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Los argentinos de poder adquisitivo muy alto que, pese a la crisis, vacacionarán en Uruguay

Sin embargo, la brecha cambiaria hace sostener la demanda en la costa argentina.

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Ya se siente el movimiento en Punta del Este.
Ya se siente el movimiento en Punta del Este.
Foto: Ricardo Figueredo

El alza de de casi el 200% registrado por los dólares paralelos en Argentina en el transcurso del año y la elevada incertidumbre en torno a cómo evolucionará la crisis económica son los principales factores que conspirarán contra un mayor flujo de turistas argentinos hacia Uruguay en la temporada de verano. No obstante, aún con esas barreras, la expectativa de los operadores es que la llegada de viajantes desde la vecina orilla se mantenga en niveles similares a los del verano pasado.

Uruguay está impuesto como destino turístico para los argentinos más allá de las crisis. De hecho, la primera línea de Punta del Este frente al mar –los alojamientos más caros- está toda alquilada desde hace un par de meses, antes del recambio de gobierno en Argentina.

Además del creciente número de argentinos que son propietarios de casas y departamentos en Uruguay, la gente que llegará para las fiestas de fin de año y la primera quincena de enero es la de un poder adquisitivo muy alto, que no sufre los impactos de la crisis. A medida que se acerque el fin del verano, empezará a bajar el nivel económico de los turistas argentinos que lleguen desde Argentina”, dijo a El País Gonzalo Martínez Vargas, CEO de Moebius Consultora Inmobiliaria, una firma con oficinas en Montevideo, Punta del Este y Buenos Aires.

Durante el primer trimestre de este año, ingresaron a Uruguay 716.548 argentinos, el 58,7% del total de visitantes, según datos del Ministerio de Turismo.

En ese período, el gasto por persona fue de U$S 601,2. “El número de turistas será similar al de la temporada pasada, tal vez con una reducción muy menor. En cambio, sí esperamos que los argentinos disminuyan sus gastos con respecto al verano pasado. Año a año viene creciendo la demanda por alojamientos económicos a través de plataformas como Airbnb y también se percibe una tendencia a reemplazar las salidas a restaurantes por las compras de comida en los supermercados. El año próximo se prevé demasiado complicado para la economía argentina y eso lleva a que incluso los que puedan viajar al exterior limiten sus gastos”, dijo Martínez Vargas.

Ese menor gasto previsto está atado a la fuerte desventaja cambiaria para los argentinos, que continuó profundizándose este año. Mientras en los últimos doce meses el peso uruguayo se mantuvo relativamente estable frente al dólar, en Argentina el tipo de cambio paralelo saltó de 375 pesos a 980 pesos. La devaluación es aún mayor para los consumos en el exterior con tarjetas de crédito.

Tras el salto del tipo de cambio oficial dispuesto por el nuevo gobierno, el llamado “dólar turista” pasó a cotizar en 1.319 pesos. Ese escenario provocará que en esta temporada otra vez estén ausentes buena parte de los turistas de clase media que habían copado las playas de Punta del Este, Piriápolis y otros destinos hasta 2018, antes del estallido de las sucesivas crisis cambiarias en Argentina.

Precios.

La desventaja cambiaria para viajar al exterior está provocando que, aún en medio de una crisis profunda, se sostenga la demanda en destinos Premium de la Costa Atlántica argentina, como Pinamar, Cariló, Costa Esmeralda y Mar de las Pampas. Si bien ante la incertidumbre económica buena parte de los precios de los alquileres en esas ciudades balnearias son publicados en dólares, la brecha con Uruguay y otras plazas fuera del país continúa siendo elevada.

En Cariló, el alquiler de un departamento de dos ambientes varía desde U$S 100 a U$S 500 diarios para enero. “Hay una muy alta ocupación en hotelería, pero cayó un poco el nivel de reservas en casas y departamentos. Despejada la incertidumbre electoral, se espera que en esta semana se terminen de cerrar más operaciones”, dijo a El País Ignacio Cattáneo, presidente de la Cámara de Turismo de Cariló.

En Pinamar, en tanto, el promedio de un departamento de dos ambientes para una quincena ronda los U$S 1.100. “Por el momento, el nivel de reservas para enero es del 70%, un 15% por debajo del año pasado. La incertidumbre electoral frenó las operaciones por más de un mes, pero ya con el resultado definitivo comenzó a reactivarse el mercado”, dijo a El País Alejandro Carini, gerente de la inmobiliaria EME ESE, con operaciones en Pinamar.

En cualquier caso, las diferencias de precios entre las ciudades balnearias de Uruguay y Argentina no se concentran solo en los alojamientos, sino también en los gastos diarios. Aunque el precio de la nafta acumula un alza del 77% desde comienzos de noviembre en Argentina, el litro de combustible súper ronda los U$S 0,60, la tercera parte que en Uruguay. La brecha de precios también es notoria en las salidas gastronómicas: una comida para cuatro personas en Cariló varía entre 30.000 pesos (U$S 30) y 60.000 pesos (U$S 60) dependiendo, entre otros factores, de la calidad del vino elegido.

A los saltos cambiarios que viene registrando Argentina en los últimos años se suma ahora un cúmulo de interrogantes sobre cómo decantará la crisis económica en los próximos meses.

El ajuste fiscal iniciado por el gobierno de Alberto Fernández y profundizado por la nueva administración de Milei prevé deprimir aún más el poder adquisitivo de los ingresos al menos durante el próximo año.

“Hay un tipo de público al que no le cambia” la crisis

“Hay un tipo de público en Argentina al que no le cambia absolutamente nada la situación económica. Sin embargo, aproximadamente el 80% de los turistas sí percibe los impactos de las crisis. Eso hizo que mucha gente que todos los años veraneaba en Uruguay ya en la temporada pasada probara ir de vacaciones a Pinamar. El cambio de gobierno ha traído en general expectativas favorables, pero dado que en el corto plazo la situación continuará siendo mala, muchos decidirán tomar este año unas vacaciones con menores costos”, dijo Carini.

No obstante, tras conocerse las más de 300 modificaciones normativas realizadas por el gobierno de Javier Milei, más de 5.000 agencias argentinas se posicionaron al respecto y cuestionaron, a través de un comunicado, el decreto de necesidad y urgencia (DNU). La Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt), que representa a más de 500 agencias de viajes de Argentina, lamentó “profundamente” el desconocimiento que refleja respecto al sector turístico el DNU anunciado, por el que se eliminan numerosas leyes y normas para desregular la economía y permitir la privatización de empresas públicas. A través del comunicado, la Federación se puso a disposición del Gobierno para dialogar y aportar toda la información necesaria para transformar este cambio de paradigma en una oportunidad concreta de crecimiento para un sector “pujante”, indicaron.

Desde la Federación señalaron que referirse al sector de las agencias de viajes como un monopolio supone desconocer que se trata de uno de los sectores más diversos y descentralizados del turismo. En concreto, indicaron que el entramado empresarial está compuesto por más de un 80% de agencias que son pequeñas y medianas empresas. “No es posible desconocer la importancia que el desarrollo del turismo tiene en el crecimiento económico del país, más aún cuando se cuenta con atractivos turísticos inigualables y en un contexto de creciente globalización”, agregó.

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