La jueza implica a Rubiales en operaciones con criptomonedas y amaños en la última Eurocopa

La jueza del caso de los Supercopa Files, Delia Rodrigo, está investigando a Luis Rubiales y su círculo de confianza por el presunto desvío de fondos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) mediante operaciones con criptomonedas y la adjudicación irregular de contratos a una constructora amiga, Gruconsa SA. Fuentes próximas a las pesquisas explican a El Confidencial que una parte sustancial de estos movimientos de dinero habría acabado en las cuentas de Rubiales y su entorno.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, responsable de las averiguaciones sobre la trama de la RFEF, detuvo este miércoles a siete personas y registró más de una decena de domicilios y oficinas. Rubiales no fue arrestado porque se encontraba en República Dominicana, pero se espera que pase a disposición judicial en cuanto regrese a España. Entre los detenidos figuran el abogado Tomás González Cueto; el socio de este, Ramón Caravaca; y el jefe de Personal de la RFEF, José Javier Jiménez, alias 'Jota'. También Pedro González Segura, director del Servicio Jurídico de la RFEF, y su hermano.

Europol está colaborando con la UCO en las diligencias relacionadas con el rastreo de las criptomonedas. La RFEF anunció en mayo de 2021 un acuerdo con una firma turca, Bitci Technology, para lanzar una supuesta moneda digital vinculada a la Selección. A cambio, el combinado nacional incorporó el logotipo de Bitci a su uniforme de entrenamiento. No se desvelaron más detalles del acuerdo, que fue presentado por el propio Rubiales. "Es un privilegio estar a la vanguardia de la tecnología", dijo entonces.

Fuentes de la investigación señalan que este convenio fue negociado por el director de Márketing de la RFEF, Rubén Rivera, un cargo de la máxima confianza de Rubiales que continúa en la institución y que está procesado por coacciones por presionar a la jugadora Jennifer Hermoso para que dijera públicamente que el beso que le dio el expresidente de la RFEF en Australia había sido consentido.

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El acuerdo con Bitci terminó siendo un fiasco. La compañía turca no cumplió sus obligaciones con la RFEF ni con los clubes españoles con los que había contraído pactos similares. Pero, semanas después, el máximo órgano rector del fútbol en España sentó las bases para sellar un acuerdo idéntico con otra empresa de criptomonedas, la china Huobi Global, con sede en el paraíso fiscal de Gibraltar. El Confidencial adelantó la existencia de este acuerdo y alertó también de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consideraba que Huobi carecía de autorización para realizar "servicios de inversión". La noticia provocó que la RFEF cancelara la presentación del acuerdo.

La otra línea de investigación está relacionada con los contratos de las obras de mejora del estadio La Cartuja de Sevilla para que esta infraestructura acogiera en 2021 cuatro encuentros correspondientes a la Eurocopa 2020, aplazada un año por la pandemia. La Junta de Andalucía invirtió 3 millones de euros en adecentar la instalación, pero la RFEF se encargó de gestionar esos fondos y seleccionó a la empresa adjudicataria, según han explicado a El Confidencial fuentes próximas al caso.

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El hermano del responsable jurídico

Rubiales y su círculo eligieron a Gruconsa SA, una empresa en la que trabaja el hermano del director jurídico de la RFEF. Se trata de Ángel González Segura, responsable de la constructora en la zona sur de España. Reformó los vestuarios, la zona de prensa, el túnel de acceso al campo y todo el perímetro del césped. También remodeló los palcos VIP y otras zonas del graderío.

La RFEF alcanzó un acuerdo en 2020 con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla para convertir La Cartuja en la sede permanente de la final de la Copa del Rey durante los siguientes cinco años. En 2020, antes de la final de esa temporada, Rubiales sacó pecho por el dinero que había dejado la Eurocopa 2020 en la capital hispalense y avanzó que, con las inversiones necesarias, el estadio podía aspirar a ser una de las sedes del Mundial 2030.

La contabilidad de Gruconsa revela que sus ingresos se dispararon coincidiendo con la llegada de Rubiales a la RFEF en junio de 2018. En el ejercicio 2019, la constructora facturó 17,4 millones de euros. Al año siguiente, cerró diciembre con una cifra de negocio de 20,3 millones, pese a la pandemia. En 2021, volvió a aumentar sus ingresos hasta los 21,1 millones. Finalmente, en 2022, último año declarado, Grucosa alcanzó la cifra récord de 30,9 millones de euros.

Además de las obras de La Cartuja, la constructora declara haber colaborado con otros clubes y entidades deportivas. Gracias a la RFEF, Gruconsa también se coló en un acuerdo con la federación China para desarrollar en este país una ciudad del fútbol completamente nueva inspirada en la de Las Rozas.

El último episodio de los Supercopa Files

La operación se desencadenó este miércoles a cargo del Juzgado 4 de Majadahonda. Además de las detenciones señaladas, fuentes de la investigación concretan que la pieza, declarada secreta alcanza a siete personas. Durante toda la jornada se registraron distintas sedes y domicilios. La Guardia Civil accedió a la Real Federación para incautar documentación sobre los contratos sospechosos que había requerido en numerosas ocasiones sin obtener respuesta. Los agentes también se incautaron de dispositivos electrónicos y otro material en la casa gaditana de Rubiales e incluso accedieron al propio estadio, cuya remodelación se revisará en el marco de la instrucción.

Tras la operación, la RFEF expresó "su profunda preocupación" y se comprometió a ofrecer toda la transparencia posible, "haciendo honor a los valores que representa el fútbol y que deben defender sus dirigentes, debiendo ser un ejemplo para la sociedad". Las diligencias abiertas se vinculan con la comisión de delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales.

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Este último episodio es una derivada de un procedimiento mucho más grande que arrancó a raíz de los negocios conjuntos entre Rubiales y el exfutbolista del Barça Gerard Piqué para la venta de la Supercopa de España a Arabia Saudí. El procedimiento abarca otras presuntas irregularidades en la RFEF que fueron desveladas por este periódico en el marco de la serie de exclusivas llamada Supercopa Files. Entre ellas se encuentra el pago de forma presuntamente irregular el alquiler de la vivienda de lujo de su expresidente en Madrid o de un viaje de placer de seis días a Nueva York.