formuladas por los responsables de Recursos Humanos a Jésica, el asesor del ministro intervino para zanjar el interrogatorio: «Vale, aquí las preguntas las hago yo. El puesto es de auxiliar administrativa, ¿no? ¿Tú sabes leer y escribir?». Ante el asentimiento de la joven, Koldo García dio por concluida la entrevista: «Pues ya está, contratada».

«No tenía interés en trabajar»

Además, Jésica ha declarado ante el Supremo que la idea de trabajar no fue suya, sino del propio Ábalos. «En ese momento de mi carrera no tenía todas las asignaturas que debía tener y el señor Ábalos me dijo que era bueno que trabajase mientras estudiaba. Le di mi CV, se lo mandé por WhatsApp y a finales de febrero me llamaron por teléfono diciéndome que tenía que echar mi CV en una web», puntualizó Jésica.

Según su versión, fue Ábalos quien medió para que le llamaran desde Ineco. «Yo no había echado el CV en ningún sitio. Luego me llamaron para ir a hacer una entrevista a los pocos días con un señor, no recuerdo su nombre. La entrevista fue muy sencilla, para conocerme. Era para ser auxiliar administrativo. Yo tenía un grado superior, y estaba estudiando la carrera y tenía conocimientos de Office, que era lo único que necesitaban».

«Yo fui a recoger un portátil que necesitaba para el trabajo, hice un curso de riesgos laborales, y me dijeron que tenía que estar a la espera de que Joseba [el hermano de Koldo] me dijese….», detalló Jésica. «Yo tenía que estar a la espera de que él me necesitase. Le pregunté alguna vez si necesitaba algo, pero nada», dijo. Con toda rotundidad, la mujer que Ábalos encontró en un catálogo de prostitutas que le facilitó Koldo respondió a la pregunta del magistrado sobre si en dos años había hecho algo relacionado con su puesto de trabajo: «No».

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