Redacción El País
El sector de las tecnologías de la información (TI) está en constante crecimiento. Además de ser una de las principales cadenas de valor del país, es generador de empleo y es un factor clave en lo que refiere a la contribución de la productividad y el potencial crecimiento de otros sectores del Uruguay.

Ahora, ¿qué tan grande ha sido su impacto en la economía uruguaya? ¿Qué estrategias puede tomar para seguir consolidándose en el mercado? ¿Cuáles son los desafíos que tiene por delante?

Para poner en contexto, durante el 2022 el sector de TI facturó unos US$ 2.840 millones y generó exportaciones por US$ 1.816 millones. Además, hay más de 500 empresas vinculadas al sector en donde se han generado más de 22.000 puestos de trabajo de forma directa (el salario promedio del sector es de $ 91.000).

El impacto del sector en el país también se ve reflejado en el Producto Interno Bruto (PIB) ya que representa hasta el 4,3% del mismo (valor que se duplica cada 10 años), indicó Alfonso Capurro, socio de CPA Ferrere en un evento organizado por la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) este martes.

La mencionada facturación de US$ 2.840 millones se vio multiplicada por 13 desde el año 2000.

Además, el crecimiento del sector en estos años ha sido impulsado por las exportaciones, ya que, por ejemplo, en el año 2010 el sector vendió al exterior por US$ 225 millones, mientras que en 2022 la cifra alcanzada fue de US$ 1.816 millones, lo que representa un 65% del total de la facturación del sector (en el año 2000 representaba tan solo el 35%).

Pese a ser una industria que aún continúa en ascenso, en términos cuantitativos se ha convertido en uno de los principales sectores económicos del país, ya que se ubicó en el quinto puesto -detrás del sector cárnico, la industria forestal, la soja y el turismo- en el ranking de exportaciones del 2022 con una participación del 9,3% (le siguen los servicios empresariales, los productos lácteos, el concentrado de bebidas, el transporte y el arroz).

En cuanto al empleo, Capurro sostuvo que de los 22.270 empleados de manera directa, se destacan los desarrolladores de software (4.376), los programadores de aplicaciones (3.170), técnicos en operaciones de TI (2.242), los analistas de sistemas (2.075) y los ingenieros electrónicos (1.791). El ingreso promedio de los trabajadores del sector TI también es más que destacado ($ 91.157).

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De hecho, el total es más del doble que el salario promedio de los uruguayos ($ 41.805) y se ubica adelante de las actividades financieras y de seguros ($ 82.092), actividades profesionales y científicas ($ 69.284), transporte y almacenamiento ($ 46.923) y la enseñanza ($ 44.948).

El sector de TI también es generador de innovación y productividad en diversas actividades.

En este sentido, Capurro indicó que las principales actividades demandantes de este tipo de servicios son: las actividades profesionales y científicas (10,4%), el comercio en general (8,3%), las actividades de informática (7,8%), las actividades privadas de médicos y odontólogos (7,6%), la construcción de edificios residenciales (5,8%), entre otros.

La heterogeneidad también se ha convertido en uno de los pilares del sector, ya que dentro del mismo conviven empresas grandes y con alta capacidad de competencia con empresas chicas, las cuales, en muchos casos, aún están en proceso de formación.

En este caso, Capurro afirmó que de las 529 empresas vinculadas al sector (excluye 5.892 microempresas), 360 son pequeñas empresas (cuentan con personal de cinco a 19 empleados), aunque son las que más participación tienen en el mercado (68%).

Por otro lado, hay 145 medianas empresas (con personal de 20 a 99 empleados) que representan un 27% de la participación total en el sector, mientras que las 24 grandes empresas de TI en Uruguay (cuentan con más de 100 empleados) representan una participación del 5% en el rubro.

En relación a la facturación anual de empresas asociadas a la CUTI, un 30% factura entre US$ 200.000 y US$ 1 millón y otro 30% factura entre US$ 1 millón y US$ 5 millones. Por otro lado, 21% de las empresas facturan más de US$ 5 millones y el restante 19% factura menos de US$ 200.000.

En referencia a los desafíos que enfrenta el sector de TI, Capurro dijo que la adopción de tecnologías no ha sido un problema para el sector, pero que el modelo “software factories” (empresas o grupos de desarrollo y mantenimiento de sistemas de información, cuyo objetivo es el desarrollo de software para un cliente final o para terceros) enfrenta restricciones para mantener altas tasas de crecimiento, sumado a que su expansión en el Uruguay se ve limitada ante la escasez de talento.

En esta línea, con el fin de que el sector continúe consolidándose en el Uruguay, Capurro destacó que es necesario capitalizar el potencial de Uruguay en TI (ya que el mismo puede duplicarse cada 10 años, generando puestos de trabajo de calidad), consolidar mejoras sostenidas en la productividad y el crecimiento con el fin de continuar diversificando la matriz productiva y generar nuevas capacidades que permitan evolucionar el modelo de negocios del sector en base a un mix más equilibrado entre productos y servicios.