El sector financiero vuelve a crear empleo con la subida de tipos de interés

Punto de inflexión en el sector financiero. Bancos y empresas financieras, como seguros o gestoras, están incrementando de forma generalizada sus plantillas y van camino de cerrar el ejercicio 2023 con creación neta de empleo, rompiendo con la tendencia de recortes de los últimos años.

Así lo muestran las estadísticas de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística. El sector financiero encadena ya dos trimestres de creación de empleo, con 18.000 ocupados más, y 17.100 asalariados en puestos equivalentes a jornada completa, según los datos del INE desestacionalizados. En total, el sector financiero acabó septiembre con 337.300 ocupados y 308.500 asalariados, cifras superiores a las de diciembre.

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Los datos de creación de empleo del segundo y el tercer trimestre superan el recorte que hubo en los tres primeros meses del año, algo que es habitual, ya que el primer trimestre suele ser negativo en variación de empleo del sector financiero. La variación neta en los nueve primeros meses del año es de un aumento de 8.300 ocupados y 6.400 asalariados.

La dinámica desde la Gran Crisis Financiera, a partir de 2008, ha sido de destrucción de empleo. La tendencia del sector financiero español es de reducción de empleos, aunque de forma volátil, ya que los momentos de mayores caídas están condicionados por los grandes expedientes de regulación de empleo (ERE) de la banca.

El resto del sector financiero ha sido más resiliente, hasta el punto de que la banca ha ido perdiendo peso en el conjunto de la industria financiera en cuanto a empleo, igual que ocurre con el negocio en general, pese a que España sigue siendo un país muy bancarizado. Si se cruzan los datos del INE y de las plantillas de la banca en el Banco de España, hay un descenso en el peso del empleo de la banca respecto al conjunto del sector financiero desde el 62% de 2008 hasta el 37% de 2022.

Desde 2008, cuando se alcanzó un pico de 406.400 ocupados y 381.600 asalariados en equivalencia de jornada completa, hay una dinámica de disminución. A veces se rompe de forma artificial por concentración de algunos ERE y ausencia de recortes importantes durante trimestres entre medias de estos tijeretazos. Pero en el sector financiero circula la opinión de que esta vez es diferente.

Aunque no se descartan ERE a partir del año que viene, la realidad es que la explosión de márgenes de la banca tradicional y el crecimiento del negocio de entidades financieras no bancarias en gestión de activos o intermediación, así como financiación alternativa, suponen un cambio relevante a lo que venía ocurriendo en años anteriores. Además, muchas contrataciones tienen un perfil tecnológico con personas cualificadas de difícil captación y retención, y cuyos puestos están menos sometidos a los ciclos.

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Según explican algunos directivos financieros, es la primera vez desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 que hay una creación de empleo por decisiones de crecimiento de las entidades, y no porque haya un periodo de tranquilidad entre varios ERE en el que la contratación de empleados, muchas veces exbancarios, por parte de firmas financieras permite una ilusión estadística de aumento de plantillas.

Aun así, la duda que hay en todo el sector financiero es si la economía aguantará sin una contracción laboral y un deterioro mayor de las cuentas de resultados empresariales que disparen la morosidad y reduzcan la inversión en productos financieros, además de mantener la caída del crédito que ya se ve en 2023.

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Por ahora, los bancos exhiben mejoras de márgenes gracias a la subida de tipos de interés, mientras que la morosidad está controlada en torno al 4%. Asimismo, el patrimonio gestionado en fondos se está recuperando este año tras la caída de 2022, y lo mismo ocurre con el negocio de los brókeres. En la parte de financiación alternativa, cada vez hay más demanda según se endurece el crédito bancario.

El único segmento que sufre es el de la banca de inversión, debido a que apenas hay actividad de M&A. Por ello, algunos de los grandes bancos globales, con un negocio muy elevado y volátil en compras y fusiones, están recortando empleo. En Londres, según publica Bloomberg, la City está registrando menos ofertas y menos demandas de empleo. Y lo mismo ocurre en Nueva York.