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Cierre de Huachipato: el miedo a que China se enoje PAÍS

Cierre de Huachipato: el miedo a que China se enoje

Silvia Peña Pinilla
Por : Silvia Peña Pinilla Periodista de El Mostrador.
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La Comisión Antidistorsiones reconoció dumping, un gran avance, pero los aranceles no dan para salvar a la siderúrgica y a una cadena de empresas y trabajadores. Fake news, temor y no querer ser el Gobierno que cerró la planta, pesan. Hoy se presentan apelaciones al fallo. Mientras, el tiempo corre.


“Si ellos tienen la decisión de evitar el cierre de Huachipato, tienen que dar un 25% para la barra de la molienda y un 33% para la bola, y con eso se acaba el problema. Vuelven altiro a retomar el funcionamiento total, pero sin eso Huachipato muere. No podemos competir con la competencia desleal que tenemos de China de un 40% menos (de precios)”, declaró el presidente del sindicato N° 2 de Huachipato, Fernando Orellana, en las afueras de La Moneda.

Los representantes de los trabajadores y de la CUT, que iban a la sede de Gobierno a dejar una carta este miércoles 3 de abril, terminaron reuniéndose con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara; el ministro de Economía, Nicolás Grau; y el ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, en una señal que tranquilizó, en algo, a los dirigentes.

Pero la crisis de Huachipato tiene una historia más larga. Esta última etapa comenzó a visibilizarse el 20 de noviembre de 2023, con la presentación –por parte de CAP Acero y Molycop (el mayor productor de bolas de molienda en Chile y principal comprador del acero de Huachipato)– de una denuncia ante la Comisión Antidistorsiones, organismo técnico encargado de investigar el ingreso de mercancías al país con precios distorsionados.

Los denunciantes señalaron que empresas chinas –que en su país de origen gozan de subsidios estatales– están incurriendo en dumping, al vender en Chile barras de acero para fabricar bolas de molienda usadas en la minería, y también venden las bolas de acero ya fabricadas a valores más bajos que los costos de fabricación. La señalada Comisión, en sesión del 28 de noviembre de 2023, resolvió iniciar la investigación.

El 19 de marzo de 2024, el Ministerio de Economía informó, extraoficialmente, que el reclamo había sido acogido y que se fijaría un impuesto provisorio medio del 15,3% a las bolas de acero y del 15,1% a las barras de acero. Ante esto, CAP –el holding dueño de Huachipato– anunció la “suspensión indefinida” por tres meses de sus operaciones, periodo en el que consumirá sus últimas materias primas, para luego apagar sus hornos en junio próximo. Esto significará el despido directo de 1.300 trabajadores y una reacción en cadena que eliminaría unos 22 mil puestos de trabajo.

Por eso la crisis ya estaba instalada, cuando la Comisión Antidistorsiones publicó en el Diario Oficial el acta con el fallo, el jueves 28 de marzo.

Hoy, se cumplen los 5 días hábiles para realizar apelaciones y aportar nuevos antecedentes.

Entre los argumentos que se presentarán está que el fallo de la Comisión dejó a algunos proveedores chinos con cero impuesto, porque supuestamente no han traído bolas en el periodo investigado, pero las bases de datos de Aduanas en febrero –cuando la investigación se cerró– muestran grandes volúmenes de entrada.

“En los últimos meses, probablemente en preparación a la aplicación de aranceles compensatorios, la entrada de bolas chinas aumentó por sobre el ciento por ciento. Evidentemente los productores chinos, como sus representantes en Chile, tenían clarísimo que se iba a aplicar algún impuesto. Entonces aprovecharon el tiempo para inundar el mercado chileno. Nos preguntamos si la Comisión va a considerar esas bolas dentro de los volúmenes afectos al arancel”, señala una fuente, parte del equipo de apelación.

Y agrega: “Nos parece una burla. Esperamos que la Comisión Antidistorsiones, al menos, considere esas bolas dentro de los volúmenes afectos al arancel compensatorio. Se demora tanto el proceso, que una vez que se tiene una proyección ya es muy tarde, porque ya entró todo lo que tenía que entrar y tienen meses y meses de disponibilidad de productos en el país”.

Debilidades y fake news

La Comisión Antidistorsiones está conformada por el Fiscal Nacional Económico, Jorge Grunberg, dos representantes del Banco Central, representantes de los ministerios de Hacienda, Agricultura, Economía, Relaciones Exteriores, y de la Dirección Nacional de Aduanas, lo que significa un fuerte componente político más que gremial.

Según se dice, su funcionamiento tendría varias aristas débiles, que han sido señaladas por los gremios en innumerables oportunidades.

La primera tiene que ver con los costos: es muy difícil que una empresa mediana o pequeña tenga acceso a pedir antidumping, porque un proceso de investigación significa solventar asesores legales, economistas, informes, estudios, muchos de ellos fuera de Chile. El valor es tan alto que hace prácticamente imposible que una pyme pueda reclamar.

Otra debilidad apunta a las restricciones al trabajo técnico por falta de recursos: este se hace a través de un análisis de la información que llega. En países desarrollados, hay representantes de la Comisión que van a los países que se está investigando, revisan los documentos contables, ven los números, las instalaciones, porque en un documento puede llegar cualquier cosa. De hecho, puntualizan que los cuestionarios muestran, de acuerdo con las actas de la Comisión, que hay inconsistencias. “Cuando ocurre eso, se debería considerar que la empresa no está colaborando”, explica un asesor.

Reconoce adicionalmente que se han instalado muchas fake news respecto de este tema. “Hay economistas y lobbistas que hacen análisis técnicos anunciando que el mercado ya habló porque la acción subió un 6%. Cualquiera que conoce de este tema sabe que, si se hubiera dado un arancel alto y Huachipato no hubiera anunciado la decisión de cerrar, también habría subido la acción. Decir que el mercado habló es una lectura parcial de esa situación”, recalca.

La misma fuente añade que otros dicen que va a subir el costo de la construcción y que los efectos para Chile serán nefastos. “Pero la investigación es sobre las barras para hacer bolas y en bolas de molienda exclusivamente. Que alguien me diga dónde está metido el fierro de la construcción, para que eso pueda afectar esa área. Se van instalando elementos de juicio que generan una suerte de mito urbano respecto de que esto es un ‘acabo de mundo’, que vamos a dejar de exportar fruta, un montón de cosas. Todo por desconocimiento y miedo”, afirma.

Cada cual se rasca con sus propias uñas

Los actores destacan el coraje de los integrantes de esta Comisión al reconocer que hay dumping. El mundo sabe que los chinos tienen una sobreproducción, que están vendiendo bajo su costo de producción e inundando los mercados internacionales con este acero, haciéndoles mucho daño a los productores locales. Por eso, Estados Unidos, la Comunidad Económica Europea, Brasil, México, Indonesia, Tailandia, entre otros países, se han protegido con aranceles.

Uno de los involucrados apunta a que en Chile se ponen sobre la balanza otros productos: la fruta, el vino, todo lo que exportamos a China. “Hay miedo a que China ‘se enoje’ y eso es una decisión política. Nuestra dependencia comercial de China es tan alta que le resulta más complejo a la autoridad de turno reconocer que hay dumping y decidirse a colocar los aranceles compensatorios adecuados. Tampoco nadie quiere ser el Gobierno que cerró Huachipato. Lo que pedimos es que haya un emparejamiento de la cancha para que podamos competir bajo las reglas del mercado”, precisa.

“Los exportadores de fruta y otros del área agrícola han estado diciendo que esto es atroz, que cómo vamos a poner en peligro nuestra relación con los chinos. Esto es como la seguridad, no lo consideras hasta que te toca a ti. Los fruteros probablemente no desean que se complique la relación con los chinos, porque no afecta su sector. Pero cuando llega carne de Argentina, de Brasil, el mundo agrícola pone el grito en el cielo. Falta solidaridad, cada cual se rasca con sus propias uñas”, expresa.

Eso también parece darse entre los acereros. Molycop compra todo lo que Huachipato produce. Desde la compañía señalan que se trata de una decisión estratégica y que lo hacen en todos los países donde operan, porque “no estamos mirando la ganancia a corto plazo, sino que el desarrollo a largo plazo”. Y destacan que gracias a eso pudieron, durante la pandemia, cubrir hoyos que dejaron las bolas de China, que simplemente no llegaron.

“Se congestionaron los puertos, se cerró la economía china, no llegaron y nosotros, gracias a Huachipato, salvamos el día a varias empresas mineras. Ahí estamos hablando de millones de millones de dólares que se pierden por día de operación en que no se está moliendo el mineral”, puntualizan.

Los otros grupos chilenos que venden bolas de acero para molienda son Elecmetal, del grupo Claro, y Magotteaux perteneciente a Sigdo Koppers. Ambas tienen joint venture en China.

“Sigdo Koppers es bastante silente en este tema, pero Elecmetal muy vociferante. Estos últimos dicen que son chilenos y que tienen mucha gente contratada. Pero perdemos el foco, porque lo que aquí estamos investigando es el mercado de las barras para producir bolas y el mercado de las bolas. Y lo concreto y real sobre este tema es que ellos fabrican en China, les dan pega a chinos y no a los chilenos. Entonces, nuevamente empezamos a tratar de generar una historia que no es verdadera”, acota una fuente.

Desde la industria aseguran que los comentarios sobre una planta de Huachipato obsoleta e ineficiente tampoco tienen asidero.

“Gran parte de la tecnología de molienda ha salido desde Chile. Desde nuestra ‘pobre planta de Talcahuano’. Casi todos los prototipos históricos y las nuevas generaciones de bolas, han salido de ahí. Nuestro equipo de ingenieros de aplicación es altamente reconocido en el mercado por su nivel técnico. Nuestra logística es impecable. Entonces, cuando el factor precio no está, empezamos a ver logística, calidad de producto, servicio técnico, apoyo en el mundo digital y todos los otros elementos que tenemos como compañía, el producto chino no nos compite. No tiene cómo. Muchos de ellos solo tienen un buen departamento de marketing”, sostienen.

Sobre la calidad de los productos chilenos señalan: “La calidad de los chinos se ha ido acercando a la nuestra. Pero hacer una bola en China con precios de mercado no es más barato que en Chile”.

La Compañía de Acero del Pacífico (CAP) nació en 1946 para fomentar la industria nacional. El 53% era de accionistas privados, el resto de entidades fiscales. En 1950 se creó Huachipato. En 1987 fue privatizada y hoy es una Sociedad Anónima abierta.

Según su memoria anual, ya en 2013 la Siderúrgica Huachipato tenía pérdidas por US$ 117 millones, “por los desequilibrios del mercado producidos por la sobreproducción china”. En 2015 y 2021 tuvo ganancias, este último periodo por US$ 56 millones, gracias a la paralización de la economía china por la pandemia de COVID-19. En 2023 volvieron las pérdidas. Esta vez fueron US$ 385 millones.

Al cierre de esta nota, CAP –a la que el ministro Marcel llamó a involucrarse– anunció que presentará un recurso para apelar al fallo de la Comisión Antidistorsiones. Molycop, por su parte, también apelará con nuevos argumentos.

Ahora quedará en manos del criterio técnico de la Comisión. No hay plazo para una respuesta, pero el reloj no se detiene. Y hay un hito definitivo: una vez que el alto horno se apague, se enfrían los ladrillos y se quiebran. El horno queda inutilizado. Si se apaga y enfría, no hay vuelta atrás.

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