El PSOE mantiene la tributación del SMI y se prepara para un debate fiscal duro en Gobierno y Congreso
"Entendemos que haya debate y entendemos sus argumentos", señalan en Moncloa para tratar de enfriar la tensión con Sumar.
Sumar sostiene su posición pero evita ahondar en el enfrentamiento con el PSOE mientras Hacienda se enfrenta sola al rechazo de socios y oposición.

Madrid--Actualizado a
Este miércoles Pedro Sánchez llegó al Congreso de los Diputados para enfrentarse a la primera sesión de control al Gobierno del nuevo curso político. El inhábil enero dejaba paso al nuevo periodo de sesiones y recuperaba los cara a cara más duros entre el Ejecutivo y la oposición.
Pero los focos y las cámaras no buscaban en esta ocasión las miradas cruzadas de Sánchez y de Alberto Núñez Feijóo; era otra la instantánea deseada: la del presidente junto a su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Todos los focos fueron para ambos ya que además justo la vicepresidenta primera María Jesús Montero no acudió a la Cámara Baja por enfermedad.
La dirigente de Sumar, seguramente consciente de la situación, subió a la bancada azul (la reservada a los ministros y ministras) y antes de ocupar su asiento se acercó al presidente para darle un libro: La utopía de las normas, de David Graeber, un ensayo actual sobre el peso de la burocracia en cada uno de los aspectos de la vida y el agravamiento de esta situación como consecuencia del avance de las nuevas tecnologías.
Un día antes, la vicepresidenta protagonizó un tenso choque con Hacienda por sus diferencias acerca de la tributación del salario mínimo interprofesional en el IRPF tras la última subida. El día después de esta pugna, que se escenificó con detalles gestuales en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha dejado algunas reflexiones.
En las filas socialistas, oficialmente la posición sigue siendo la de defender la decisión tomada por el Ministerio de Hacienda. Así lo transmitieron fuentes de Moncloa este miércoles. El propio Sánchez reconoció, durante la sesión de control celebrada en el Congreso, la existencia de "debate". La mención, según las fuentes consultadas, pretendía en cierto modo rebajar la tensión con sus socios de Gobierno.
"Amabilidad" con Díaz y enfriar la polémica
Las mismas fuentes destacan que los argumentos usados por Sumar son legítimos dentro de un asunto que califican como complejo. "Entendemos que haya debate y entendemos sus argumentos", insisten. El objetivo ahora es proyectar una imagen de "amabilidad" con el espacio de Yolanda Díaz, enfriar unos cuantos días la polémica y repensar cómo afrontar la situación. Varias fuentes consultadas abogan por "buscar una solución" al conflicto creado. Pero nadie sabe determinar todavía cómo se hará.
Pese a que de momento no se vislumbran grietas en el PSOE por el fondo de la cuestión, sí que hay voces que reclaman mejores explicaciones para defender las posiciones de Hacienda. "No entiendo por qué renunciamos a explicar las cosas. Si tienes que recular, reculas por aritmética, pero explícalo", reflexiona una de las fuentes consultadas.
Los más duros con Díaz califican su discurso como "populismo o cuñadismo fiscal". Algunos recuerdan que la vicepresidenta segunda defendía en 2024 que el SMI debía tributar por IRPF y le afean que ahora haya cambiado de postura. "Tiene que buscar espacio como sea", insisten sobre la actitud de Díaz. Otras voces destacan que la posición de Sumar favorece a la derecha, tendente a criminalizar el pago de impuestos a nivel general.
En Moncloa insisten en defender sus argumentos, mediante cinco razones por las que consideran oportuno que algunos perceptores del SMI paguen IRPF. En primer lugar destacan que "no es un obstáculo para lograr el objetivo principal, que es aumentar los ingresos reales y el poder adquisitivo de los trabajadores".
Añaden que es necesario para que el SMI pueda seguir subiendo. "Quienes dicen que el SMI no debería tributar lo que defienden en el fondo es que este siga siendo bajo", afirman. Entre las razones para su defensa apuntan a que "la desigualdad no se combate con exenciones fiscales, sino con servicios públicos fuertes", a que "hay que impulsar una cultura fiscal responsable" o que "ayudará a desplegar políticas públicas más eficaces".
En este contexto los socialistas asumen ya que podría producirse un debate fiscal complicado si no se encuentra una solución mediante un posible pacto con Sumar o alguna modificación en la propuesta de Hacienda. El PSOE afronta así una nueva encrucijada en una legislatura ya de por sí agitada y que deja pocas semanas relativamente tranquilas. Pero, como vaticinaba un ministro a la salida del Pleno, los socialistas aseguran en que no hay nada que no hayan podido solucionar.
Sumar optó este miércoles por no ahondar públicamente en el enfrentamiento con su socio. Los de Díaz creen que el Ministerio de Hacienda, y ahora también el PSOE, se han metido en un callejón sin una salida fácil a la vista, y consideran que es el departamento de María Jesús Montero el que tiene que explicar por qué han decidido aplicar la tributación del IRPF a los salarios más bajos del país.
El enfoque del debate fiscal: más impuestos o para quién
Sobre las acusaciones de "populismo fiscal" por parte de los socialistas, en Sumar se muestran despreocupados y recolocan el marco del discurso: "Nuestra propuesta fiscal es de sobra conocida, está por escrito. Es el PSOE el que tiene problemas para explicar por qué quiere que el SMI tribute IRPF mientras le regala una exención del 100% en este impuesto a los propietarios de viviendas que adecúan sus precios del alquiler a los índices de referencia", apuntan fuentes del espacio.
Estas mismas voces recuerdan las palabras de la vicepresidenta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes: "Esto no va de subir o de bajar impuestos, sino de quién paga y quién no paga impuestos". Recuerdan en Sumar sus propuestas en el paquete fiscal para acabar con los privilegios de las socimis, mantener el impuesto a las energéticas y reforzar el impuesto a la banca. "¿Qué defendió y qué votó el PSOE? Hay hemeroteca", insisten.
A su juicio, en un debate fiscal serían los de Sánchez los que quedarían más retratados, por una defensa de los impuestos como única vía para el mantenimiento del Estado del bienestar y de los servicios públicos que convive incómodamente con su rechazo a acometer una reforma de calado que obligue a tributar más a las grandes corporaciones por sus beneficios y que desplace la presión impositiva desde las rentas del trabajo a las del capital.
En Sumar creen que los socialistas han perdido el relato sobre la tributación del SMI y ven improbable que "la patada hacia adelante" de Hacienda pueda sostenerse hasta el punto de que el PSOE pierda una votación en el Parlamento con prácticamente todos los grupos, sin distinción entre socios y oposición, en su contra.
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