El gobierno argentino reemplazó el polémico Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) -implementado durante la gestión del exministro de Economía, Sergio Massa- por un nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) que comenzó a regir hoy y a través del cual se buscan eliminar las licencias y los permisos discrecionales que se requerían para importar.
La medida fue celebrada por la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), porque entiende que es una señal que demuestra que Argentina “se abre nuevamente a importar”, pero según indicó a El País el presidente de la gremial, Fernando Pache, el sector también está “en alerta” porque aún se desconoce qué pasará con la deuda que las empresas del vecino país mantienen con los exportadores uruguayos.
La Secretaría de Comercio de Argentina estima que la deuda comercial que mantienen las empresas con proveedores del exterior supera los US$ 31.000 millones. Si bien no se sabe con certeza cuánto de ese monto responde a exportaciones hechas desde Uruguay, Pache estimó que la cifra adeudada supera los US$ 15 millones.
“Tenemos sentimientos encontrados. Por un lado, estamos alegres con el fin del SIRA, pero, por otro lado, hay dos cosas que nos generan mucha preocupación y cautela: cómo se pagará la deuda atrasada que no hemos podido cobrar y los nuevos plazos para el pago de las operaciones que se implementan ahora”, indicó Pache.
Con el objetivo de eliminar trabas burocráticas que dificultaban el acceso a divisas para el pago de las operaciones de comercio exterior, días atrás el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emitió una comunicación en la que estableció los tiempos de pagos de las importaciones realizadas desde el 13 de diciembre en adelante.
En esa comunicación el regulador estableció, como generalidad, que el pago de las operaciones se hará en cuatro partes iguales y consecutivas, a los 30, 60, 90 y 120 días, a la vez que fijó algunas excepciones según la naturaleza de los bienes y servicios importados.
Desde la CIU celebraron las nuevas señales del gobierno argentino en la medida, que buscan normalizar el flujo de importaciones, pero llamaron a las empresas uruguayas a ser “cautelosas” a la hora de negociar nuevas ventas hacia el país vecino.
“El SEDI determina cuánto tiempo vamos a demorar en cobrar (las exportaciones hacia Argentina), así que todavía no está la condición de libertad económica. Por supuesto que los dólares no iban a aparecer de la noche a la mañana, pero (los nuevos plazos de pago) nos generan cierta preocupación porque son reglas que van en paralelo del acuerdo que podamos hacer con nuestros clientes argentinos”, indicó Pache.
Sumado a eso, el presidente de la gremial industrial planteó su preocupación por la fuerte devaluación de la moneda argentina que, junto con el incremento del Impuesto País, llevó a que el tipo de cambio efectivo para los importadores aumente a más de $ 920 argentinos. “No tienen ahora prohibición de compra (de dólares) pero hay una diferencia cambiaria muy grande entre el dólar oficial y el dólar con el que se van a encontrar en el mercado. Nuestra lectura es que evidentemente los van a pagar más caros y eso afecta” al comercio exterior, analizó Pache.
Deuda acumulada
Si bien desde la CIU ven “con buenos ojos el nuevo modelo económico” que busca implementar el gobierno liderado por Javier Milei, su principal preocupación tiene que ver con la deuda que los importadores argentinos mantienen con los industriales uruguayos.
“Nos preocupa mucho y no podemos dejar de exigir el cobro de las deudas. No podemos aceptar entrar en un sistema, en un bono o en algún acuerdo para el pago de esa deuda privada con el exterior a determinados plazos. No. Debemos de cualquier manera recuperar nuestro capital de giro y nuestra caja de empresas para que estas vuelvan a tener una economía saludable”, exigió Pache.
Por ese motivo, el presidente de la gremial exhortó a las autoridades uruguayas de los Ministerios de Industria, Energía y Minería; de Economía y Finanzas; y de Relaciones Exteriores, que hagan un “esfuerzo” junto al empresariado nacional de “exigir y controlar” el pago de la deuda acumulada.
“Es entendible y es lógico que Argentina se esté reconstituyendo en materia económica y nosotros debemos ser pacientes, pero todavía no están todas las cartas a la vista y nosotros no podemos dejar de insistir en que la prioridad, antes de acordar nuevas exportaciones, es el cobro de la deuda anterior”, señaló el presidente de la CIU.
Si bien en términos macroeconómicos las exportaciones nacionales hacia Argentina ya no tienen tanta relevancia como en el pasado, Pache indicó que “hay muchas empresas uruguayas cuyas ventas dependen en un 90% del mercado argentino”.
Por ello cree que es “fundamental” que se pueda cobrar lo adeudado y así “poder tener un año 2024 mucho más saludable, en comparación con el estrés permanente y la angustia que pasaron y siguen pasando muchas empresas para poder exportar”, concluyó el máximo representante de la industria nacional.
No abrir el grifo exportador
El máximo representante de los empresarios industriales llamó a ser cautelosos, ante el nuevo panorama económico argentino, y alertó a las empresas a no reanudar sus exportaciones hacia Argentina hasta no tener la certeza de cómo y cuándo pagarán sus deudas. “Hay herramientas que van saliendo a la luz, que nos generan una expectativa agradable de que las cosas van a ir cambiando a favor, pero no se atrevan a creer que todo se resolvió y que van a cobrar al contado porque olfateamos que no es así. No podemos abrir el grifo exportador porque posiblemente nos escrachemos. El empresariado uruguayo junto con las autoridades debemos estar estrictos, con suavidad, pidiendo el cobro de los adeudos y después volver a empezar la negociación privada”, señaló.
Cómo funcionará el Sistema Estadístico de Importaciones
La Nación/GDA
Según detalla la resolución publicada en el Boletín Oficial argentino, este sistema facilitará los procesos de importación y terminará con las demoras en los sectores productivos, suministrando “información estadística en forma descriptiva y anticipada a los registros históricos, a efectos de realizar un análisis eficiente de la evolución de las mismas”. Además, agrega que el sistema que funcionaba hasta el momento afectó el desempeño y la previsibilidad de las empresas nacionales, lo que generó “serias dificultades en el comercio de bienes y servicios en el país, como así también una importante deuda comercial con proveedores del exterior”.
De esta forma, también comunicaron la creación de un “Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior”, con el objetivo de contar con información actualizada de la deuda comercial privada vigente y en el cual deberán inscribirse aquellos que posean deuda comercial por importaciones. La inscripción a este padrón estará abierta por 15 días corridos desde la publicación de la resolución.
La resolución conjunta entre la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Secretaría de Comercio establece que quienes deseen importar deberán completar una declaración jurada informativa en el sitio de AFIP, en el apartado SEDI. Si bien dejarán de existir los bloqueos de la Secretaría de Comercio –que no aprobaban las SIRA- subsistirán los vinculados a la seguridad y salubridad de las mercaderías, y que se corresponden con análisis técnicos de distintos organismos públicos.
La resolución conjunta se complementa con la resolución 1/2023 de la Secretaría de Comercio, que abroga la resolución 523/17 que establecía las Licencias No Automáticas de Importación.
La resolución también establece los mecanismos y condiciones para comenzar a saldar la deuda comercial que mantienen las empresas con proveedores del exterior y que supera los US$ 31.000 millones. “Esto permitirá ordenar el flujo de comercio exterior argentino sin desatender los problemas de la herencia recibida”, dijeron en la Secretaría de Comercio.
En resumen, todas aquellas mercaderías comprendidas en la totalidad de las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) con destinación de importación definitiva para consumo podrán ingresar al país sin necesidad de tramitar una licencia de importación. Los importadores deberán anticipar la información relativa a sus destinaciones de importación para consumo, lo que resultará en un sistema más rápido y eficaz. Con esta medida, el Gobierno puso fin a la Resolución 523, que databa de julio de 2017, y que establecía la obligación de tramitar las Licencias Automáticas de Importación.
Quienes requieran hacerlo, deberán completar la declaración jurada en la web de la AFIP, dentro del micrositio “Sistema Estadístico de Importaciones”. Estos documentos tendrán un plazo de validez de 360 días corridos, durante los cuales el organismo analizará la situación tributaria del contribuyente y su capacidad económica financiera para efectuar la operación que se pretende cursar.
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