Redacción El País
Uruguay y Estados Unidos firmaron este miércoles un nuevo acuerdo para el desarrollo y despliegue de tecnologías críticas y emergentes, el cual significa oportunidades para desarrollar "capacidades locales y abrir mercados", según afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini.

El Memorándum de Entendimiento (MdE) contó con la firma del canciller uruguayo, la ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, y la subsecretaria de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Marisa Lago.

El acuerdo lanza un grupo de trabajo bilateral que busca centrarse en la cooperación en las áreas de semiconductores, inteligencia artificial, flujos de datos, energía limpia, telecomunicaciones, ciberseguridad y biotecnología.

Sobre esto, Paganini afirmó en conferencia de prensa que las áreas comprendidas en el MdE , son "áreas de punta", todas "temáticas que tienen que ver con una revolución digital que está sucediendo en el mundo", así como también la energía limpia, en donde Uruguay busca una segunda transformación energética a través del hidrógeno verde y la exportación de energías renovables.

Francisco Flores.

Del mismo modo, mencionó que integra la biotecnología, un "área emergente" que el país "tiene un potencial importante" y tiene por "desafío" el transformarlo en "un sector pujante".

Por su parte, la ministra Facio afirmó que
el acuerdo "llega en un momento clave para Uruguay" y para las políticas estratégicas de su ministerio.

En este sentido, remarcó que Uruguay lidera los rankings en América Latina de estabilidad institucional y jurídica, baja corrupción, Estado de Derecho, movilidad social y gobierno electrónico, así como también que el país cuenta con una "economía abierta y un marco legal atractivo para la inversión extranjera directa", además de su liderazgo regional en infraestructura digital.

A su vez, sostuvo que, "basados en un pujante ecosistema innovador ya consolidado", desde el ministerio se proponen "llevar a Uruguay a la vanguardia de la economía del conocimiento" y posicionarlo como un "destacado hub -centro-regional".

En tanto, Lago afirmó que el acuerdo "marca un momento crucual" en la relación entre los países y "refleja una visión compartida de nuestro crecimiento inclusivo".

En este sentido, señaló que las tecnologías críticas y emergentes son una prioridad máxima para el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las cuales "tienen un potencial increíblemente transformador para nuestras economías y nuestras sociedades".

"Ahora, como líderes gubernamentales, es imperativo que avancemos en un despliegue seguro, responsable y equitativo de estas tecnologías para que todos en la sociedad puedan beneficiarse, desde las empresas hasta los trabajadores, los consumidores cotidianos, las familias y las comunidades", agregó.

En esta línea, afirmó que Uruguay es un "socio ideal" para Estados Unidos respecto a estas tecnologías, por su tasa de conectividad a internet superior al 90% -la más alta de América Latina-; su matriz energética -más del 98% de la electricidad es generada por fuentes renovables-, lo que en su país ven con "envidia" y tienen como meta alcanzar; el compromiso uruguayo "con la sostenibilidad y la innovación" que se "alinea perfectamente" con los objetivos estadounidenses de "crecimiento inclusivo y un planeta más verde".

"No sólo estamos profundizando nuestra asociación, estamos sentando un poderoso precedente de cooperación internacional para aprovechar el increíble potencial de estas tecnologías", afirmó Lago

En tanto, sostuvo que el acuerdo "no es sólo una firma en un papel", sino que "inaugura un nuevo grupo de trabajo bilateral, que se dedica a promover objetivos compartidos en estas tecnologías críticas y emergentes" y que esperan trabajar con el ecosistema emprendedor uruguayo y sus organismos reguladores para promover mejores prácticas y desarrollar estándares.

Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Heide Fulton, afirmó en la conferencia de prensa que este acuerdo refleja la importancia de la relación entre los países y la "estimación de las posibilidades de la colaboración continua en el futuro para ambas partes. Compartimos una historia muy larga de desarrollo democrático y un espíritu de creatividad y colaboración que está reflejado en este acuerdo".