Negociaciones

El PSOE quiere que todos sus socios firmen la ley de amnistía y registrarla antes de la investidura

Desde la dirección del PSOE defienden que la medida es una exigencia para la investidura de otros 56 diputados

La reunión este lunes en Bruselas entre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el expresidente, Carles Puigdemont, anticipa un acuerdo inminente

La reunión del PSOE con Puigdemont encarrila el pacto de investidura

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, este lunes durante un homenaja a las víctimas de la guerra civil y el franquismo.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, este lunes durante un homenaja a las víctimas de la guerra civil y el franquismo. / David Castro

Iván Gil / Ana Cabanillas

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Ferraz busca diluir el coste de la amnistía con una proposición de ley que lleve la firma de todos los grupos parlamentarios favorables. Esto es, una iniciativa conjunta con Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG. Así lo están trasladando los socialistas en la recta final de las negociaciones, según coinciden en señalar algunos de los socios potenciales de Pedro Sánchez para sacar adelante su investidura. El argumento que se ha puesto sobre la mesa, según las mismas fuentes que participan de las diferentes negociaciones, se centra en blindar el texto pactado con los independentistas en su tramitación parlamentaria, sin enmiendas ni debates superpuestos. Fuentes de la negociación añaden que el compromiso es registrar la norma antes de la investidura.

Desde la dirección del PSOE defienden que la medida es una exigencia para la investidura de otros 56 diputados, contando a Sumar y los soberanistas, pero que no hay nada decidido sobre cómo se materialice porque se están “cerrando los acuerdos”. Depende de la decisión de los soberanistas que la ley no tenga solo las firmas de los socialistas y del partido de Yolanda Díaz, aunque los interlocutores de Ferraz ya han transmitido cuál es su prioridad. Su prioridad pasa por un pacto "global" con el resto de potenciales socios. La reunión este lunes en Bruselas del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, con el expresident Carles Puigdemont en Bruselas, da cuenta de lo avanzado del acuerdo con los posconvergentes para sellar el texto de la amnistía. Con todo, fuentes de la dirección del PSOE avanzan que los miembros de la comisión negociadora continuarán con su “actividad” y asumen que “la negociación irá pidiendo lo necesario con cada uno de los grupos”.

Los socios reconocen que si Junts declina firmar la iniciativa, pese a pactarla y asegurar su apoyo, para rehuir que se le etiquete dentro de un bloque o como socio del Gobierno de coalición, ERC hará lo propio y viceversa. En este caso, la iniciativa sería impulsada por los socios de coalición si finalmente logran formar gobierno. La reforma del reglamento para el uso del catalán, gallego y vasco en el Congreso, que partió del acuerdo con Junts y ERC para la elección de la presidencia socialista de la Mesa, Francina Armengol, sí se registró con la firma de todos los socios soberanistas menos los posconvergentes. Repetir este proceso, con la forma de todos los socios potenciales, sería el modelo a seguir.

Pedro Sánchez reconocía este lunes en la carta enviada este lunes a la militancia del PSOE para reclamar su aval a las negociaciones de investidura que “para alcanzar la mayoría necesaria que nos permita seguir avanzando en la senda del progreso y la convivencia, tenemos que acordar con una mayoría parlamentaria aún más amplia”. Una mayoría, según trasladaba, que “demanda seguir avanzando en el reencuentro para superar las heridas aún abiertas, producto de una crisis que los socialistas heredamos al llegar al gobierno”. El pasado sábado, durante su intervención en el Comité Federal, ya argumentó para justificar por primera vez su defensa de la norma que “resulta que en unas Cortes Generales donde hay 350 diputados y diputadas, hay 56 diputados y diputadas que reclaman una amnistía para apoyar la investidura”.

El paso adelante de Sánchez sobre la amnistía no se habría producido sin tener el convencimiento de que el pacto de investidura saldrá adelante. Tanto por el coste electoral que conllevaría si hay que repetir los comicios como por las dudas que genera entre ciertos sectores del partido y los evidentes riesgos. La polémica medida ni figuró en su programa electoral ni tampoco se valoró hasta el pasado 23-J al considerar que desbordaba el marco constitucional. Fue por ello por lo que justificó su cambio de posición, haciendo "de la necesidad virtud", ya que las urnas lo habrían cambiado todo. La foto de este lunes del número tres de Ferraz con Puigdemont escenifica un pacto inminente.

Ferraz apuesta por fijar la fecha de investidura en la semana del 6 de noviembre para acudir al congreso del Partido Socialista Europeo (PES), que se celebrará ese fin de semana en Málaga, con Pedro Sánchez investido. De cerrarlo un pacto “global” en los próximos días con los socios potenciales, fuentes de la dirección del partido avanzan que a finales de esta misma semana, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, podría anunciar una fecha. El viernes se ha convocado una reunión de la Mesa del Congreso que hasta podría calificar la ley para acudir a la investidura con el compromiso cumplido de haber iniciado el trámite parlamentario de la amnistía. Después de que la princesa Leonor jure este martes la Constitución en el Congreso, en cualquier momento se podría precipitar el proceso de la investidura, según señalan las mismas fuentes de la dirección. La fecha idónea para los socialistas será el próximo 8 de noviembre, con mayoría absoluta en primera votación, tras iniciar el debate el día antes.

Los términos sobre la amnistía que finalmente acuerde el PSOE con Junts serán asumidos por Sumar, que asegura estar al tanto de estas negociaciones, según fuentes de la candidatura. Desde el partido de Yolanda Díaz apuntan a que mantienen diálogo abierto tanto con el PSOE como con las fuerzas independentistas y validan, mediante esta participación en el proceso, la redacción final del texto que alumbren estas negociaciones.  

"Es un diálogo a muchas bandas donde están participando diversas formaciones políticas", avanzó su portavoz, Ernest Urtasun, en la habitual rueda de prensa de los lunes, donde destacó que "habrá que llegar a un acuerdo entre el conjunto de fuerzas". "Nosotros lo que hemos hecho es dar nuestra opinión, poner a disposición el dictamen que presentamos y en base a eso hay una propuesta que deberá salir adelante", remachó.

Sumar se muestra "flexible"

La candidatura de Yolanda Díaz saca pecho estos días de haber roto esta lanza, y haber defendido desde el principio unas tesis sobre el perdón judicial que ahora asume el propio Pedro Sánchez. Una defensa, la que hizo el presidente en funciones en el Comité Federal, que en Sumar creen que responde a que "estamos en un ambiente de negociación positivo", en palabras de Urtasun. "Hemos sido claros desde el principio con esta cuestión. Hicimos todo el ejercicio del dictamen y fuimos los primeros que de una manera clara dijimos que esta legislatura debería avanzar por ese carril. Es positivo que las cosas vayan avanzando", continuó el portavoz este lunes.

Este mismo julio, poco después de las generales, Díaz delegó en Jaume Asens una negociación con los partidos independentistas para allanar el camino a la amnistía, y la misma vicepresidenta del Gobierno en funciones acudió a visitar a Carles Puigdemont en Bruselas; el ex president habría pedido una reunión conjunta para legitimarse como interlocutor, en una visita a la capital belga que este lunes replicó el número tres del PSOE, Santos Cerdán.

En Sumar también aseguran ser "flexibles" sobre el cómo se materialice esa amnistía. Si hace algunas semanas se mostraban convencidos de que Carles Puigdemont terminaría rebajando su exigencia de aprobar la ley de amnistía antes de la sesión de investidura, ahora sí justifican que Junts pudiera exigir alguna "señal" previa, aunque se trate únicamente del registro en el Congreso de los Diputados antes de la investidura.