Trump afirma frente a Starmer que el acuerdo sobre los minerales “es la garantía" de seguridad para Ucrania

Guerra en Europa

El primer ministro del Reino Unido se reúne con el líder estadounidense en el despacho oval un día antes de la visita de Zelenski para firmar el acuerdo que permitirá a EE.UU. explotar sus tierras raras

Trump baja el tono con Zelenski y retira su calificativo como dictador: "¿Dije yo eso? No puedo creer que lo dijera”

Trump afirma frente a Starmer que el acuerdo sobre los minerales “es la garantía" de seguridad para Ucrania
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Bajo la mirada del busto de Winston Churchill, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha continuado este martes en el despacho oval los esfuerzos que inició el martes el presidente francés, Emmanuel Macron

Bajo la mirada del busto de Winston Churchill, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha continuado este martes en el despacho oval los esfuerzos que inició el martes el presidente francés, Emmanuel Macron. En su reunión con Donald Trump, tenía un triple objetivo: alejar al republicano de la influencia y las narrativas del presidente ruso Vladimir Putin, convencerlo de la necesidad de otorgar garantías de seguridad a Ucrania tras un posible acuerdo de paz e incidir en la importancia para Occidente de preservar la OTAN.

“La historia debe estar del lado del pacificador, no del invasor”, ha recordado Starmer tras su reunión a puerta cerrada, agradeciendo a Trump por “la posibilidad de llevar la paz a Ucrania”, pero insistiendo en que, sin una “salvaguarda” militar, no habrá “una paz duradera”. El mandatario estadounidense ha afirmado que, en sus conversaciones recientes con Rusia, ambos países están “avanzando bastante en un acuerdo de paz” y que también está cerca de un “pacto histórico” con Ucrania, que “sentará las bases para una relación futura más sostenible”.

Bajo la mirada del busto de Winston Churchill, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha continuado este martes en el despacho oval los esfuerzos que inició el martes el presidente francés, Emmanuel Macron. En su reunión con Donald Trump, tenía un triple objetivo: alejar al republicano de la influencia y las narrativas del presidente ruso Vladimir Putin, convencerlo de la necesidad de otorgar garantías de seguridad a Ucrania tras un posible acuerdo de paz e incidir en la importancia para Occidente de preservar la OTAN.

El presidente de EE. UU., Donald Trump, estrecha la mano del primer ministro británico, Keir Starmer, antes de su reunión a puerta cerrada en el despacho oval de la Casa Blanca. (JIM WATSON / AFP)

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En este sentido, Trump ha confirmado que mañana firmará con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el tratado que permitirá a EE.UU. la explotación de parte de los recursos minerales de Ucrania, y ha asegurado que el hecho de tener a estadounidenses trabajando en esos minerales “es la garantía“ de su seguridad, sin confirmar si la defensa del país irá más allá. Eso es lo que pide Starmer, que ha insistido en la necesidad de “un plan para una paz justa”, respaldado por la “fuerza” para ”impedir que Putin vuelva a por más".

Trump ha valorado positivamente la propuesta encabezada por Francia y Reino Unido de desplegar tropas en el país europeo para garantizar la paz, pero ha insistido en que eso debe ocurrir cuando haya un alto el fuego, que “aún no tenemos”. Starmer ha insistido en que hay que “garantizar” que dicho pacto “no sea violado”, a lo que Trump ha respondido confiado, especialmente después de sus llamadas con Putin: “Si llegamos a un acuerdo, se mantendrá”.

Preguntado sobre la porción de territorio que Kyiv recuperaría una vez firmado el acuerdo de paz, Trump ha dicho que tiene previsto comentarlo mañana con Zelenski, y que entre ambos intentarán que Ucrania pueda “recuperar todo lo posible”. Parece un giro respecto a las declaraciones de su secretario de Defensa, Pete Hegseth, que afirmó en Bruselas que no era “realista” la idea de recuperar las fronteras que tenía Ucrania en el 2014, antes de la invasión de Crimea.

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Donald Trump muestra a las cámaras la carta con la invitación del rey Carlos III para su visita de Estado al Reino Unido.

CARL COURT / AFP

El primer ministro británico ha entregado a Trump una carta firmada por el rey Carlos III con la invitación para su segunda visita de Estado al Reino Unido. “¿Se supone que debo leerla ahora mismo?”, ha bromeado Trump, que ha aceptado la propuesta y ha añadido que viajará al país “en el futuro próximo”, como ya hizo una vez en su primer mandato.

A diferencia de Macron, que tiene un largo historial de encuentros con Trump, esta es la primera reunión de Starmer con el inquilino de la Casa Blanca. En sus declaraciones ante la prensa, ha protagonizado un momento similar a cuando el líder francés corrigió a su homólogo americano. Cuando Trump insistía en que los europeos “recuperarán” el dinero prestado a Ucrania y “nosotros no”, Starmer le ha matizado: “No vamos a recuperarlo todo. Buena parte del dinero se lo dimos. Hubo algunos préstamos, pero en realidad la mayoría fue regalado”.

El primer ministro fue elegido en julio fruto de una amplia mayoría parlamentaria, que le permitirá mayor capacidad de acción que a Macron, que se encuentra en una posición más débil en Francia. Eso ha permitido a Starmer llegar al despacho oval con un importante anuncio bajo el brazo, que Trump ha valorado positivamente: el incremento de la inversión en defensa hasta el 2,5% del PIB de cara al 2027, y hasta el 3% en una década.

Se trata de una de las principales peticiones de la Administración Trump, que ya expresaron Hegseth y el vicepresidente J.D. Vance en sus visitas a Europa este mes. El republicano considera que el viejo continente se ha columpiado durante demasiado tiempo en el paraguas de seguridad militar que le ha proporcionado Washington con el tratado de defensa colectiva de la OTAN.

La adhesión de Ucrania a la OTAN “no ocurrirá, eso es lo que lo inició todo”, insiste Trump frente a Starmer

Además, para financiar el rearme, el líder británico reducirá la ayuda exterior para el desarrollo, en un movimiento similar al que ha realizado Trump en su visión geopolítica del America First. El presidente ya ha desmantelado gran parte de la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Exterior (USAID), hasta ahora el principal donante de ayuda humanitaria en el mundo, y la ha puesto bajo supervisión del departamento de Estado, liderado por Marco Rubio.

Starmer ha tratado de convencer a Trump de que no se apresure a llegar a un acuerdo rápido para la paz que venda los intereses de Ucrania. Pero la paz inmediata es precisamente la intención del inquilino de la Casa Blanca, en cumplimiento de sus promesas de campaña, que de paso busca obtener beneficios en la normalización de relaciones con Rusia y en la explotación de recursos minerales ucranianos.

El presidente compró la semana pasada las narrativas del Kremlin al culpar a Zelenski por la invasión de su país, al tildarlo de “dictador sin elecciones” y al excluirle de los diálogos de paz. Preguntado hoy en el despacho oval por aquellas palabras, se ha hecho el sueco: “¿Dije yo eso? No puedo creer que lo dijera”. Sobre la posibilidad de que Ucrania se adhiera a la OTAN, ha insistido en su posición: “No va a pasar. Eso es lo que lo inició todo”, ha dicho, reflejando la justificación del Kremlin para iniciar la guerra en febrero del 2022.

La reunión de Trump con Starmer llega un día antes de su esperado encuentro con Zelenski, en el que está previsto que firme el acuerdo por el que permitirá a Washington el acceso a la mitad de los beneficios obtenidos por sus tierras raras, otros recursos minerales y yacimientos de petróleo. Zelenski finalmente cedió a la campaña de presión Trump y aceptó los términos iniciales del acuerdo, a pesar de que todavía falta por concretar el compromiso de EE.UU. en la seguridad de Ucrania tras la guerra.

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El mandatario ucraniano dijo que el acuerdo alcanzado con su aliado americano, que rebajó su exigencia inicial de llevarse 500.000 millones de dólares en beneficios por sus recursos minerales, es tan solo el “marco” sobre el que trabajar para el pacto definitivo, que debe incluir “futuras garantías de seguridad”. El borrador, al que han tenido acceso medios ucranianos y estadounidenses, tan solo hace una mención a la defensa de Ucrania: “Estados Unidos apoya los esfuerzos de Ucrania para obtener las garantías de seguridad necesarias para establecer una paz duradera”.

Sin embargo, no hace compromisos explícitos, y Trump se ha encargado en sus recientes declaraciones, incluidas las rueda de prensa tras sus reuniones con Macron y Starmer, de atribuir a Europa la responsabilidad de defender a su continente.

Trump busca obtener con el acuerdo de las tierras raras una compensación por la ayuda prestada por Washington en los tres años de guerra, que cifra en “350.000 millones de dólares”. Esa asistencia militar, que en realidad suma unos 120.000 millones, ha permitido a Kyiv mantener sus defensas en el conflicto, que lleva tiempo estancado, y en el que el ejército ruso ha avanzado poco desde que invadió una quinta parte del territorio, al este y el norte de Ucrania. La ayuda prestada por los países europeos es superior, de unos 139.000 millones, según el instituto Kiel para la Economía Mundial.

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