Gobierno de ultraderecha

Argentina: Milei emite un decreto con 300 medidas de ajuste, desregulaciones y reformas laborales

Argentina: primera protesta social contra el gobierno de ultraderecha

Milei usa datos falsos para justificar sus medidas extremas en Argentina

Argentina: primera protesta social contra el gobierno de ultraderecha

PI STUDIO

Abel Gilbert

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"Que Dios bendiga a los argentinos y que las Fuerzas del Cielo nos acompañen". Javier Milei volvió a invocar el Libro de los Macabeos y, en particular, el episodio referente a una revuelta del pueblo judío contra los griegos, en el año 166 a.C, para poner en marcha el segundo capítulo de un plan económico que, insistió, busca modificar "de raíz" Argentina. "El cambio empieza hoy". Lo que comenzaron de inmediato fueron las protestas y el presidente las calificó de nostálgicas del "comunismo".

Acompañado de sus ministros, Milei dio a conocer este miércoles los aspectos generales de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que contiene más de 300 medidas que apuntan a "destrabar este andamiaje jurídico institucional opresor que ha destruido nuestro país". El Gobierno de ultraderecha se propone tomar una serie de decisiones que no pasarán por el Congreso. Estas apuntan a eliminar el actual régimen laboral, en particular su sistema de indemnizaciones por despido y la limitación del derecho a huelga, al tiempo de habilitan las privatizaciones de las empresas estatales y derogan una serie de disposiciones que permitían al Estado intervenir en el mercado en momentos de desequilibrio de precios. El DNU, aseguró el mandatario, devolverá a Argentina a su momento de esplendor, que situó "a principios del siglo XX" cuando "era la primera potencia mundial", una afirmación que suele sorprender a los historiadores por su inconsistencia. El presidente está convencido, no obstante, que la arcadia agroexportadora de hace 123 años se derrumbó cuando se inició la era "colectivista". Ese largo ciclo estuvo marcado por crisis recurrentes y "todas tienen en sus orígenes la misma causa, el déficit fiscal".

Una semana después de haber devaluado el peso, la moneda nacional, un 119%, abriendo las puertas de una carrera de los precios que augura una inflación mensual del 30%, y pocas horas antes de haber enfrentado su primera protesta, Milei decidió apretar el acelerador, convencido de que la luna de miel con la sociedad puede ser corta. Una encuesta de la consultora Circuitos acaba de dar cuenta de que un 42,2% de la población es optimista respecto de las posibilidades de éxito del Gobierno. Más de la mitad de las personas entrevistadas manifestó sensaciones negativas. Después de su mensaje a los argentinos, sonaron caceroleos, incluso frente al Congreso, donde llegaron a reunirse unas 15.000 personas. También se reportaron acciones espontaneas en la periferia capitalina y otras ciudades del interior del país. Para Milei, los que salieron a las calles pese a la vigencia del protocolo de seguridad están "abrazados y enamorados del modelo que los empobrece". Y añadió: "puede ser que haya gente que sufre el síndrome de Estocolmo.Hay gente que mira con nostalgia, amor y cariño al comunismo".

Giro radical

A 10 días de tomar posesión, Milei ya ha vivido dos protestas. Sabe que corre una carrera contra el tiempo. Así se lo dicta la experiencia de la gestión del magnate Mauricio Macri, quien optó por aplicar su programa de manera gradual. El anarcocapitalista dice haber aprendido la lección y ese es uno de los motivos del DNU, que también deroga las leyes de alquileres, para que inquilinos y locatarios puedan pactar un arrendamiento en dólares, si les place, y de Abastecimiento, de modo "que el Estado nunca más atente contra el derecho de propiedad de los individuos". Se eliminarán normas que beneficiaban el desarrollo de las empresas nacionales y todo monitoreo del comportamiento de los precios, considerado "una persecución de las empresas".

"Esto es un industricidio", dijo la alcaldesa de la localidad bonaerense de Quilmes, la peronista Mayra Mendoza. "El Gobierno ha decidido transformarse en una fuerza de ocupación. Frente soberano para salvar a la patria", pidió otro peronista, Andrés Larroque. "Solo traerá más hambre y pobreza", advirtió el exministro Daniel Filmus. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, calificó al DNU de antidemocrático por atentar contra la división de poderes. "Se proponen arrasar con todo".

Además, ha tomado medidas que cambiarán el régimen del sistema de salud privado. El ambicioso decreto ofrece condiciones para privatizar el fútbol, la gran pasión social en este país con 45% de pobres. Todo este arsenal de iniciativas, dijo, busca restaurar el contenido "liberal" de la Carta Magna promulgada en 1853 y reformada en 1994. En todo este tiempo, "los políticos se han ocupado de expandir el poder del Estado en detrimento de los argentinos de bien". Por último, el DNU habilita las desregulaciones de los servicios de internet satelital para que pueda entrar en el mercado Elon Musk con Starlink, el sector turístico y la actividad minera, especialmente la relacionada con el litio.

El Congreso como escenario de disputas

El Gobierno tiene 10 días para enviar el DNU a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo del Congreso, encargada de pronunciarse sobre la pertinencia del "paquetazo", como ha sido llamado. Por lo pronto, Milei lanzó una advertencia a esos ocho diputados y senadores. "Quedarán en evidencia frente a los argentinos quienes están en contra del progreso y quién es casta. Acá es ganar libertades, competitividad y bienestar en términos de mejores bienes a mejor precio".

El DNU es apenas una estación más de un largo recorrido transformador. "Les aviso que hay más". Milei se propone además remitir al Parlamento otras serie de medidas de "emergencia económica" que requerirán del respaldo de parte de sus adversarios para ser aprobadas. Entre las iniciativas se encuentran la reversión de la reforma del Impuesto a las Ganancias, que beneficiaba especialmente a la clase media, y una nueva ley de blanqueo de capitales.

 "Hay medidas que no son amigables y no queda otra. Pero el presidente cuando toma este tipo de medidas de emergencia para retrotraer la situación de extrema gravedad en la que nos encontramos sabemos que serán temporales, no van a durar 40 años", dijo Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, confiado en que la ultraderecha y la derecha tradicional obtendrán los votos necesarios para avanzar.