España sigue con más deuda y déficit público que antes de la pandemia

España tiene mayores niveles de deuda y déficit público que antes de la pandemia. Las administraciones públicas cerraron el 2023 con un endeudamiento del 107,7% del PIB, tal y como confirmó este viernes el Banco de España (BdE). Son 9,5 puntos más que en 2019, cuando la ratio ya se situaba en el 98,2%. En volumen, la deuda no ha parado de crecer, con 71.000 millones más en el último año. Se sitúa ya en los 1,573 billones.

De esta forma, si se tiene en cuenta el objetivo de deuda pública del 60% que marcan las reglas fiscales, España lleva 13 años incumpliéndolo. A cierre de 2023, pese a la mejora manifestada por el Gobierno, estaba 48 puntos por encima de ese objetivo.

Por su parte, el agujero en las cuentas públicas es mayor ahora que entonces. Este viernes el Ministerio de Hacienda confirmó que el 2023 se cerró con un déficit del 3,6% del PIB, medio punto por encima del 3,1% de hace cuatro años. España tiene un saldo negativo entre ingresos y gastos próximo a los 53.000 millones, frente a los 35.000 millones de 2019.

El objetivo que tiene España es reducirlo al 3%, el tope que marcan las reglas fiscales y reclama la Comisión Europea. Lleva cinco años sin lograrlo, desde 2018. Hay que remontarse 16 años, a 2007, para encontrar el último momento en que España gozó de un déficit inferior al 3% del PIB (concretamente, un superávit del 1,9%) y una deuda inferior al 60% (del 35,8%).

El Gobierno se fija en la deuda y el déficit de 2020

Por su parte, el Gobierno celebra la reducción que se ha producido desde 2020, año en que la deuda y déficit se dispararon por la pandemia, pero no menciona el deterioro respecto a 2019. "Desde el estallido de la pandemia en 2020, España ha reducido su déficit en más de 60.000 millones de euros al tiempo que ha ampliado los servicios públicos", aseguró Hacienda.

De hecho, el equipo de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, trasladó este viernes que el dato oficial de cierre supone cumplir e incluso mejorar la previsión de 3,9% comprometida con la Comisión Europea para 2023. Sin embargo, esta misma semana Bruselas ha publicado dos informes en los que alerta del "alto riesgo" de sostenibilidad fiscal que afronta España a medio plazo.

De hecho, el análisis del Ejecutivo comunitario proyecta una tendencia alcista en los próximos años si no se toman medidas. Sin medidas adicionales, la ratio de deuda pública bajará este año al 106,5%, pero volverá a crecer hasta aproximarse al 109% a finales de esta década, alcanzando 118% en 2034, año hasta el que llega su proyección. 

Lo que sí reconoció el Ejecutivo en su nota de prensa es que, igual que ha pasado con la deuda, la reducción de déficit se ha cimentado en el crecimiento económico, que se toma como denominador para expresar los compromisos contraídos y la salud financiera del Estado. El PIB creció un 2,5% en 2023, lo que generó un ajuste cíclico. También la elevada inflación ayudó.

De esto han advertido tanto la OCDE como la Comisión Europea. "La deuda pública siguió disminuyendo en 2023 gracias al sólido crecimiento del PIB nominal, pero se espera que las mejoras futuras sean limitadas ya que los déficits siguen siendo relativamente altos", advierte Bruselas en el informe publicado esta semana.

La OCDE recuerda que la sostenibilidad de la deuda sólo se consigue si se reduce el déficit público. "Los datos históricos indican el papel crucial de los saldos primarios en la configuración de estas trayectorias y sugieren cautela al interpretar las caídas recientes", apunta en el informe de deuda global 2024.

Desde que Pedro Sánchez es presidente el volumen de deuda pública ha aumentado en 380.000 millones de euros. En mayo de 2018, antes de la moción de censura a Mariano Rajoy, los pasivos totales de las administraciones públicas se situaban en los 1,194 billones de euros, y representaban el 101,7% del PIB del país. Además, en 2018 se logró por primera vez en 11 años reducir el déficit por debajo del 3% (2,6%).

Dentro de sólo seis meses España tendrá que presentar a Bruselas la hoja de ruta fiscal que seguirá en los próximos años, coincidiendo con la presentación del Proyecto de Presupuestos para 2025. La maquinaria de las nuevas reglas fiscales entrará en funcionamiento en 2025 y se mantendrá activa durante toda la legislatura, debiendo garantizar el Ejecutivo ajustes anuales de entre el 0,4% y el 0,6% del PIB (unos 8.000 millones de euros).