La recaudación mundial de derechos de autor se dispara gracias al streaming

Industrias creativas

La cifra supera la barrera de los 12.000 millones de euros, un récord histórico

Taylor Swift es una de las artistas más rentables del sector del entretenimiento

Taylor Swift es una de las artistas más rentables del sector del entretenimiento

AP Photo/Chris Pizzello

Los creadores mundiales están de enhorabuena. Llenaron sus bolsillos con más de 12.100 millones de euros en 2022.

Es un máximo histórico que ha tenido lugar gracias a un crecimiento récord de más del 27%, aprovechando el tirón de la recuperación postpandémica, tal como se desprende del último informe CISAC, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores, la red mundial de sociedades de gestión colectiva de los derechos de autor, que se difundió la pasada semana.

De hecho, ahora los ingresos han superado con creces los niveles pre covid del 2019: ya estamos casi un 20% por encima. El sector de las artes creativas ha entrado en una fase expansiva. Los autores cobran, en concepto de explotación comercial de sus obras creativas cifras cada vez más consistentes en todos los repertorios (audiovisual, arte dramático, literatura, música y artes visuales).

20% por encima de niveles precovid

Este ascenso, que afecta a unos cinco millones de creadores en activos, en gran parte se debe a un hito de valor simbólico, que marca un antes y un después en estas industrias creativas: por primera vez, después de una década de crecimiento de dos dígitos, el dinero recaudado en concepto de derechos de autor por el canal digital (entre suscripciones y emisiones en línea) ya representa la mayoría de la remuneración de los autores: un 35%, el doble que en el 2018. En concreto, ahora uno de cada tres euros proviene de los varios formatos de streaming. “Este giro es consecuencia de la covid. La pandemia ha transformado este sector”, comenta Adrian Strain, director de comunicación de Cisac.

En efecto, a escala mundial, estos ingresos del sector digital totalizaron 4.167 millones de euros. Es el doble de lo que se ingresaba antes de la pandemia. Ya superan los derechos que se pagan por emisiones en televisión y radio, que durante décadas fueron entre los canales de ingresos más populares para los creadores.

Por primera vez los canales digitales son la mayor fuente de remuneración de los creadores, un 35%

Si Europa es dónde más pagos se efectúan (más de la mitad del total a escala mundial) y la música es el grueso de los ingresos entre todas las artes creativas (casi el 83%), es cierto que una de las palancas del crecimiento de los derechos de autor han sido los eventos en vivo. En el 2022 se dispararon casi un 70%, gracias a la reanudación de festivales, giras musicales y a la reapertura de los negocios aunque el dato sigue aún por debajo de los niveles precovid.

Este boom de los ingresos es el reflejo de un cambio de hábitos de los consumidores. El uso de la televisión sigue disminuyendo gradualmente a medida que aumenta el streaming. Según Nielsen, la audiencia del cable y la televisión cayó por debajo del 50% del total audiencia. En cuanto a la música, la digitalización y el auge de las plataformas han atestado un golpe a la piratería que tradicionalmente afligía al negocio.

Descenso de la piratería, ingresos desiguales

“La piratería musical ha disminuido mucho. Tal vez quede algún resquicio en los videos o películas de algunas plataformas”, comenta Josep Coll, abogado y empresario, especialista de derechos de autor tras mirar los datos del CISAC.

“Pero yo diría que lo que presenta el informe son datos agregados que maquillan unos de los mayores problemas que sufren las industrias creativas, que es la desigualdad. La realidad es que unas pocas estrellas se llevan el pastel, gracias a sus directos con públicos masivos y numerosas escuchas en canales digitales. Pero los demás se arrastran”, afirma Coll. 

“En cuanto a las salas de concierto, los músicos medianos apenas recaudan lo suficiente para pagar el coste de alquiler, mientras que sus retribuciones por escucha digital en plataformas, que en su mayoría proceden de una única empresa, son mínimas al tener un tráfico muy bajo”, expone.

Más oportunidades para los artistas

“Yo creo que estas divergencias siempre han existido”, matiza Adrian Strain de CISAC. “Es más: la digitalización ofrece una amplia gama de oportunidades a muchos artistas para dar a conocer sus habilidades artísticas, mucho más que antes”. Aún así, desde la misma organización admiten que, frente al peso de los directos o de las industrias discográficas, “los ingresos digitales siguen siendo escasos para la gran mayoría de los creadores y eso que las recaudaciones relativas al streaming se han duplicado en cinco años”.

De cara al futuro, uno de los mayores retos y amenazas reside en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA). “Pienso que tiene el potencial de crear obras maravillosas. Pero conlleva también riesgos y, sin unas reglas estrictas que protejan a los creadores, también podría amenazar sus medios de vida a gran escala”, declaraba Björn Ulvaeus, presidente de CISAC y ex miembro del mítico grupo musical Abba.

La posibilidad de que las máquinas sustituyan al creador o que el uso de esta herramienta por parte de los artistas sea poco transparente o que no reciba una justa remuneración son algunos de las preguntas que habrá que resolver. No eran justamente los Abba que cantaban “Money money money?...”?

Lee también

Estalla la burbuja: el 95% de los NFT hoy apenas tiene valor

Piergiorgio M. Sandri
Una foto artística del influencer NFT Cozomo de’ Medici, con sus características caras pixeladas
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...