Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP; Íñigo Urkullu, lehendakari del País Vasco, y Andrés Sendagorta, presidente del IEF,

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP; Íñigo Urkullu, lehendakari del País Vasco, y Andrés Sendagorta, presidente del IEF, Europa Press.

Macroeconomía

La empresa familiar, inquieta por la falta de Gobierno y el contexto internacional, critica a Escrivá y aplaude a Feijóo

Murmullos escandalosos, numerosos 'selfies' y corrillos entre los principales empresarios del país en Bilbao. 

24 octubre, 2023 02:22
Bilbao

Bilbao ha sido el lugar escogido para celebrar una de las principales citas anuales de la empresa española. La capital vasca acoge desde este lunes el Congreso Nacional de la Empresa Familiar, una cita en cuya primera jornada los líderes de gigantes como Ferrovial, Mercadona, Banco Santander o Acciona compartieron inquietudes, risas, rumores y algún selfie que otro

Uno de los principales mensajes de los empresarios en esta cita se ha enviado al Gobierno, concretamente al ministro José Luis Escrivá. En el sector privado no ha gustado el incremento de las cuotas sociales que tienen que pagar las empresas ejecutado a través de la última reforma del sistema de pensiones. 

Así se lo ha hecho saber el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta. "El principal desequilibrio de la economía española es el desempleo. Es preciso incentivar el empleo, y gravarlo no parece la mejor manera de conseguirlo".

"Revisemos la fiscalidad para conseguir, entre todos, que el salario neto que llega al bolsillo de los trabajadores esté lo más cerca posible del coste bruto que asumen las empresas". Unas valoraciones sobre las que Escrivá pudo dar su opinión con los empresarios en los posteriores corrillos, dado que participó en el primer día del encuentro empresarial. 

En ellos, los principales representantes del sector privado compartieron sus inquietudes por el horizonte financiero. El frenazo económico ya se nota en las ventas de las empresas. Sin embargo, su preocupación tiene más que ver con la falta de gobierno central, la inestabilidad que eso genera y los interrogantes que provoca una política económica por diseñar. 

El Rey Felipe VI en su llegada al Congreso de la Empresa Familiar.

El Rey Felipe VI en su llegada al Congreso de la Empresa Familiar. Europa Press.

En cambio, la aparición de Alberto Núñez Feijóo, presidente de Partido Popular, y sus promesas de bajar en un futuro los impuestos fueron festejadas por los empresarios. Durante los descansos del Congreso, fue la figura más buscada por los asistentes para hacerse el correspondiente selfie.

Las cámaras de los teléfonos móviles también perseguían a una de las protagonistas del día: Ana Botín, presidenta del Banco Santander. Su apasionada defensa de la paridad en las empresas española y de su aportación al bienestar social arrancaron varios aplausos de los asistentes

La amnistía pasó levitando por la reunión. Pese a que los empresarios admiten que hay preocupación por la situación en Cataluña y la necesidad de mantener unas instituciones fuertes, sus principales temores están fuera de las fronteras españolas

La incertidumbre internacional, acrecentada por el conflicto de Oriente Medio, levanta los peores miedos en el sector privado. Hay varias razones para ello: España cada vez depende más de sus ventas en el exterior. Algo que puede suponer una importante vulnerabilidad teniendo en cuenta la debilidad de Alemania y otros países de la zona euro, que se cuentan entre los principales clientes de las exportaciones españolas. 

Encuesta

A ello hay que sumar que las tensiones inflacionistas no terminan de retirarse y que el incremento del precio del petróleo puede volver a disparar los costes. De hecho, una encuesta elaborada de forma presencial durante una de las sesiones del Congreso reveló que un 55% de los asistentes a la cita (más de 600) considera que el crecimiento económico va a ser frágil en 2024 y no habrá creación de empleo

Pese a ello, las risas abundaban entre café y café. De hecho, se pudo ver a Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, compartir confidencias con Juan Roig, presidente de Mercadona. Unos corrillos empresariales en los que no faltaron, entre otros, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, y José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. 

En varios de esos corrillos, la comidilla fue una de las pocas polémicas de la cita. En la inauguración participó el lehendakari Íñigo Urkullu, que inició su discurso en euskera (como suele ser habitual, según ha podido saber este periódico), algo que duró varios minutos.

Esto generó incomprensión entre los asistentes, sobre todo porque la amplia mayoría de ellos no saben vascuence. Y dio pie a murmullos muy sonoros en el Palacio Euskalduna, donde se celebraba el Congreso. Un run-run del que el propio Urkullu fue consciente, momento en el que se pasó al castellano.