2023 ha sido un año histórico para el mundo de los videojuegos por múltiples motivos, muchos de ellos relacionados entre sí. Sin duda, la gran noticia es la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, la mayor de la historia de los videojuegos con un desembolso de 69.000 millones de dólares.
La apuesta de la compañía liderada por Satya Nadella no se entiende sin otro de los elementos que se han consolidado definitivamente este 2023: el juego en la nube y el modelo de suscripción que la empresa ha implementado con GamePass, un servicio a través del cuál se puede jugar a centenares de títulos de consola y ordenador a cambio de un pago mensual y que funciona en decenas de dispositivos, desde televisiones a ordenadores.
Cada vez más, el mundo de los videojuegos está apostando por vías que permiten esquivar la barrera de entrada que puede suponer para muchas personas el desembolso de un ordenador de altas prestaciones o de una consola.
Al igual que ha ocurrido con el mundo de las series y películas, cada vez más usuarios están más cómodo con este modelo de suscripción, en el que a partir de un módico desembolso mensual, permite disfrutar a demanda de un amplio catálogo y no cuenta con la atadura que supone amortizar el coste de una consola.
Sin embargo, no es un camino de rosas. En su informe anual de 2023, la consultora Newzoo ha fijado como uno de los retos del próximo año que tienen este tipo de modelos, bautizados como gaming as a service, es probar que pueden ser sostenibles en el tiempo.Microsoft está destinando más de mil millones de dólares anuales a asegurarse títulos de terceros para la plataforma, un esfuerzo solo sostenible si el crecimiento de usuarios es prolonga.
Por su parte, otras empresas como Sony, principal rival de Xbox, y varias compañías chinas y centradas en PC están acelerando sus propios planes, lo que puede elevar la competencia en el sector.
Por ubicación, España está en una posición destacada a la hora de encabezar la adopción de estas tendencias, ya que, según la firma de análisis de mercado Savanta, es el país con mayor porcentaje de usuarios dispuestos a probar este servicio, con un 44% de los encuestados abiertos a probar el juego en la nube.
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Sin embargo, este giro hacia la suscripción no se produce únicamente en los videojuegos propiamente dichos, si no que el fenómeno ha llegado también al mundo de las propias consolas.
Empresas como Rentik han pasado a ofrecer la posibilidad de, en vez de comprar una consola, alquilarla durante un periodo de tiempo flexible. Desde 12,99 euros al mes, la compañía ofrece la posibilidad de utilizar una consola durante un periodo que normalmente puede llegar a los 24 meses, pero que, en Navidad, ha extendido hasta los 36, una oferta que ha llegado a agotar el stock con el que cuenta la compañía en algunos modelos de Nintendo Switch y PS5.
Esta modalidad arroja varios beneficios para los jugadores de videojuegos. Por un lado, permite rotar entre consolas, lo que posibilita jugar a los títulos exclusivos de cada una de las plataformas y, por otro, permite renovar las consolas de forma natural cuando una generación de hardware da paso a otra.