La policía austriaca detiene al joven sirio tras atentar en plena calle.

La policía austriaca detiene al joven sirio tras atentar en plena calle.

Europa

La ultraderecha usa el atentado de Austria y la ola de ataques de extranjeros para impulsarse: “Deben ser deportados”

Un sirio de 23 años apuñaló con un cuchillo a varios transeúntes en las calles de Villach dejando un joven de 14 años muerto y cuatro heridos.

Más información: Un muerto y cuatro heridos en un ataque con cuchillo en plena calle en Austria: el autor es un ciudadano sirio de 23 años.

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La ultraderecha europea mira a las elecciones alemanas de la próxima semana como gran esperanza de su definitivo impulso político en el continente. Su presencia en los gobiernos de Italia o Países Bajos, su influencia en Francia, su victoria electoral en Austria y el apoyo desde la nueva Administración Trump dan esperanzas a aquellos que esperan que la locomotora de Europa esté conducida por un líder de la extrema derecha. Y están empleando los sucesos violentos ligados a extranjeros como combustible para conseguirlo. 

A las cuatro de la tarde del sábado, un joven sirio de 23 años apuñaló con un cuchillo a varios transeúntes que caminaban por las calles de la localidad austriaca de Villach, a unos 350 kilómetros de Viena. En su agresión, mató a un niño de 14 años e hirió a cuatro personas, dos de las cuales se encuentran en estado grave.

El individuo, que se encontraba en el país con permiso de residencia, fue atropellado por un repartidor de comida -también sirio- que al ver lo ocurrido no dudó en utilizar su vehículo para interrumpir el ataque. Gracias a su actuación, la Policía pudo detener al agresor, cuyas motivaciones aún están siendo investigadas por los cuerpos de seguridad. 

La policía austriaca detiene al joven sirio tras atentar en plena calle.

La policía austriaca detiene al joven sirio tras atentar en plena calle.

Tanto la ultraderecha del Partido de la Libertad como el Partido Socialdemócrata reaccionaron de inmediato, atacando de manera directa a la "nefasta política de asilo" impulsada por el gobierno del Partido Popular Austríaco (ÖVP). "Quien vive en Carintia, en Austria, debe respetar la ley y adaptarse a nuestras normas y valores", denuncia un comunicado publicado por el socialista Peter Kaiser, "quien viole esta norma deberá enfrentarse a las consecuencias más duras: deberá ser juzgado, encarcelado y deportado".

Este ataque se produce dos días después de que un hombre afgano atropellara a una multitud de personas que se manifestaba en Múnich, dejando 28 heridos y dos muertos (una madre de 37 años y su hija de dos). Los dos sucesos se suman al ataque con cuchillo en Aschaffenburg de hace un mes, a manos de otro afgano cuya solicitud de asilo había sido archivada -mató a dos personas, incluyendo a un niño de dos años-; así como al atropello masivo por un ciudadano saudí en un mercadillo navideño de Magdeburgo el pasado 20 de diciembre, que costó la vida a seis peatones y dejó cerca de 300 heridos.

El suceso de este sábado se produjo paralelamente a la Conferencia de Seguridad de Múnich y a tan sólo 8 días de las elecciones federales de Alemania, en las que se vaticina un ascenso del apoyo a la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

"Política de asilo nefasta"

El presidente del FPÖ (Partido de la Libertad de Austria), ultraconservador y nacionalista, Erwin Angerer, afirmó: "Desde hace años, en el Partido de la Libertad, advertimos sobre estas condiciones, que se han generado como consecuencia de la política de asilo nefasta del partido unitario encabezado por el ÖVP (Partido Popular Austríaco)".

Por su parte, el líder del Partido Socialdemócrata (SPÖ), el gobernador Peter Kaiser, ha defendido que "Austria y la UE en su conjunto deben implementar finalmente una política migratoria y de asilo restrictiva basada en directrices legales", pidiendo la deportación para aquellos que delincan y no se adapten a la sociedad en la que viven.

No obstante ha querido recordar que "este acto incomprensible e inexcusable no puede ni debe ser visto con ojos de odio y dar lugar a juicios generales que parecen simples pero que no resuelven ningún problema".

Austria se encuentra actualmente en una encrucijada política. El Partido de la Libertad logró la victoria en las elecciones legislativas del pasado mes de septiembre con casi el 29% de los votos y 57 de los 183 escaños, pero esta misma semana admitió que no ha logrado apoyos externos suficientes como para conformar un gobierno de coalición.

Los conservadores del Partido Popular (ÖVP) negociaron con los socialistas y los liberales (NEOS) un posible gobierno conjunto que no fructificó. El FPÖ intentó entonces convencer al ÖVP para que rompiese el 'cordón sanitario', algo que la formación conservadora aceptó a pesar de la dimisión de su líder y también canciller, Karl Nehammer. "Siempre he opinado que la forma de Kickl de entender la Presidencia y la forma como vive la política no es buena para nuestro país", alegó el dimisionario.

Finalmente, tras las fallidas negociaciones entre los dos partidos de la derecha -aparentemente por el desencuentro sobre el reparto de las carteras en el Gobierno, especialmente la de Interior-, el jefe del Estado, Alexander Van der Bellen, debe valorar si convocar una repetición electoral o hacer nuevos encargos de formación de un Ejecutivo.

La ultraderecha beneficiada

El vicepresidente estadounidense, JD Vance, intervino el viernes en la Conferencia de Seguridad de Múnich para pedir a los países europeos aceptar "puntos de vista alternativos" y para criticar que los organizadores hayan "prohibido participar a legisladores que representa a partidos populistas de izquierda y derecha".

"Cuando líderes políticos representan a grupos electorales importantes, es nuestra responsabilidad dialogar con ellos. Para nosotros, al otro lado del Atlántico, nos parece que hay viejos intereses protegidos que se esconden tras palabras de la era soviética como 'desinformación' y a los que simplemente no les gusta la idea de que alguien pueda expresar un punto de vista alternativo o que vote diferente; o todavía peor, que pueda ganar una elecciones", aseguró Vance.

El canciller alemán Scholz visita un monumento improvisado para las víctimas del atropellos en Múnich.

El canciller alemán Scholz visita un monumento improvisado para las víctimas del atropellos en Múnich.

El vicepresidente afeó a la audiencia de Múnich que falte a los ideales democráticos al restringir contenido que se ha etiquetado como "desinformación" en redes sociales o por silenciar puntos de vista conservadores o cristianos. Además de recordar que los votantes cada vez votan más por "líderes políticos que prometen poner fin a la inmigración fuera de control" y que él está de acuerdo con esas preocupaciones, que calificó de legítimas.

El vicepresidente dio este discurso en defensa de valores y movimientos políticos europeos conservadores ante una audiencia que esperaba que delineara las prioridades de la Administración Trump sobre la OTAN o sobre las negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania.

El canciller alemán Scholz visita un monumento improvisado para las víctimas del atropellos en Múnich.

El canciller alemán Scholz visita un monumento improvisado para las víctimas del atropellos en Múnich.

En respuesta el canciller alemán, Olaf Scholz, recalcó que su país no aceptará de ninguna manera que foráneos y mucho menos aliados y amigos se entrometan en la democracia y las elecciones germanas del próximo día 23.

"Alternativa para Alemania (AfD) es un partido, que, desde sus filas trivializa como una 'cagada de pájaro' de la historia alemana el nacionalsocialismo y sus monstruosos crímenes, como los cometidos en (el campo de concentración nazi de) Dachau", señaló Scholz.

En referencia a las palabras de JD Vance, Scholz las rechazó "firmemente". "Nosotros decidimos por nosotros mismos lo que ocurre con nuestra democracia. ¡Nosotros y nadie más!", declaró el canciller, según recoge Efe. También, añadió que "la mayoría del país se opone a cualquiera que glorifique o justifique el nazismo".

Apoyos xenófobos

El presidente de Vox, Santiago Abascal, defendió en un mensaje en X las deportaciones masivas: "No van a parar. Y nosotros tampoco hasta hacer pagar a los políticos culpables que los han traído. #DeportacionesMasivas", señala el mensaje de Abascal.

En la misma línea, su formación política señalaba que "hay que liberar a Europa de estos bárbaros. Y desalojar de los gobiernos a los culpables de traerlos".

Por su parte, el vicepresidente italiano, Matteo Salvini, declaró en X que el suceso supone "más sangre inocente en Alemania y Austria a manos criminales de inmigrantes e ilegales", pidiendo el voto para AfD: "¡El cambio es posible!".