Los ayuntamientos suben impuestos ante el aumento de los gastos

Gestión municipal

El incremento de la presión fiscal coincide con el primer año de mandato

La tasa de las terrazas para bares y restaurantes es una de las que se incrementará en ciudades como por ejemplo Tarragona

La tasa de las terrazas para bares y restaurantes es una de las que se incrementará en ciudades como por ejemplo Tarragona

Xavi Jurio

Si es usted uno de esos ciudadanos a los cuales su Ayuntamiento le subirá los impuestos el año que viene no se sienta solo. A muchos vecinos de otras localidades les pasará lo mismo. Aunque con diferente intensidad, buena parte de los consistorios catalanes están aprobando ordenanzas para el 2024 con un aumento de la presión fiscal. Un hecho que se explica por diferentes causas: desde el aumento generalizado de los precios que también afecta a las administraciones municipales hasta su falta de financiación histórica pasando por la adaptación a normativas de rango superior. Una subida impositiva que se produce cuando los vecinos también padecen los efectos de la inflación. Y, no es baladí recordarlo, coincide con el primer año de mandato. O lo que es lo mismo, que se produce justo después de las elecciones municipales del mes de mayo.

Mientras en Barcelona no ha habido acuerdo para aprobar las nuevas ordenanzas fiscales y a partir del 1 de enero seguirán vigentes las actuales, en el área metropolitana l’Hospitalet dio luz verde a una subida del IBI –el mayor impuesto de los consistorios– del 3%. En Castelldefels y Gavà el incremento será del 9%, mientras que en Cornellà y Sant Boi del 7% y en El Prat del 10%. Al norte de la capital hay cierta contención. Badalona decidió congelar el IBI aunque el resto de tasas crecerán un 2,5%. En Santa Coloma de Gramenet el incremento del IBI, que se podrá pagar en tres plazos, y el resto de impuestos se situará sobre un 5%. Ya en el Vallès, en Rubí el IBI subirá un 12% y en Cerdanyola un 11,6%. En la capital del Maresme, Mataró, la escalada será del 3,5% y en el Alt Maresme alcaldes de diez municipios coincidieron en mostrar su preocupación por el incremento obligado de las finanzas municipales de entre el 5% y el 7% a causa, aseguraron, del “desequilibrio económico” de los ayuntamientos.

Mientras en Barcelona no ha habido acuerdo, Girona y Tarragona suben el IBI y Lleida lo baja

La situación es similar si uno se aleja de Barcelona. La subida de impuestos será generalizada el próximo año en el Camp de Tarragona, en municipios de la Costa Daurada y también en las Terres de l’Ebre. El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, anunció que el consistorio que preside estaba en prácticamente situación de “bancarrota”. Allí el IBI subirá un 7,5% y las terrazas un 20%. En Reus, el aumento del IBI será del 12,5% y en Cambrils del 9,5%.

En Girona el IBI crecerá un 3,6%. En esta parte del territorio catalán, Lloret de Mar, con una subida del 11,5%, y Platja d’Aro, con un 13%, son algunos de los municipios donde más aumentará este impuesto.

Lleida es la excepción y allí el IBI bajará un 2%, aunque una quincena de tasas crecerán un 5,8%. Son muchas las capitales de comarca de Ponent que todavía no han aprobado las ordenanzas. Tàrrega, que sí lo ha hecho, congeló la mayoría de sus tasas y La Seu d’Urgell subió el IBI un 3,5%. El Ayuntamiento de Vielha e Mijaran aprobó una actualización general del 14,9%.

¿Por qué se produce esta subida generalizada? “La estructura financiera de los ayuntamientos no está bien resuelta y padecen un déficit estructural desde hace muchos años”, responde Meritxell Budó, presidenta de la Associació de Municipis de Catalunya (ACM) y alcaldesa de La Garriga (Vallès Oriental). “El Estado se lleva la mayoría de ingresos, el resto es para las comunidades autónomas y los consistorios somos los últimos”, lamenta.

Eduard Rivas, presidente de la Federació Catalana de Municipis (FMC), también cree que la financiación local es un asunto sin revolver. De hecho, hace mucho tiempo que reclaman una mejora. “Los ayuntamientos nos hacemos cargo de competencias infradotadas que son de la Generalitat”, dice el también alcalde de Esparreguera (Baix Llobregat).

Las asociaciones municipalistas siguen reclamando una mejor financiación para los consistorios

¿Pero por qué ahora esta subida? “Además del estructural, hay motivos coyunturales”, esgrime Rivas. “El precio de la vida ha aumentado, también para los ayuntamientos, que también compran. Es muy difícil mantener los servicios al mismo precio. Además la sentencia de la plusvalías también afecta”, relata.

El año pasado los nubarrones inflacionistas ya atormentaban, pero las elecciones municipales estaban a la vuelta de la esquina. “Quizás sí que algún ayuntamiento pensó que no era el mejor momento. También es cierto que el primer año de legislatura es clave para planificar”, considera Rivas. Pero para el presidente de la FMC hace doce meses se produjo una “tormenta perfecta” en el calendario sin relación con los comicios: la escalada de precios. “Muchos gobiernos actuaron con extremada prudencia, parecía que se acabaría el mundo”, argumenta Rivas. Así, se prefirió cogelar, a la espera de ver qué pasaba.

Las entidades vecinales advierten que las diferencias entre territorios agravan el malestar ciudadano

En un contexto donde las familias sufren la inflación “los vecinos pueden acabar enfadándose”, sostiene Jordi Giró, presidente de la Confederació d’Associacions Veïnals de Catalunya (Confavc), que advierte que las diferencias entre municipios pueden crear “agravios comparativos”. Él sí que tiene “cierta impresión” de que el calendario electoral tiene algo que ver, aunque avala que los consistorios necesitan “más recursos”. “Donde hay una asincronía es en la recogida de residuos”, comenta Giró.

La tasa de recogida de residuos crece de forma abrupta

Ciertamente, las tasas de recogida de desechos merecen un capítulo a parte con grandes subidas como la de Sabadell (véase información adjunta). Pero es que estos incrementos son el denominador común en la gran mayoría de ayuntamientos de Girona. Por ejemplo, en Roses subirá un 50% y en Girona, Salt, Lloret o Sant Feliu de Guíxols, un 25%. Aunque no es el único, uno de los motivos de este crecimiento es adaptarse a la nueva normativa supramunicipal que dictamina que, a partir del año 2025, los ayuntamientos deben cubrir los costes de recogida, transportes y gestión de residuos.

Una mujer tirando la basura en Sabadell, una de las ciudades donde ha subido el impuesto de recogida de residuos

Una mujer tirando la basura en Sabadell, una de las ciudades donde ha subido el impuesto de recogida de residuos 

Mané Espinosa
Lee también

La oposición vuelve a tumbar en bloque las ordenanzas fiscales del alcalde Collboni

Luis Benvenuty, Óscar Muñoz
Terrazas de bares y restaurantes en la plaça George Orwell, ubicados en el barri Gòtic de Barcelona.

Con todo, abruptamente la tasa de basuras subirá un 12% en Tarragona, un 14% en Reus, un 14% en Tàrrega, un 19% en La Seu d’Urgell, un 33% en Rubí o un 30% en Gavà.

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...