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La número 3 del FMI marcó la diferencia de Uruguay con Argentina y Brasil, hizo advertencias, dio elogios y más

La subdirectora gerente del FMI, Antoinette Sayeh, estuvo en Uruguay. Allí mantuvo diversas reuniones, visitó centros educativos y participó de un conversatorio con el presidente del BCU, Diego Labat.

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Antoinette Monsio Sayeh
Antoinette Monsio Sayeh: "Durante un largo período Uruguay ha tenido un desempeño macro bueno".
Foto: Juan Manuel Ramos

La subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) -la número tres del organismo-, Antoinette Sayeh estuvo en Uruguay la semana pasada y mantuvo reuniones con la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche y el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat. En entrevista exclusiva con El País, Sayeh habló de la economía global, los desafíos de América Latina, destacó a Uruguay y señaló el diferencial que tiene con sus vecinos.

-¿Hemos tenido un mundo más volátil en los últimos años, cree que esta es la nueva normalidad para la economía mundial?

-Sin duda que la economía mundial continúa recuperándose. Y hay señales alentadoras de que la recuperación se acerca a aproximadamente el 3,1%. Creemos que este año la inflación bajará, eso también es alentador. La recuperación, por supuesto, es diferente según la región. Hemos visto un crecimiento particularmente bueno con algunas sorpresas de crecimiento en los Estados Unidos, pero un desempeño menos sólido en otras economías avanzadas como Japón, pero también en los mercados emergentes. Ciertamente, China tiene un crecimiento más limitado que en el pasado y, en los países de bajos ingresos en particular, hemos visto una desaceleración particular del crecimiento. Eso también es un desafío, pero en el frente de la inflación, vemos que la mayoría de los países y los bancos centrales se acercan a sus objetivos de inflación en 2025.

Entonces, la economía parece relativamente resistente a la luz de los múltiples shocks que hemos seguido viendo y, al mismo tiempo, ese crecimiento de 3,1% -que esperamos que solo aumente a 3,2% el próximo año- es considerablemente menor que el crecimiento medio del 3,8% que hemos visto entre 2020 y 2019. Así que el crecimiento a mediano plazo que proyectamos seguirá sin moverse significativamente más allá del 3% a menos que las cosas cambien significativamente en términos de las reformas estructurales subyacentes que se implementan para facilitar un crecimiento más sólido. Pero, dicho todo esto, la cuestión es que, a pesar de las considerables conmociones hemos seguido viendo una recuperación de la economía global y eso es alentador.

-Mencionó la inflación, y en el conversatorio que mantuvo con el presidente del Banco Central Diego Labat, dijo que no se podía cantar victoria antes de tiempo en la reducción de la misma. ¿Cree que las tasas de interés altas de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo permanecerán más tiempo de lo previsto?

-Creo que, como ocurre con otros bancos centrales, los bancos centrales de las economías avanzadas seguirán observando muy de cerca lo que sucede con sus datos y las expectativas de inflación, y con mucho cuidado seguirán abordando la tarea de acercarse a sus objetivos. Por supuesto, han logrado avances considerables en la reducción de la inflación, pero todavía no muchos de ellos están dentro del rango objetivo y continúan necesitando aplicar políticas monetarias relativamente estrictas. Pero creo que cuando miramos a los mercados emergentes, se han comportado bien, con tipos de interés muy ajustados durante los últimos dos años, han sido bastante resilientes y su crecimiento ha sido resiliente en relación con sus propias políticas monetarias estrictas. Eso se explica por el hecho de que estos mercados emergentes fueron bastante rápidos en ver el peligro de la inflación y muchos de ellos, especialmente en esta región de América Latina, tomaron medidas tempranas en 2021, cuando la mayoría de las economías avanzadas no habían tomado esas medidas.

-Probablemente porque teníamos un track record de inflación alta.

-Habiendo luchado tan sabiamente contra tasas de inflación muy altas en el pasado, siguieron rápidamente el camino del ajuste con buenos resultados y muchos de ellos han comenzado a flexibilizar (su política monetaria) en los últimos meses. Entonces, los temores que muchos tenían en ese momento de que las tasas de interés ajustadas en las economías avanzadas realmente causarían estragos en la recuperación de los mercados emergentes, no se produjo. También habían invertido bastante durante muchos años en sus marcos de política monetaria, con reformas que daban mayor independencia al banco central y para luchar contra la inflación independientemente de las presiones políticas. Todo eso explica una respuesta relativamente buena a unos mercados financieros considerables y ajustados. No vimos grandes salidas de capitales. Por supuesto, existen riesgos y motivos para preocuparse de que una política monetaria considerablemente restrictiva durante mucho tiempo tenga algunas consecuencias, pero creemos que estos mercados emergentes han hecho un trabajo razonablemente bueno.

-Respecto a América Latina, habló de lo rápido que reaccionaron los países ante el aumento de la inflación, pero ¿cómo ve los otros desafíos que tiene la región?

-Vemos cierta desaceleración este año en el desempeño del crecimiento y un piso de crecimiento, de alrededor del 1,9% en comparación con el 2,5% del próximo. Para algunas de las exportaciones de esta región el crecimiento en China no ha sido lo suficientemente fuerte como para permitir ver un buen desempeño. Esta es una región en la que el comercio intrarregional y el comercio en general son menores en comparación con los países pares. En esta región, y en eso Uruguay es diferente en muchos sentidos, la infraestructura no es relativamente buena. En toda la región podría haber una mejor infraestructura y cuando digo infraestructura, no me refiero solo a la infraestructura física, sino a las Aduanas y ese tipo de instalaciones para facilitar el comercio o también las que necesitan reformas. Entonces, esas son algunas de las cosas en las que la región necesita trabajar y, por supuesto, aprovechar las oportunidades para aumentar la productividad. Su país en particular está buscando ventajas potenciales de Inteligencia Artificial y de otros esfuerzos por ser innovadores y mirar realmente hacia el futuro para ver cómo puede contribuir a un crecimiento más sólido a mediano plazo. Ahí es donde habrá que empezar a centrar la atención a medida que el país supere el desafío de tener la inflación bajo control. Pero, ese es el primer gran paso, que debe ser garantizar que la inflación no regrese y que los bancos centrales no declaren la victoria demasiado pronto y que se aseguren de que la inflación esté realmente contenida antes de empezar a relajar (la política monetaria).

-¿Qué impresión se llevó de las reuniones que mantuvo con Argimón, Arbeleche y Labat entre otros?

-No hay nada como estar en el propio país para darse cuenta de los logros y comprender algunas de las ventajas y desventajas que existen a la hora de formular políticas y cómo los países pueden entender que este es un país que lo ha hecho con éxito. Como todos los demás Uruguay tiene sus propios desafíos, pero ha sido siempre claro para los responsables de las políticas, de una administración a otra, la importancia de la estabilidad macro. Es una condición sine qua non para el crecimiento y para lograr avances en todos los ámbitos, y eso ha continuado en Uruguay. Sigue siendo bastante impresionante cómo los responsables de las políticas han llevado a cabo tanto la política monetaria como la fiscal y se están beneficiando de la implementación de reglas fiscales que ahora han llevado ese ratio de deuda/PIB al nivel que tenía antes de la pandemia. Claro que hay que trabajar una vez que se despeje el impacto de la sequía y que todas las demás cosas que implicaron más gastos hayan salido. También es hora de empezar a reconstruir más espacio fiscal. Pero hasta ahora se ha gestionado bastante bien, la regla fiscal ha ayudado y he visto una atención considerable a las cuestiones educativas en los últimos días, a los esfuerzos pioneros en el frente climático, la innovación en TI, todo eso. Desde luego, hay que invertir en agricultura de manera muy sólida.

-Señaló la importancia que ha tenido en Uruguay que de un gobierno a otro se mantengan los números macroeconómicos estables, ¿es algo que lo diferencia de sus vecinos Argentina y Brasil?

-Creo que, por supuesto, hay que mirar país por país y observar los desafíos subyacentes y cómo se están abordando. Pero, es justo decir que durante un largo período Uruguay ha tenido un desempeño bastante bueno en el frente macro y que ha habido menos cambios en las políticas a medida que se pasa de una administración a la siguiente. Eso a su vez ha significado que el sector privado, la inversión privada extranjera no ha tenido preocupaciones importantes en el momento en que anticipan un cambio de gobierno o elecciones que se van a realizar en Uruguay. Porque saben que lo básico en términos de la búsqueda de políticas que permitan buenas inversiones está, y en el frente macroeconómico las instituciones son bastante fuertes, la cohesión social es bastante buena aquí y las redes de seguridad social son igualmente fuertes.

-Por último, Argentina tiene un nuevo gobierno y están negociando un nuevo programa con el FMI, ¿cómo ve su situación?

-Todavía estamos en el programa existente y nuestra junta aprobó a fines de enero la séptima revisión del programa, tras los esfuerzos que se han implementado muy rápidamente por las nuevas autoridades para empezar a abordar algunos de los desvíos que vimos en el transcurso de 2023, hacia finales de año en particular. Como saben, pudimos liberar US$ 4.700 millones a Argentina y continuamos trabajando con ellos (las autoridades) en sus esfuerzos por llevar adelante los intentos de estabilización, que son un desafío. Eso requiere, buscar apoyo político y social para continuar con un programa de reformas muy difícil, pero actualmente continuamos interactuando con Argentina en el contexto del programa que está en marcha.

Exministra de Liberia

Antoinette Monsio Sayeh, economista y doctora en Relaciones Económicas Internacionales, es la subdirectora gerente del FMI. Fue directora del Departamento de África del organismo entre julio de 2008 y agosto de 2016. Como ministra de Hacienda de Liberia tras la era de conflicto armado (enero de 2006 a junio de 2008), dirigió el país durante la liquidación de la prolongada mora de la deuda multilateral. También estuvo en el Banco Mundial.

Antoinette Monsio Sayeh
Antoinette Sayeh.
Foto: Juan Manuel Ramos
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El riesgo de volver al proteccionismo

-Otro desafío es una vuelta al proteccionismo y a las políticas industriales, sobre todo de parte de los países desarrollados. ¿Cómo cree que esto puede afectar a la economía global?

-Hemos sido muy expresivos al subrayar los peligros del proteccionismo. Entendemos perfectamente algunas de las preocupaciones de algunos países después de salir del episodio de presión sobre las cadenas de suministro que vimos tras la pandemia, y algunas preocupaciones de seguridad que tienen algunos países acerca de poder proteger su aparato de seguridad como infraestructura de tecnologías de la información. Todo eso lo entendemos. Pero, realmente hemos subrayado con bastante claridad los peligros del proteccionismo y la fragmentación en la economía mundial. Por ejemplo, si nos fijamos en el informe por artículo 4° sobre los Estados Unidos de junio pasado, dejamos claro el peligro de aplicar políticas restrictivas de ese tipo. Y queremos alentar a todos nuestros países miembros a que mantengan sus ojos en los beneficios que la economía mundial ha obtenido en el pasado gracias a un comercio más abierto. Y el riesgo es particularmente significativo para el bienestar de los países pobres, y queremos asegurarnos de que esto se centre lo suficiente en los beneficios que se obtendrán al seguir ayudando a volver a un comercio más libre.

-Un gran desafío es el del cambio climático que tiene metas ambiciosas. ¿Cree que son alcanzables?

-Seguimos enfatizando en la necesidad de mejorar las políticas para mitigar el impacto del cambio climático, incluida la reducción seria de los subsidios al combustible, la transición a una energía más renovable en general y establecer precios que brinden buenos incentivos para realmente hacer esa transición a la energía verde. Así que aún queda mucho trabajo por hacer y creo justo decir que, incluso si todos los países del mundo y todos los gobiernos pusieran el máximo, sus recursos propios no serán suficientes para hacer el trabajo. Necesitan seguir encontrando formas de atraer financiación privada al combate al cambio climático. Entonces, es un trabajo pesado, un trabajo muy pesado, pero creemos que, con un esfuerzo considerablemente mayor y un mejor esfuerzo en particular para movilizar recursos del sector privado, los países pueden hacerlo significativamente mejor de lo que lo están haciendo ahora.

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