El transporte público subirá un 6,75% en 2024 pero no se aplicará hasta la ratificación de las bonificaciones

Después de tres años con la tarifa congelada y con los precios de la energía disparados; después de una pandemia que lo ha removido todo pero que ya huele a etapa superada, la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) ha anunciado este martes que el transporte público se encarecerá en 2024 un 6,75% de media.

Este ente también ha aprobado mantener el 20% de bonificación de la T-Usual y de la T-Jove, a la espera de que el Gobierno confirme que seguirá aportando otro 30% de ayuda. De hecho, las tarifas no se empezarán a aplicar hasta que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no aclare su posición sobre la prórroga, eliminación o modificación de las subvenciones al transporte público.

Si el decreto del Gobierno no se aprueba antes del 31 de diciembre, será la primera vez que el metro, el bus, el tren y el tranvía mantienen el mismo precio sin que medie una congelación de tarifas. Por una cuestión logística: la ATM prefiere esperar lo que sea necesario para que las máquinas de venta de billetes puedan ser modificadas todas al mismo tiempo y una sola vez, ya que se trata de una maniobra complicada y laboriosa. Es, además, una medida de presión política sobre el Gobierno.

Dos caminos

O sea, que pueden pasar dos cosas: que el decreto se apruebe antes de terminar 2023 y que el encarecimiento se haga efectivo aplicando las ayudas que se hayan pactado, o que el nuevo año empiece sin decreto y que se mantengan todas las tarifas del año menguante hasta que el documento, diga lo que diga, haya finalizado su tramitación y entonces pueda darse el paso de actualizar los precios. Lo que sí está aprobado y es innegociable es que la ATM mantiene su ayuda del 20% a la T-Usual, la T-Jove y los títulos de familias monoparentales y numerosas, y que todos los billetes (bonificados o no) se encarecen de media un 6,75%.

Si se aplica ese porcentaje de incremento, los precios de los títulos más usados quedan de la siguiente manera: T-Usual, 21,35 euros; T-Jove, 42,70 euros; billete sencillo, 2,56 euros; T-Casual, 12,12 euros. Los dos primeros, sin embargo, tendrán ese precio siempre y cuando el Estado mantenga su 30% de subsidio. En cualquier caso, la ATM dará a conocer todos los precios detallados una vez se conozca el contenido del decreto estatal. De hecho, que el aumento sea de media un 6,75% no implica que con aplicar ese porcentaje obtengamos con exactitud el importe del futuro billete.

El precio se ha mantenido igual en 2021, 2022 y 2023, con el añadido de las subvenciones que se vienen aplicando desde septiembre de 2022 a los títulos más recurrentes, en especial en Rodalies, donde los viajeros habituales pueden subirse al tren sin pagar. El ATM argumenta que el IPC acumula desde 2019 un incremento del 15% y se espera que llegue al 19% al término del presente ejercicio. A esto hay que añadirle los casi dos años de covid en los que las arcas del transporte público han tocado fondo, cosa que ha afectado a los entes públicos pero, sobre todo, a los operadores privados. Todo esto ha generado que el dinero que aporta el ciudadano sea a día de hoy el 65,5% del coste real de su viaje, mientras que en 2019 era el 58,7%.

Reunión con intriga

La decisión sobre las tarifas no ha estado exenta de intriga. Se daba por seguro que la ATM las daría a conocer este martes, pero al inicio de la reunión ha trascendido una noticia inesperada: el debate sobre los precios del transporte público se caía del orden del día. Sobre las 19.30 horas, sin embargo, tras 60 minutos de parlamentos, el asunto ha vuelto a entrar en la hoja de ruta. Fuentes de la ATM aseguran que no tienen noticias sobre cuándo se aprobará el decreto que permitirá alargar las ayudas. Este diario ha consultado al Ministerio de Transportes y tampoco aporta información alguna sobre cuándo y en qué formato saldrá adelante el documento oficial.

Todo esto se produce en un momento de máxima demanda de transporte público. Según los datos recogidos por la ATM, entre enero y noviembre de 2023 ya se han batido los números de 2019, año en el que se vapulearon todos los récords anteriores. Sobre todo desde verano, el metro de la capital catalana va barriendo todas las plusmarcas de los años anteriores.

Títulos caducados

En cuanto a la caducidad de los títulos de transporte, los adquiridos en 2023 tendrán validez hasta el 29 de febrero. En el caso de la T-16 y la T-Verda, cada título tiene su propia expiración. Se ha alargado el proceso para permitir que el tránsito hacia la T-Mobilitat se haga de la manera menos traumática posible. La T-Usual. la T-Casual, la T-Familiar y la T-Grup se están dejando de vender desde el 28 de noviembre. Seguirán siendo de cartón, pero ahora llevarán 'chip' (adiós a la banda magnética, con lo que se validan por proximidad y no por la ranura), serán de un cartón más resistente y podrán recargarse. Todos los títulos de transporte caducados que estén sin estrenar podrán cambiarse por uno nuevo hasta el 31 de marzo de 2023.